Los mejores restaurantes Austria

En el corazón de la espléndida región de esquí de Zillertal se alza un edificio de diseño minimalista, adornado con grandes cristaleras y parecido a un deslumbrante bloque de cristal. En el interior, el acogedor encanto alpino conserva la calidez de un refugio tradicional, con menús gastronómicos y catas de vino. Todo ello aderezado con un ambiente underground de brunchs de jazz, noches de DJ bajo las estrellas e inauguraciones de arte al aire libre. Y todo ello a 2.147 m de altitud. Es un lugar de moda, tanto para esquiadores empedernidos como para gourmets y amantes del vino.

Una dirección híbrida de cafetería y tienda de regalos totalmente inesperada, perfecta para relajarse o encontrar un recuerdo. El menú cambia cada semana, con un brunch imperdible que anima el pueblo, batidos llenos de vitaminas y aperitivos salados, entre los que destaca el bagel de aguacate y speck. No te pierdas la tarta de queso casera con arándanos, sublime con un café. Mención especial merecen sus opciones sin gluten y veganas, una rareza en esta región donde predomina el terruño. Al salir, saludamos a los tres caballos de la granja de enfrente, testigos de nuestra visita.

Antiguamente conocida como la Riviera de Innsbruck, esta dirección fusiona sabores japoneses y chinos evocando la nostalgia de los primeros besos de los lugareños. Alrededor de una parrilla Konro, se puede disfrutar de mejillones a la plancha y de una carbonara japonesa deliciosamente adictiva. El entrante estrella, el chashu, se realza con un martini con vermut y algas del lago Lans, o una limonada casera con lavanda o limón. En verano, el quiosco exterior se transforma en un oasis de sabor mediterráneo, con los pies coqueteando con el agua.

En la familia Ebster, la hospitalidad se transmite de generación en generación desde 1852. Hannes, heredero de la ^6ª generación, con su hijo en la cocina, reinventa el folclore de antaño con menús que combinan platos tradicionales y opciones vegetarianas, igual de sabrosas que la versión cárnica pero sin dejar el estómago pesado. En el comedor, caldeado por los tonos marrones típicos de las posadas tirolesas, las camareras en dirndl se pasean con generosos platos, entre ellos el imperdible hígado al horno de Zillertal. Imprescindible, sin excusas.

¡Cuidado con la cola delante del establecimiento! Esto es la perfección del Schnitzel. Este rey del schnitzel vienés es el epítome del estilo de vida tradicional vienés. Aquí se reúnen generaciones para disfrutar de la típica cocina vienesa acompañada de selectos vinos. Escondido en un bonito pasaje entre Bäckerstrasse y Wollzeile, el comedor se llena rápidamente. Se respira un ambiente de brasserie y se espera pacientemente el schnitzel. Otra dirección para este restaurante, fundado por Hans Figmüller en 1905, en la Bäckerstrasse.

Una « tiroler wirtshaus »,una posada tirolesa del más alto nivel. El restaurante dispone de una acogedora sala con paredes revestidas de madera, donde se sirven deliciosos platos tradicionales tiroleses en mesas de madera maciza: pato, schnitzel, cordon bleu, pasteles, etc. En verano, hay una gran terraza para comer al aire libre. Una dirección excelente con precios razonables para esta calidad de propuestas culinarias. Ambiente relajado y decoración elegante y sobria que le harán pasar un rato agradable. Mucho cliente local.

Una de las cuatro direcciones vienesas de esta exitosa cadena. Con su ambiente de pub y sus grandes mesas, este restaurante es un lugar de encuentro popular para los estudiantes desde el desayuno. Como su nombre indica, los platos locales e internacionales se ordenan por centímetros, pero también por porciones, ya sean pequeñas, medianas o grandes. Una buena dirección para pequeños presupuestos y grandes apetitos. Amplia selección de platos y sándwiches, ensaladas y sopas, platos vegetarianos y hamburguesas. También un largo menú de cervezas y otras bebidas alcohólicas y no alcohólicas.

Ideal para saborear el encanto de la cocina vienesa en un entorno encantador. En Plachutta pervive el arte tradicional de preparar la carne, elogiado por el emperador Francisco José. Aquí podrá degustar uno de los mejores Tafelspitz(estofados austriacos) de Viena, especialidad de la casa. La terraza es muy agradable, ¡y el Schnitzel es tan recomendable como el Tafelspitz! La empresa tiene otras dos direcciones en Viena y otros tres restaurantes, entre ellos el asador italiano Mario y el wirtshaus Grünspan.

Todo el saber hacer de una cervecería austriaca. Una Bauerngröstl, una Rindgulasch o una Wiener Schnitzel y con ello una Ottakring lager, una Schneider draught white, una König Ludwig black o una Grieskirchner. La casa se anuncia como "el Lokal más gemütlich (acogedor) del corazón de Viena". Situado en el corazón del Triángulo de las Bermudas, cuenta con una agradable terraza en verano. Un buen lugar para probar platos típicos, desde el Wiener Schnitzel hasta el Tafelspitz y las jugosas costillas de cerdo. También hay algunos platos innovadores.

Institución gastronómica, algunos platos son incluso semigastronómicos. El restaurante, que también cuenta con una charcutería al lado, ha optado por poner en valor los productos locales de calidad. El restaurante Triangel, frente al Palacio de Festivales, le recibe en una sala de madera con un ambiente acogedor y juvenil. Pero lo mejor, en cuanto aparecen los primeros rayos de sol, es la agradable terraza. En el plato, encontrará una cocina austriaca muy decente: sopas, ensaladas, platos de brasserie, postres divinos, vinos regionales y agua casera, tanto sin gas como con gas.

Este bar-restaurante, situado en la ^7ª planta del hotel del mismo nombre, frente a la catedral, ofrece unas vistas magníficas La marca también ofrece el ONYX, en la ^6ª planta, y un restaurante en el Albertina, y colabora en la organización de eventos como el Festival de Cine Musical de Verano en la plaza del Ayuntamiento, con sus puestos de cocina exótica. En la sede de Stephansplatz, podrá degustar especialidades austriacas o asiáticas. Por la noche, tómese una copa y disfrute de la catedral iluminada, la música lounge y el bling-bling.

Una pequeña, antigua y poco conocida pepita del oeste de Viena donde se puede disfrutar de la buena cocina austriaca, amigable, generosa y sin alboroto. Ven a fundirte en el decorado. Si está buscando autenticidad, aquí se le servirá. No hay (o hay pocos) turistas, cerveza fluida, asiduos y un entorno que parece no haber cambiado desde la posguerra. El toque de modernidad lo aporta un servicio joven y moderno. En el menú están los típicos platos de Gasthaus, que son tan vigorizantes como uno podría desear, para ser acompañados por una corriente de aire fresco. ¡No te decepcionarás!

Venga a cruzar los palillos en esta gran cantina asiática de moda, que elabora una cocina que combina China, Japón y Vietnam, ofrecida en forma de bufé y apreciada por una clientela más bien joven. La decoración es sencilla, en tonos blancos y rojos, con una gran variedad de fideos y grandes cuencos de arroz servidos con pollo, pato, gambas o verduras. No faltan los clásicos, desde la sopa pho hasta las gyozas. Estos sabores exóticos se regan con una buena cerveza asiática. Los platos sofisticados se sirven sólo hasta las 5 de la tarde. Por la noche, tapas asiáticas.

Los platos son en francés, pero las sabrosas tartinas, quiches y ensaladas se preparan con un auténtico toque austriaco. Le Bol ofrece un ambiente agradable y acogedor. Las raciones son generosas, a menudo con un bol de ensalada, de ahí el nombre del establecimiento. Sentados todos juntos alrededor de la gran mesa central de madera, o cada uno por su cuenta en un rincón más apartado, podrá disfrutar de una agradable pausa para comer y marcharse con la sensación de estar lleno y satisfecho. Se recomienda reservar. Otra dirección: el Bol Blanc Naglergasse.

En una bonita casa pintada y frente a un magnífico edificio de estilo barroco, este restaurante, incluso después de cinco siglos, sigue teniendo buen aspecto. Cada cliente dispone de una pequeña taquilla con una llave para guardar ropa y bolsos. Bajo el águila de la familia imperial (pintado en 1540), una cocina de gran nivel. Las pinturas de la pared de la planta baja fueron realizadas por el obispo de la ciudad, que subasta sus obras para recaudar dinero para el mantenimiento de la catedral de Innsbruck.

Una cantina muy agradable a cualquier hora. Aquí podrá desayunar, tomar un café rápido, un tentempié diurno, comer o cenar, tomar una copa de buen vino o un largo aperitivo con tapas... Es uno de los restaurantes-bar del MuseumsQuartier que atrae a los jóvenes y a los hipsters. El menú presenta una cocina mundial de inspiración oriental y mediterránea, con énfasis en las verduras. El servicio es amable. Un lugar especialmente moderno y agradable, sobre todo en verano, cuando se puede disfrutar de la terraza

La casa existe desde 1683. Ahora alberga un restaurante de alta cocina austriaca con una notable bodega. Se expone el menú semanal, con un plato que cambia cada día. Tampoco se olvida a los vegetarianos, con un plato diario. Comerá en un ambiente típico con muebles de madera, ideal para una pintoresca parada gastronómica. Los platos son clásicos: ensalada de arenque, filete de bacalao empanado con ensalada de patata mayonesa, etc. La hermosa sala del sótano está actualmente reservada para grupos.

Una institución en Viena Siempre llenos y muy famosos, los establecimientos de esta cadena ofrecen una gran variedad de tostadas. Ideal para una comida ligera o un pequeño tentempié con una copa de chardonnay o una cerveza. No vayas en horas punta porque será difícil encontrar una mesa. Hay una gran variedad de Brötchen (pequeñas rebanadas de pan con una pasta para untar), que puedes elegir detrás de una ventana de cristal, comer de pie o sentado, o llevar. La casa acaba de celebrar su 120º aniversario en Viena

En el acogedor barrio de Spittelberg, este restaurante bohemio se encuentra en una pequeña calle adoquinada con casas de estilo Biedermeier. Es un restaurante muy bueno con especialidades austriacas, pero no sólo. Acomódese en una acogedora sala y disfrute de una comida tranquila al son de los acordes de la ópera clásica. Deje sitio para los postres, que forman parte de la reputación del restaurante. El servicio es esmerado y puede confiar en la selección de vinos.

Brezl Gwölb es un establecimiento histórico que ofrece degustaciones 100% austriacas con tradición y calidad. Se puede comer en la terraza o en las bodegas abovedadas del sótano, que destilan un ambiente de pub. Se trata de un excelente y pequeño restaurante vienés en el casco antiguo, abarrotado a la hora de comer. Por la noche, se vuelve más íntimo y, mientras todo a su alrededor ya está cerrado, se puede comer caliente hasta las 21.30... Muy buena cocina local a precios muy asequibles, en un marco encantador típico de las pequeñas tabernas austriacas.

Es turístico, relativamente caro e inimitable. Una experiencia única. Aquí, placer y tradición se unen en un marco majestuoso, con excelentes especialidades austriacas de temporada y regionales en el menú: sopa a la antigua, schnitzel crujiente, strudel casero con pimentón y alcaravea, o filete de lubina asado con crema de pimiento amarillo... La velada está amenizada por una orquesta de cámara, y soñará con salir con un gran vestido o un smoking. Para una velada romántica en la que incluso podrá bailar el vals.

El edificio se menciona por primera vez en 1339. Hoy en día, en la sala gótica de Brunnenstube del siglo XV, así como en las demás salas, se sirven especialidades vienesas con excelentes vinos locales. Este Heuriger del centro de la ciudad nos transporta a la atmósfera de las posadas del campo en los viñedos del corazón de la ciudad. El "Sótano de los Doce Apóstoles" destila su cálida atmósfera en dos pisos. Aquí se puede disfrutar de una buena comida, platos calientes o platos de embutidos... Conciertos de música folclórica todas las noches.

Una cervecería dedicada a la elaboración de cerveza casera. Están representados todos los tipos de cerveza, en botella o de barril: oscura, ámbar, lager o Pils, blanca o mixta, especial o de la casa. Hay una cervecería para cada distrito. Y para acompañar su degustación de espumas, atrévase a probar la chuleta de cerdo rebozada en cerveza (Bierschnitzel). También bocadillos, costillas, flammekueches... Los precios son muy competitivos y la decoración es tradicional.

El lugar es por decirlo así perfecto, o casi, ya que la perfección es un concepto tan inútil como subjetivo. La comida es excelente y el vino es bueno. En el marco histórico de una antigua torre, paredes fortificadas, mesas macizas de época y servicio profesional. Muy pintoresco, velas en las mesas, un lugar ideal para conocer la ciudad. Se recomienda reservar, sobre todo los fines de semana por la noche. Un consejo: recuerde pedir una mesa cerca de la ventana para aumentar aún más su encanto.

El Sankt Peter Stiftskulinarium afirma ser el restaurante más antiguo de Europa. Data del año 803 y se encuentra en una bodega excavada en la roca. Originalmente era el refectorio de los monjes. El año 2020 marca su transformación con la apertura de un salón muy chulo en el patio, DJ en directo los jueves, viernes y sábados por la noche y brunch los fines de semana. Es realmente el lugar donde hay que estar! Hay dos restaurantes en el lugar: el Peter, con cocina austriaca y mediterránea, y el más refinado 803.

Ya sea en el jardín en días soleados, o en el interior, en la habitación boscosa tan típica de los Beisl, la comida será innegablemente convivial. En un ambiente popular, los buenos platos preparados por el chef le serán servidos por un equipo amistoso y profesional. A la carta, sopas, ensaladas y una lista de todos los platos tradicionales austriacos de temporada que se pueden esperar en una buena posada vienesa. La casa tiene sus seguidores, y puedes ver enseguida que esta es una buena dirección!

Detrás de una de las encantadoras fachadas típicas de Grinzing se encuentra este Heuriger muy agradable. Aquí se pueden degustar platos tradicionales, bastante contundentes, pero la ejecución es fina y agradable. Hay un bonito patio ajardinado donde los fines de semana actúan grupos folclóricos y dúos de excelentes músicos. Pero este establecimiento no es más turístico que cualquier otro... A los vieneses les gusta entretenerse con el sonido de los yodels. En cuanto al vino, el Riesling ofrece un sabor fresco y afrutado que merece la pena probar.

Es la versión gourmet del restaurante japonés. De hecho, el Shiki ha sido premiado con una estrella en la guía Michelin. Este restaurante acoge a una clientela burguesa en un ambiente refinado y muy urbano. El menú ofrece sushi y sashimi de alta calidad, pero es mucho más interesante probar los platos preparados que se distinguen por su gran delicadeza y están elaborados con productos ultra frescos y de calidad: carne de Kobe o wagyu, caviar, cangrejo de muda... Gran arte y todo el refinamiento japonés al alcance de los palillos.

Konstantin Filippou ha dado un gran golpe de efecto con la apertura de su restaurante de 35 plazas en el centro de Viena. Nada más llegar, ha entrado de inmediato en el club de los grandes chefs de la capital. Atrás quedaron los platos tradicionales Aquí, todo está pensado, concebido, imaginado, soñado... con un efecto impresionante. Tanto los sabores como la presentación de los platos son modernos. El ambiente es agradable y luminoso, y lo más destacado es la cocina, abierta al comedor. Imprescindible reservar.

Una dirección de moda. Un restaurante ecológico y gastronómico. Aquí podrá disfrutar de un ambiente industrial reformado y diseñado con gusto. Podrá sentarse en palés de madera o taburetes altos de metal pintados de colores vivos para disfrutar de una versión refinada de la cocina moderna de brasserie. Embutidos y salchichones caseros, hígado de ternera envasado al vacío y osobuco a la vienesa son sólo algunas de las delicias que se ofrecen a una clientela de bobos que aprecian esta cocina sana, inventiva y bellamente presentada. Las verduras ocupan un lugar destacado.

Platos vegetarianos y veganos creativos en un ambiente estudiantil. A un paso de la universidad, los estudiantes aprecian los bajos precios, los amplios horarios de apertura y la mezcla de estilos en un entorno sobrio. El menú mezcla inspiraciones e influencias asiáticas, mediterráneas y austriacas. Sólo hay alimentos ecológicos en el plato y en los bentos. Un gran brunch californiano y una selección de cuencos, cada uno más apetecible que el anterior. Puedes hacer malabares con los ingredientes y hacer tu propio bol. Novedad: salón de té los viernes por la tarde.

Un bistró-restaurante con alto valor culinario y gastronómico.La cocina de Elisabeth Geisler e Irmgard Sitzwohl es meticulosa, inventiva, de calidad, sabrosa y generosa. Aquí coexisten tres espacios diferentes: el restaurante, el bar de cócteles y la tienda de delicatessen. En el restaurante, con un ambiente agradable y acogedor, disfrutará de  platos deliciosos elaborados con productos de calidad, locales y ecológicos, que combinan influencias austro-alemanas e internacionales. Una parada excelente en Austria.

Alfred Miller's Schöneck, una posada situada desde 1899 cerca del castillo de Weiherburg en Innsbruck, es una casa pintoresca con un jardín encantador y una de las mejores direcciones gastronómicas de Innsbruck. La carta ofrece dos menús con los que puede confeccionar su propia comida. Alfred Miller prepara con entusiasmo una bullabesa que, según los que la han probado, «no tiene nada que envidiar a la mejor de Marsella». El pescado y la carne son de primera calidad, la caza y los postres, encantadores.

Una excelente dirección, galardonada con un toque Gault & Millau, café-bar durante el día y restaurante al mediodía y por la noche, que muestra una modernidad y frescura deslumbrante. El leitmotiv es la transparencia y la apertura. El establecimiento cuenta con una arquitectura contemporánea llena de luz y líneas claras; el interior de diseño nos invita a disfrutar de platos inspirados en la cocina internacional, un cóctel o un café, en una sala panorámica de cristal con vistas a la ciudad. Un lugar emblemático del Innsbruck de hoy.

Un magnífico descubrimiento culinario. Desde el principio hasta el final de la comida, sabores, creatividad, platos bien presentados y sabrosos, como el efiloché de cerdo, del que sólo probamos un bocado, o la hamburguesa de coliflor con patatas fritas caseras. El restaurante está situado en el Landestheater (edificio de la música), en pleno centro de la ciudad. Ambiente íntimo, luz tenue y sillones muy cómodos. Buena carta de vinos y cócteles. Excelente relación calidad-precio.

En la Place de Melk, con una vista impresionante de la abadía, esta delicatessen ha deleitado a los conocedores durante cuatro generaciones. Todo es casero, salchichas, patés, etc. Puedes llevarte o comer en el lugar, en la terraza o en el restaurante, desde las 11 de la mañana todos los días. A la hora del almuerzo, se ofrecen dos platos del día, además de todas las demás delicias que seguro que le abrirán el apetito. Para los sedientos, cerveza de barril, zumos de fruta, limonada, etc. Un sabroso, amistoso y típicamente austriaco descanso.

No es necesario alojarse en el Hôtel du Cheval Blanc para disfrutar de esta mesa, una de las tres del establecimiento. Pero si lo hace, se sentirá como si bajara a comer a casa. El entorno es todo lo romántico que se pueda desear, con el ventanal abierto de par en par al lago. Podrás oír el chapoteo del agua y elegir entre un menú fresco de cocina tradicional austriaca de muy alto nivel. Opte por un pescado del lago. En verano se llena enseguida

Una dirección ineludible que acaba de celebrar su 30º aniversario. La avenida principal del centro de la ciudad se abre a un gran salón acogedor y a un patio interior bajo los castaños. Es un lugar agradable y animado donde detenerse a tomar un café, compartir un momento con la familia o los amigos y disfrutar de una cocina fresca y generosa. Locales y turistas se reúnen aquí en un ambiente acogedor. Bonitas ensaladas en cuencos de madera, delicioso vegi-wok, carnes a la parrilla... Servicio muy amable.

Para variar de la cocina austriaca, he aquí un magnífico restaurante africano muy popular entre los estudiantes, frente a la plaza central, al otro lado del puente, a los pies del Ars Electronica Center. Un viaje gustativo que invita a probar boniatos, mandioca, plátanos y legumbres junto a verduras ecológicas y locales para confeccionar una cocina sana para compartir. Excelente curry vegetariano con lentejas, verduras, leche de coco, arroz y cuscús. De postre, la mousse de dátiles con fruta fresca es una delicia. El menú está disponible en inglés en el sitio web.

Una dirección gastronómica y altamente epicúrea. Rosso ofrece una cocina creativa basada en pescados y mariscos frescos. Puede empezar con pulpo a la parrilla sobre puré de apio o espárragos tiernos con vieiras, seguido de rodaballo salvaje en masa salada, para compartir, con salsa de flores de alcaparra, tomates cherry, aceitunas Taggiasca y rodajas de patata, y terminar con un sorbete de limón con prosecco y vodka.

Los mejores productos locales interpretados con originalidad y exotismo. Sobriedad, precisión y honestidad en el menú. Michael y Andrea Schwarzenbacher trabajan juntos desde hace más de 25 años en la orilla austriaca del lago de Constanza. Él se ocupa de los fogones, ella de la bodega. Pero es juntos como reciben y atienden a sus huéspedes. Y es un festival de verduras, flores, carnes de granja, pescado fresco... Aquí un simple tomate se convierte en una estrella, ¡imagínate sus compañeros en el plato!

A dos pasos de la plaza principal, este restaurante dispone de un amplio comedor y una terraza con vistas a la calle peatonal. Aquí, en una decoración vintage, se puede cenar la cocina vegetariana del día, con sopas, ensaladas, postres y bebidas del día. Ese día: sopa de berenjena, ajo y perejil, una bonita ensalada de pasta, semillas germinadas, ensalada mesclun, tomates cherry... Nos encanta este local asociativo con zona infantil, libros y prensa (en alemán, por supuesto). A la venta numerosos productos insólitos, artesanía, charcutería, vinos, mermeladas, ghee... E información cultural local. Un lugar realmente agradable.

Una deliciosa e improbable pepita en la turística Linzergrasse, bajo el signo de un zorro. Puede sentarse en la terraza junto a la calle, en la acogedora sala abovedada de época de un edificio histórico o, mejor aún, en el muy agradable patio interior, que apreciará por su romanticismo y calma. El servicio es amable y los platos austriacos, generosos. ¡Los que se sirven para dos pueden satisfacer a 4 personas! Zumos de frutas y bayas frescas y cócteles sin alcohol, cervezas y vinos locales. Un auténtico favorito.

Un lugar asequible para comer en este pueblo turístico con tendencia a inflar los precios Una forma sencilla de disfrutar de una apetitosa pizza, un plato de pasta o un risotto. Este pequeño restaurante situado en el centro del pueblo, no lejos de la iglesia, ofrece una acogida realmente encantadora, una decoración acogedora y el compromiso de ofrecer platos ricos en frescura y savoir-faire. Es la Italia del lago Wolfgang, llena de sabor y arte de vivir.

Entre el Danubio y el Bagersee, este bar-restaurante-pizzería tiene un ambiente muy acogedor, con una larga sala totalmente acristalada y una larga terraza de madera. Es un lugar ideal para hacer un alto en el camino para darse un baño o dar un paseo en bicicleta. Está comunicado con el centro de Innsbruck por un carril bici arbolado. Consulte en la web el plato del día (entre semana), siempre inspirado, como esta patata asada rellena de verduras a la parrilla, o elija entre las pizzas, pastas o platos más austriacos. Una dirección excelente y muy popular.

¡Un lugar excepcional! Puede sentarse en la terraza con vistas al Burggarten o en la enorme y encantadora sala del naranjal. El servicio rápido y con estilo, el ambiente elegante, la esmerada cocina austriaca y los platos generosos bastan para hacerle feliz. Aunque la dirección es muy turística y las mesas parecen estar abarrotadas, es un momento privilegiado y un placer para darse un capricho durante su estancia en Viena. Frente al jardín y a dos pasos del Albertina.

Una dirección con encanto en el centro peatonal. La terraza es agradable, pero en verano, a la hora de comer, es mejor disfrutar de la frescura del comedor elegantemente decorado, con techos altos, hermosas vigas, puertas correderas y cómodos asientos (bancos y sillones). El menú del mediodía, con sopas y un buffet libre de ensaladas y verduras crudas, además de una selección de semillas, aceites y vinagres locales, es una agradable sorpresa. El servicio es muy amable. También puede sentarse a tomar un café y disfrutar de un momento tranquilo en un ambiente refinado.