
Meaux es un destino lleno de sorpresas Aunque la ciudad es más conocida por su famoso queso Brie -que tuvimos el placer de probar-, Meaux bien merece una visita. Esta ciudad de la región de Seine-et-Marne posee un patrimonio histórico insospechado, museos fascinantes y espacios naturales reconfortantes. El Museo de la Gran Guerra, especialmente bien documentado, es un buen ejemplo. Pero lo que más nos gusta es el Parque del Pâtis y su playa adyacente, un verdadero remanso de frescor en verano. Y esto es sólo el principio Catedral de Saint-Étienne, murallas galo-romanas, Museo Bossuet y Maison du Brie... He aquí nuestra selección de los 10 imprescindibles de Meaux.
1. Ver la catedral de Saint-Étienne

La catedral de Saint-Etienne, en Meaux, impresiona por su majestuosa torre flamígera y su excepcional órgano, una auténtica obra maestra de 1627. Catalogada como una de las 51 catedrales más bellas de Francia, es testigo de casi cuatro siglos de historia, ya que su construcción abarcó el periodo comprendido entre 1180 y 1540. Este largo periodo de construcción dio lugar a un edificio que combina armoniosamente diferentes estilos arquitectónicos, incluyendo tres portales monumentales y una asombrosa Torre Negra de madera que alberga las campanas. La reciente restauración de la torre norte ha permitido redescubrir un fabuloso bestiario medieval, finamente esculpido en piedra y a menudo oculto a la vista.
2. El Museo Bossuet, en el Palacio de los Évêques, ¡otra visita obligada!

Instalado en el antiguo palacio episcopal de Meaux, el museo Bossuet debe su nombre al ilustre teólogo Jacques-Bénigne Bossuet, obispo de la ciudad entre 1681 y 1704. Este magnífico edificio, mezcla armoniosa de arquitectura medieval y renacentista, está situado en el corazón de un elegante jardín formal. Alberga ricas colecciones de pinturas, esculturas y objetos de arte que recorren la historia de la región de Meldois desde la Antigüedad hasta el siglo XX. Las secciones galo-romana y medieval atestiguan la importancia estratégica y cultural de Meaux desde hace más de 2.000 años.
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3. Además del jardín Bossuet y su forma original

Trazado en el siglo XVII, el jardín Bossuet destaca por su original forma de mitra de obispo. Situado en el corazón de Meaux, este jardín formal, abierto al público desde 1911, cuenta con senderos bordeados de boj, diseños geométricos, parterres de flores (unas 17.500 plantas en temporada), un huerto y antiguas plantas medicinales. La tradición local atribuye su creación al famoso paisajista André Le Nôtre, aunque no existen documentos que lo confirmen. Se han añadido algunos elementos modernos -como la "roca sudorosa" cubierta de vegetación y los rosales que bordean el sendero central- sin traicionar el espíritu original.
Merece la pena conocerlo: Una escalera al fondo del jardín conduce a una terraza con vistas a las murallas, accesible únicamente en visitas guiadas. También descubrirá el pabellón Bossuet , una encantadora ermita enclavada en un entorno bucólico, ideal para pasear tranquilamente.
4. Admirar el Vieux Chapitre

Uno de los tesoros arquitectónicos de Meaux, el Vieux-Chapitre -también conocido como Château du Chapitre- llama la atención por sus cuatro elegantes torrecillas esquineras coronadas por tejados cónicos. Situado en la parte trasera de la catedral, este edificio del siglo XIII se utilizaba antiguamente para la vida conventual, en particular como granero de diezmos. En la actualidad, alberga una sacristía en la planta baja y todavía acoge algunos servicios religiosos. Catalogado como Monumento Histórico desde el siglo XIX, el edificio no se puede visitar, pero sí admirar desde el exterior. En particular, se puede admirar la imponente escalera monumental, añadida en el siglo XV y restaurada en la década de 1930.
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5. La Maison du Brie de Meaux: una visita gourmet

La Maison du Brie de Meaux le invita a un sabroso viaje al corazón de uno de los quesos más emblemáticos de Francia: el Brie de Meaux DOP. A través de cuidadas reconstrucciones y una escenografía lúdica, descubrirá todas las etapas de su elaboración, desde la recogida de la leche hasta la maduración en bodega. La exposición también recorre la historia de este queso excepcional y pone de relieve la actualidad de su denominación, con el apoyo de su cofradía. Y para rematar la visita por todo lo alto... ¡no puede faltar una degustación !
6. Los impresionantes restos de las murallas galo-romanas

Las murallas de Meaux, impresionantes vestigios de la época galo-romana, ofrecen un viaje único a través de más de 1.700 años de historia. Una visita guiada por las murallas le permitirá conocer su rica historia, desde su construcción a finales del siglo III para proteger la ciudad de las invasiones, hasta las sucesivas transformaciones que han sufrido a lo largo de los siglos. Acompañado por un guía, accederá a zonas habitualmente cerradas al público, como la terraza elevada al final del jardín Bossuet, que ofrece una vista impresionante de los alrededores. Esta inmersión en el pasado militar de Meaux hará las delicias de los aficionados a la historia y de los curiosos en busca de un patrimonio poco conocido.
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7. Degustar un trozo de Brie, ¡por supuesto!

Esimposible visitar Meaux sin saborear su emblemático Brie, un queso con una rica historia que se remonta a la Edad Media. Este queso de pasta blanda, que ya era popular en la corte de los reyes de Francia, es un auténtico orgullo local. Protegido por una Denominación de Origen Controlada (AOP) desde 1980, el Brie de Meaux se elabora según métodos tradicionales transmitidos de generación en generación. Ya sea en el mercado, en una quesería tradicional o al final de una comida en un restaurante del centro de la ciudad, su textura cremosa y su sabor delicadamente afrutado le conquistarán.
8. Museo de la Gran Guerra: la mayor colección de Europa dedicada a la Primera Guerra Mundial

En Meaux, el Museo de la Gran Guerra alberga la mayor colección de Europa dedicada a la Primera Guerra Mundial. Es uno de los principales lugares de memoria de Francia y ofrece una apasionante inmersión en la historia de este conflicto mundial. Con una superficie de 7.000 m², el museo combina objetos auténticos, reconstrucciones, películas y exposiciones multimedia para ofrecer una experiencia educativa y envolvente. Nada más entrar, las imágenes proyectadas en el vestíbulo narran las batallas del Marne. En el interior, la visita comienza con una película panorámica que ofrece una visión general del conflicto, antes de profundizar en las causas geopolíticas y sociales de la guerra. En la Gran Nave, descubrirá innovaciones tecnológicas, equipos, uniformes y sorprendentes reconstrucciones de trincheras -francesas y alemanas- separadas por tierra de nadie.
Merece la pena conocerlo: El museo no es sólo para aficionados a la historia: también está pensado para las familias. Hay folletos y juegos para niños a partir de 5 años, y un espacio dedicado, "Bienvenue au cantonnement", les ofrece la posibilidad de divertirse probándose uniformes o dibujando.
9. Un paseo por el Parc du Pâtis

Situado en las afueras de Meaux, el Parque del Pâtis es uno de los mayores parques naturales urbanos de Île-de-France y un lugar ideal para pasear en verano. Se extiende a orillas del Marne y ofrece una gran variedad de paisajes: estanques tranquilos, praderas abiertas, cañaverales y sotobosques sombreados, ideales para recargar las pilas. Con casi 14 km de senderos señalizados, el parque es una delicia tanto para senderistas como para ciclistas. Se pueden observar más de 70 especies de aves, entre ellas la oropéndola europea, la abubilla y el discreto martín pescador. Los aficionados a la flora se toparán con la náyade grande, la salicaria púrpura, el eupatorium chanvrine y varias orquídeas de pradera. En verano, la playa de arena atrae a familias y lugareños en busca de un poco de aire fresco.
10. Recorrido tras las huellas de la Batalla del Marne

Una de las batallas más decisivas de la Primera Guerra Mundial se libró en las vastas llanuras de la región de Briard entre el 5 y el 12 de septiembre de 1914: la Batalla del Marne. Desde el Museo de la Grande Guerre de Meaux, un sendero del recuerdo permite revivir a pie, en bicicleta o en coche el periplo de los soldados que participaron en este conflicto . A lo largo de casi 40 kilómetros, una decena de lugares emblemáticos recorren el itinerario y ofrecen una conmovedora inmersión en la historia. Todo el recorrido es accesible gratuitamente en línea, para que cada cual pueda descubrir a su ritmo estos lugares de memoria.
¿Dónde alojarse en Meaux?
Le proponemos algunos alojamientos bien situados en Meaux, adaptados a sus gustos y a su presupuesto:
- El más práctico: el ibis Styles Meaux Centre
El ibis Styles Meaux Centre, que puede reservar aquí, está perfectamente situado a orillas del Marne, a dos pasos de la catedral de Saint-Étienne y a 25 minutos en coche de Disneyland París. Las habitaciones están insonorizadas y equipadas con TV de pantalla plana y conexión Wi-Fi gratuita. Cómodo y práctico, el hotel disponede recepción 24 horas, servicio de conserjería, guardaequipajes y aparcamiento. Consejo Petit Futé: ¡no olvide reservar su plaza de aparcamiento!
- El mejor lugar para descubrir la región: el Campanile Meaux
Reservando aquí, el Campanile Meaux goza de una ubicación ideal, fuera del centro de la ciudad, para escaparse y descubrir el departamento. Mobiliario de diseño, ropa de cama confortable, ropa de cama cuidada y servicio de limpieza para una acogida acogedora y funcional. El menú de temporada del restaurante satisfará a los que tengan prisa. Y si le apetece un tentempié, la cafetería es el lugar perfecto. Ambiente tranquilo.
Qué hacer en Meaux con niños
Meaux es un destino lleno de sorpresas para las familias Comience con un paseo por la naturaleza en el Parc du Pâtis, un inmenso espacio verde a orillas del Marne donde los niños pueden correr, observar aves, jugar o recorrer en bicicleta los senderos señalizados. En verano, su playa de arena atrae a las familias para un momento de relax junto al agua. Para una salida más cultural, diríjase al Museo de la Gran Guerra, que ofrece un enfoque lúdico y pedagógico de la historia, con libros-juego, objetos para manipular y un espacio familiar con disfraces y talleres creativos. Por último, para los gourmets en ciernes, la Maison du Brie propone un descubrimiento sensorial del famoso queso, con degustación incluida. Mezcla de naturaleza, cultura y gastronomía, Meaux lo tiene todo para gustar a grandes y pequeños
¿Qué pueblos se pueden visitar en los alrededores de Meaux?
Los alrededores de Meaux están repletos de pueblos con encanto que merece la pena visitar.
- Empiece por Crécy-la-Chapelle, apodada la "Venecia de Brie", con sus canales, sus casas con entramado de madera y sus pintorescas callejuelas. Pasee por el Grand Morin y disfrute del ambiente tranquilo de este pueblo de artistas.
- No muy lejos, La Ferté-sous-Jouarre le invita a descubrir su pasado molinero y a disfrutar de agradables paseos a orillas del Marne.
- Saint-Jean-les-Deux-Jumeaux, con su iglesia catalogada y su paisaje campestre, ofrece una escapada bucólica, al igual que Barcy, pequeño pueblo cercano a los lugares históricos de la Batalla del Marne.
- Para una escapada gastronómica, Coulommiers, famoso por su queso, combina patrimonio y productos locales en un entorno verde. Todos estos pueblos ofrecen la oportunidad de descubrir la Brie de una forma diferente, combinando naturaleza, patrimonio y autenticidad.