Mosaicos paleocristianos

No queda mucho de las iglesias más antiguas de Macedonia del Norte, fundadas a partir del siglo III. Fueron reconstruidas a lo largo de los siglos o abandonadas. Por ello, los arqueólogos han descubierto los cimientos de docenas de basílicas paleocristianas por todo el país. La más notable es la del gran yacimiento arqueológico de Stobi, en Gradsko (Povardaria). Conserva los restos de un baptisterio bizantino del siglo IV decorado con suntuosos mosaicos. Los mosaicos representan pavos reales, que se han convertido en uno de los símbolos del país. También está el pequeño y moderno monasterio de los Quince Mártires de Tiberiópolis (1974), en Strumica, Macedonia oriental. Entre sus muros se encuentran las ruinas de una basílica del siglo IV. Aquí los arqueólogos han recuperado no solo mosaicos y tumbas, sino también el fragmento de fresco más antiguo del país.

Frescos excepcionales

A pesar de las guerras, la dominación islámica de los otomanos y los terremotos, cinco iglesias medievales del país aún conservan excepcionales frescos de los siglos XII y XIII. Los más antiguos se encuentran en la iglesia de San Pantaleón de Nerezi, cerca de Skopje. Fueron pintados en 1164 y redescubiertos en 1923 (véase más abajo). La catedral de Santa Sofía de Ohrid (1037) es el mayor edificio medieval del país y la sede de la Iglesia ortodoxa de Macedonia. A pesar de su turbulenta historia (fue convertida en mezquita), alberga algunos de los frescos del siglo XI mejor conservados del mundo. Estos frescos tienen un significado histórico único, ya que dan testimonio del cisma entre católicos y ortodoxos en 1054. En el municipio de Prilep, en Pelagonia, se hallan los frescos de la iglesia de San Nicolás de Manastir, pintados en 1271, y los de la iglesia de San Nicolás de Varoš, pintados entre los siglos XII y XIII. Por último, los frescos antiguos más bellos son sin duda los del santuario a San Jorge de Kurbinovo, en la orilla oriental del lago Prespa. Pintados en 1191, representan la culminación extrema del gran movimiento artístico durante la dinastía bizantina de los Comnenos, cuya influencia puede verse hasta en Occidente.

Dos grandes artistas

Los pintores griegos Michalis Astrapas y Eutychios son responsables de algunos de los mejores frescos medievales de los Balcanes. Entre finales del siglo XIII y principios del XIV, estos dos hermanos trabajaron por todo el vasto reino serbio. Sus obras pueden admirarse en varias iglesias de Serbia, Kosovo, Grecia y Macedonia del Norte, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su obra maestra más antigua es la decoración de la iglesia de la Madre de Dios-Perivleptos, en Ohrid. Aquí, en 1295, ambos pintores rompieron por primera vez con la rígida maniera graeca (estilo bizantino clásico), haciendo mucho más que describir episodios bíblicos. Transmitieron emociones a través de escenas de ternura casi sin precedentes. Gracias a innovaciones gráficas como el uso de la perspectiva, las expresiones realistas y la representación de figuras flotando en el aire, prefiguraron el renovación de la pintura europea. Diez años más tarde, la mayoría de sus innovaciones se aplicaron en los frescos de la capilla Scrovegni de Padua (Italia), la primera obra maestra de Giotto, precursor del Renacimiento italiano. Las obras de Michalis Astrapas y Eutychios pueden verse también en la hermosa iglesia de San Jorge, en Staro Nagoričane, en la región de Kumanovo, pintada entre 1313 y 1318, y en el monasterio de San Nicetas, en Banjane, en el pequeño macizo de Skopska Crna Gora, cerca de Skopje, donde los dos artistas trabajaron en 1324.

Obras maestras redescubiertas

Durante diversas obras de restauración, a lo largo del siglo XX, se redescubrieron algunos frescos muy antiguos en iglesias de todo el país. Es el caso de la catedral de Santa Sofía de Ohrid, donde, en 1949, se hallaron frescos del siglo XI bajo el enlucido aplicado cuando el edificio fue convertido en mezquita. El monasterio Marko, de Markova Sušica, en la región de Skopie, conserva su decoración pintada del siglo XIV (y redescubierta en 1963), incluidos los retratos de los últimos gobernantes cristianos de la región: el príncipe serbio Marko Kraljević y su padre, Vukašin Mrnjavčević. La emoción es aún mayor en la iglesia de San Pantaleón de Nerezi, en las laderas del monte Vodno, cerca de Skopie. Aquí, la mayoría de los frescos del siglo XII fueron recuperados durante unas obras, en 1923, y constituyen un testimonio extremadamente raro del arte bizantino bajo la dinastía de los Comnenos.

Milagros y devoción

Desde manantiales milagrosos hasta curaciones inexplicables..., las iglesias de Macedonia del Norte aún mantienen una aureola de misterio. En el prestigioso monasterio de San Naum (c. 900), en la orilla oriental del lago Ohrid, peregrinos de todo el mundo realizan un extraño ritual: hay que colocar la oreja sobre la tumba de san Naum de Preslav para... escuchar el latido del corazón del fundador del monasterio. Los restos de su alter ego, san Clemente de Ohrid, son también objeto de profunda devoción en la nueva iglesia de los Santos Clemente y Pantaleón (2002) de Ohrid. Los milagros atribuidos a los dos evangelizadores de los eslavos se perpetúan así desde hace más de mil años. En cambio, en el centro de Skopje, la iglesia de San Demetrio, del siglo XVIII, atrae a los creyentes por un «milagro» muy reciente: el 8 de abril de 2012 los halos de los santos pintados en las paredes comenzaron a brillar de forma insólita. Probablemente, se debió a la humedad que había en la iglesia durante las celebraciones ortodoxas de Pascua.

Iconostasios de los mijaks

En una iglesia ortodoxa, el iconostasio es el «muro de iconos» que establece la separación entre el santuario reservado al clero comulgante y los fieles. Construidos originariamente en piedra o mármol, estos muros fueron sustituidos gradualmente por estructuras de madera. A partir del siglo XVIII, los artesanos mijaks de la región de Debar fueron muy apreciados por su talento como escultores de iconostasios. Las obras más notables fueron creadas en el siglo XIX por Petar Filipovski y sus ayudantes Makarie Frčkovski y Marko Filipovski, hermano de Petar. Sus obras maestras pueden verse en el monasterio de San Juan Bigorski, en Rotuša, en el Parque Nacional de Mavrovo. Allí trabajaron de 1829 a 1835, esculpiendo no menos de setecientos motivos animales y vegetales, monstruos y personas en el inmenso muro de madera. Entre los detalles destaca la representación de la bailarina Salomé (quien hizo cortar la cabeza de san Juan Bautista), vestida aquí con el traje tradicional mijak, y los rostros de Petar Filipovski y sus ayudantes. Los tres hombres trabajaron también, de 1811 a 1814, en el monasterio de Lesnovo, cerca de Kratovo, y hacia 1824 en la iglesia de San Salvador de Skopje.

En plena naturaleza

Los eremitas, monjes y anacoretas de la Edad Media apreciaban la soledad... pero también los bellos paisajes. Por eso, la mayoría de los monasterios del país están situados en parajes encantadores, lejos de las ciudades. Cerca de Prilep, el monasterio de Treskavec (siglo XIII) está completamente aislado a 1280 metros de altitud. Fundado por el rey serbio Milutin, alberga hermosos frescos y ofrece un punto de parada panorámico en una excursión por la llanura de Pelagonia. En la misma región, cerca de Makedonski Brod, el monasterio de Zrze, del siglo XIV, está rodeado de acantilados y un bosque de robles a casi mil metros de altitud. Cuenta con notables frescos pintados por el gran maestro albanés Onufri en 1535. Más cerca de la civilización, el cañón de Matka, en las afueras de Skopie, se ha convertido en la meca de los turistas. Pero su acceso era muy difícil en la Edad Media, por lo que en el borde del cañón se construyeron varios edificios religiosos, en particular el pequeño monasterio de Šiševo (siglo XIV), al que se puede llegar a pie tras cruzar el lago Matka en barca. Mientras que el trayecto hasta aquí dura media hora, se tarda una hora y media en barco para admirar los frescos del monasterio de Polog (siglo XIV), completamente aislado del mundo por el lago artificial de Tikveš, cerca de Kavadarci.

Compras

Una visita a los monasterios es también una oportunidad para hacer algunas compras. Los monjes producen uno de los mejores rakijas del país. Además de este destilado, en algunos monasterios también venden miel, vino y queso. Las monjas del monasterio de Matka, a la entrada del cañón homónimo, son famosas por su taller textil, donde confeccionan vestimentas litúrgicas para el clero de la Iglesia Ortodoxa Macedonia, iconos bordados, y bolsos con diseños folclóricos o modernos. Aunque los iconos se pueden encontrar en casi cualquier parte, los más bellos son los realizados por las monjas del pequeño monasterio de Vodoča, cerca de Strumica. Dorados y pintados a mano, se venden al por menor a partir de 650 euros cada uno.

Cuevas y filósofos

Para completar este recorrido por las iglesias de Macedonia del Norte, debemos mencionar, por supuesto, las iglesias rupestres del lago Ohrid. Hay muchas, pero las que poseen los frescos más bellos se encuentran en el mismo pueblo, cerca de Struga: la iglesia de San Atanasio en Kališta, pintada hacia 1360, y la iglesia del monasterio de Kališta, cuya decoración data de finales del siglo XIV. En un estilo muy diferente, destacan también los asombrosos frescos del monasterio de Kučevište, en Skopska Crna Gora, cerca de Skopje. Aquí, los pintores de los siglos XVI y XVII representaron, entre otros, a Nabucodonosor y Alejandro Magno, a turcos con fez, a la pitonisa de Delfos y a los filósofos griegos Sócrates, Platón y Aristóteles.

¿Y las mezquitas?

No es nuestra intención despreciar el arte islámico, muy presente en el país, pero hay que decir que los edificios religiosos más bellos levantados por los otomanos no se encuentran en Macedonia del Norte ni en los Balcanes en general. Para comprobarlo, basta con visitar Estambul, en Turquía, donde se construyeron las mezquitas más grandes, elegantes y profusamente decoradas de todo el antiguo Imperio otomano. En los territorios europeos, los otomanos solo edificaron algunas mezquitas pequeñas. No obstante, recomendamos visitar la impresionante mezquita pintada de Tetovo, la antigua mezquita Sinan Tatar Bey de Kumanovo y las mezquitas de Mustafa Pasha y del sultán Murad en Skopie. La capital también cuenta con unos magníficos baños y caravasares construidos durante la época otomana. Tetovo posee uno de los lugares de culto sufí más importantes de los Balcanes, el tekké Arabati-Baba.