Región capital por excelencia (cuenta con ocho departamentos), Île-de-France está llena de sorpresas, ¡y ni siquiera la mejor guía turística de la región sería capaz de enumerarlo todo! Desde Lutecia hasta la construcción progresiva del Gran París, pasando por la aparición de nuevas ciudades, Île-de-France ha sido, y sigue siendo, el escenario de las horas más decisivas de la historia del país. Por ello, abundan los monumentos(castillos de Versalles o Vaux-le-Vicomte, etc.), los lugares declarados patrimonio nacional y mundial(basílica de Saint-Denis, Arco del Triunfo, etc.) y los museos(Museo del Louvre, Centro Pompidou, etc.). Metrópolis cultural e intelectual, Île-de-France es también el pulmón económico del país, con casi un tercio del producto interior bruto nacional: el barrio de negocios de La Défense, por ejemplo, es un ejemplo perfecto. Y, contrariamente a lo que se cree, la región es esencialmente verde y cuenta con numerosos bosques (recordemos el de Fontainebleau). En la actualidad, Île-de-France cuenta con más de 12 millones de habitantes, es decir, una quinta parte de la población de Francia metropolitana. Por tanto, la oferta cultural, de ocio(Disneyland París) y deportiva(Stade de France, Roland Garros...) es también muy importante para satisfacer a toda la población de Île-de-France. En resumen, de Montreuil a Versalles, pasando por Neuilly-sur-Seine, Cergy-le-Haut y, por supuesto, París, ¡Ile-de-France es la región de todas las posibilidades y todos los excesos!