L’UTINAM CAFE
Cuando se habla del Utinam, se piensa enseguida en su famosa terraza, sin duda alguna, una de las mejores de la ciudad. En verano, en primavera, en cuanto el sol muestra el extremo de su nariz, ya estés de vacaciones, en pausa, o a la salida del trabajo para el aperitivo, qué alegría dejarse ir un poco al sol, el ojo curioso de descubrir la iglesia de San Pedro y el pequeño carrusel que le hace frente, o incluso observar a los transeúntes. Mira como invierno, también es una agradable brasserie con colores flamencos en los que se sirven platos y menús de día a mediodía, para acompañar absolutamente una de sus muy buenas tartas caseras. Y, a pesar de la banda ancha del establecimiento que merece, la otra cara de la moneda, el equipo sigue siendo muy servicial. ¡Es el lugar donde se puede hacer una pausa!