19_pf_169647.jpg
18_pf_161119.jpg

Productos y hábitos alimenticios

Además de los dátiles, perfectamente adaptados al abrasador clima del desierto, los cultivos tradicionales incluyen pepinos, calabazas, cebollas, limones, granadas, melones y algunas variedades de cereales resistentes al calor. Sin embargo, la inmensa mayoría de los alimentos son importados. La cabra, el cordero, las aves de corral (antes aves silvestres, ahora pollo), el pescado y el marisco eran inicialmente las fuentes más comunes de proteínas. Poco o nada se hacía con el dromedario, que proporcionaba leche, pelo para tejer, estiércol combustible y, sobre todo, un medio de transporte.

El Islam desempeña un papel central en la vida cotidiana de los emiratíes. El Corán es muy estricto en lo que respecta a los alimentos "haram", es decir, impuros, como el cerdo y el alcohol, aunque estos dos productos pueden encontrarse en tiendas especializadas para no musulmanes y también en hoteles. Además, toda la carne que se consuma en el establecimiento debe ser "halal", es decir, autorizada por el Islam, tras haber sido sacrificada correctamente.

La fecha del Ramadán o "ayuno" depende del calendario lunar y cambia cada año. Durante el mes de Ramadán, todos los musulmanes sanos deben ayunar desde la salida hasta la puesta del sol. También deben abstenerse de beber. Sólo las mujeres embarazadas, los enfermos y los ancianos no están obligados a observar el ayuno. Sin embargo, esta política es mucho más flexible en lo que respecta a turistas y no musulmanes, y es posible comer sin problemas durante el día, sobre todo en los grandes establecimientos internacionales.

Los clásicos de la cocina emiratí

Aunque en el país abunda la cocina internacional, sobre todo del Sur de Asia y Oriente Próximo, hay algunas especialidades típicas de los EAU, que también se encuentran a menudo en el resto del Golfo Pérsico, que bien merecen una visita.

Durante las grandes celebraciones, se cocina el ghuzi o shuwaa, un cordero entero o en trozos adornado con frutos secos, presentado sobre un lecho de arroz. También se puede probar el majboos o kebsa (pollo o cordero guisado con arroz, cebolla, tomate y un sinfín de especias) o el saloona (un guiso muy aromático, normalmente de pollo y verduras). Un plato similar, el fareed o tharid, es un guiso de cordero y patatas cocido a fuego lento durante mucho tiempo. Las harees, más rústicas, son una especie de gachas elaboradas cociendo muy lentamente carne mezclada con sémola de trigo hasta convertirla en una pasta nutritiva, que suele servirse para el Aid o el Ramadán. Un plato similar es la madrouba, una papilla de arroz con pollo.

Una variedad de influencias

Gracias a su estratégica posición comercial y al boom del petróleo que comenzó en Emiratos Árabes Unidos en los años 70, el país ha atraído a muchos trabajadores extranjeros, que han traído consigo sus propias especialidades, empezando por indios y pakistaníes. Los biryanis (una mezcla de arroz aromático, carne y frutos secos), los tandooris (carne marinada a la parrilla) y el curry se han convertido en platos locales por derecho propio.

La cocina libanesa también es muy popular. Para picar algo rápido, está el shawarma, un pan de pita relleno de carne a la parrilla y verduras crudas. También hay varios mezze (aperitivos), como falafels (bolitas de garbanzos), houmous (puré de garbanzos), baba ganoush (caviar de berenjena) y tabulé libanés. También hay kebab (carne o pescado asado) y keftas (albóndigas picantes de cordero).

La cocina iraní, también muy presente, rinde homenaje al azafrán. El tahdig, un plato de arroz crujiente, es imprescindible, mientras que khoresh es la palabra persa que designa varios tipos de guisos, con berenjenas, ciruelas pasas y zumo de granada. Los kekabs iraníes, finamente especiados, son deliciosos.

Postres y bebidas

Los dulces de Emiratos Árabes Unidos son similares a los del resto de Oriente Próximo, con un innegable toque indio. Por ejemplo, se puede degustar el muy popular luqaimat, pequeños buñuelos redondos empapados en sirope de dátiles caliente y miel, que recuerdan al gulab jamun indio. Otro clásico -originario de Egipto, pero muy popular en el país- es el umm ali, una torrija con coco y pasas sultanas. Batheeth son galletas de pasta de dátiles y pistacho. El khabee es un puré de sémola cocido con agua, azúcar, azafrán, cardamomo y agua de rosas, que suele servirse durante el periodo de Aid. Por último, el mehalabiya es un flan con agua de rosas y pistachos, conocido como mouhallabié en Líbano, de donde es originario. Para desayunar, hay khamir, un barquillo hinchado con semillas de comino negro, y chibab, una tortita esponjosa aromatizada con cardamomo.

Estos dulces se acompañan a veces de un café árabe. Es la bebida nacional y los emiratíes la ofrecen sistemáticamente a sus invitados en señal de respeto y bienvenida. Siempre aromatizado con un toque de especias (normalmente canela o cardamomo), el café árabe se sirve negro y sin azúcar, acompañado de unos dátiles para reducir su amargor. Suele ser mejor beber tres tazas -pequeñas-. El té, como el café, es una parte importante de la cultura emiratí. Por eso también se bebe con regularidad en el país. El más popular es el chai karak, un té negro con leche, cardamomo y azafrán.

Aunque normalmente está prohibido a los musulmanes, el consumo de alcohol goza de cierta flexibilidad en Emiratos Árabes Unidos, sobre todo en los bares y restaurantes de los hoteles internacionales. Los residentes deben tener un permiso para consumir alcohol, pero esto no se aplica a los turistas. Otra opción es saciar la sed con sabrosos zumos de frutas. Para un toque libanés, busque en el armario refrigerador el Lime&Mint de Barakat, una mezcla divina de limón y menta, como se prepara en Beirut. Y no olvide los chupitos Zadina de zumo puro de dátiles.