Los mejores productores locales Cerdeña

La pequeña ciudad de Gonnosfanadiga es conocida por su aceite de oliva, uno de los mejores de Cerdeña. Forma parte del circuito Città dell'Olio, junto con Alghero, Orosei, Cabras... Para los amantes del vino, hay una dirección que hay que recordar para hacer su propia opinión: Agricura. Esta finca familiar, gestionada con respeto a la biodiversidad por Andrea Ghiani, produce un precioso aceite de oliva virgen extra. La tradición y la historia familiar caracterizan la olivicultura de Agricura. Es bueno saber que hay una tienda en línea disponible en su sitio web.

"Los olivos centenarios de nuestra tierra son los monumentos de nuestra cultura", dice Giulia, la propietaria de esta vasta finca. A pocos minutos del mar, el excelente aceite de oliva virgen extra del Oleificio Pelau se produce a partir de las variedades Bosana, Ogliastrina y Semidana. La empresa familiar puede presumir de más de diez años de experiencia. Las visitas completas están disponibles bajo petición. Y sobre todo, pídele a Giulia que te lleve a ver al señor de la casa: un olivo de más de mil años. Único

Esta cooperativa, algo perdida en las colinas, hará las delicias de los amantes del aceite de oliva. Los cooperativistas le dan la bienvenida y le explican todos los secretos de la aceituna. La cooperativa, creada en 1956, cuenta con 360 socios, que cultivan unos 60.000 árboles en una superficie de 4,50 ^km2. La particular morfología del territorio, su altitud y proximidad al mar, y la excelente calidad de los olivos son los principales factores que contribuyen a la producción de un aceite de extraordinaria calidad. Barato y delicioso

Esta empresa cooperativa ha sido galardonada en numerosas ocasiones con las mejores distinciones y produce aceites de oliva respetando la tradición artesanal. Los frutos se prensan en frío. El resultado es un producto de calidad, fragante y sabroso. Disponible en botellas o latas, de diferentes calidades según el uso, puedes meterlo en tu maleta o pedir que te lo lleven a casa. También se produce miel y jabones.

"Durke" significa "dulce" en sardo. En una calle peatonal cerca del puerto deportivo, Marie-Antoinette le da la bienvenida a su pequeña tienda llena de tesoros para degustar: amarettes (macarrones), zilicas (miel, sémola y almendras), pardulas (ricotta y azafrán), por citar sólo algunas de las 18 delicias. Estás en una fábrica de galletas artesanales que lleva medio siglo perpetuando la tradición y que ofrece una fina gama de productos sin gluten elaborados con ingredientes 100% naturales. Que conste que estos bizcochos se pueden disfrutar hasta en Estados Unidos

Una empresa familiar dirigida por Giovanni y Claudio, padre e hijo. Los productos son tan bonitos como buenos, están hechos en la más pura tradición sarda con mucho amor y pasión. A la vuelta de un baño en la Pelosa, nos tomamos una mega merienda y disfrutamos de toda la repostería. Nos encantó la copuletta (un bizcocho con limón), el ricotelle (con ricotta) y el amaretto (macarrón). La familia Demelas también elabora su propia pasta fresca, sobre todo los famosos malloreddus y culurginones. La acogida es cálida.

Olivina es una joya para degustar y un proyecto nacido de la pasión por el territorio, la alimentación consciente y la protección del medio ambiente. Stefania ha sabido rendir homenaje a este fruto desarrollando varias gamas de productos: aceite de oliva (virgen extra, que es un zumo de aceituna), cosméticos (jabón, pintalabios, cremas faciales y corporales) y cestas de regalo. Olivina ofrece actividades como poda de olivos y fabricación de jabón. Abre sus puertas a tu curiosidad para contarte la historia del aceite con visitas guiadas para niños o adultos.

Esta es la historia de Salvatore, un antiguo camionero que amaba la miel pero temía a las abejas. Inicialmente apicultor por afición, descubrió tal pasión por las abejas que la convirtió en su actividad principal, implicando inevitablemente a su reina (su mujer). Ambos producen excelentes mieles como la de asfódelo, eucalipto, tomillo, madroño... Sus auténticos productos se elaboran estrictamente en Ogliastra, y siempre con respeto a las abejas "que son la base de nuestra supervivencia", insiste Salvatore.

Tonio Moi es un personaje especial en Cerdeña, que ha elevado la tradición charcutera local a la categoría de arte. Apasionado y verdaderamente enamorado del producto auténtico sin dejar de lado el bienestar animal, se pasaría horas hablando con usted sobre su oficio. Nos encantan sus productos, por supuesto, pero degustarlos en su mesa y con él en el secadero, con los jamones colgando de las lámparas de araña, ¡es un momento único e inimitable! No encontrará mejores embutidos en ninguna parte de la isla. Más que un encuentro, ¡es una experiencia para saborear!