Descubrir Kenia a través del cine
Hasta hace muy poco, debido al contexto colonial y poscolonial, las producciones rodadas en Kenia eran principalmente extranjeras. A pesar de su punto de vista occidental y, por tanto, limitado, permiten descubrir ciertos aspectos de la historia del país. Entre las más conocidas figura Carnival of the Gods (1967), de Richard Brooks, que narra la amistad entre dos personajes, un blanco y un negro, en un país en transición hacia la independencia. El drama romántico Memorias de África (1985), de Sydney Pollack, protagonizado por Meryl Streep, cuenta la historia de dos amantes europeos y su ambiguo amor por el continente en vísperas de la Primera Guerra Mundial. En la misma línea, Nowhere in Africa, adaptación de la novela autobiográfica de Stefanie Zweig, narra la historia de una familia judía alemana que huye de la persecución nazi en la Alemania de entreguerras y se instala en el corazón de la sabana keniana.
En un género más reciente, tres películas francesas ofrecen una visión de la vida en la Kenia rural. Massaï, les guerriers de la pluie, de Pascal Plisson (2004), es un relato envolvente ambientado en la sabana junto a una tribu masai. En cuanto a los documentales, Les Chroniques de l'Afrique sauvage (1995) nos presenta la vida salvaje de la sabana en doce completos episodios. Por último, Umoja, le village interdit aux hommes (2008), dirigido por Jean Crousillac y Jean-Marc Sinclair, presenta una comunidad de refugio autónoma creada por mujeres samburu violadas por soldados británicos y luego repudiadas por sus familias. Un fascinante experimento matriarcal que hoy acoge a todas las mujeres que buscan un nuevo modelo de sociedad.
Crecimiento de la producción local
La asociación Riverwood Filmmakers, que reúne a casi 300 productores y directores kenianos, apoya a la industria local, que compite con el cine estadounidense, indio y nigeriano. Hasta la fecha se han producido más de cien películas "made in Kenya", con presupuestos muy modestos. El mercado de las series de televisión también está en auge desde que el gobierno impuso cuotas para la emisión de programas locales.
En cuanto al cine de autor, aunque el acceso de los jóvenes kenianos a los medios de producción sigue siendo difícil, un cine emergente se está haciendo un hueco poco a poco en la escena internacional. Nairobi Half Life (2012), de David Gitonga, la primera película keniana nominada a los Óscar, es una de las más destacadas. Esta nueva generación de cine africano también está representada por la directora Wanuri Kahiu. Su última película, Rafiki- "amigo" en suajili-, narra la historia de amor entre dos chicas jóvenes. Presentada en Cannes en mayo de 2018, fue un gran éxito entre el público local antes de ser prohibida por la Junta de Clasificación Cinematográfica de Kenia, por considerarla contraria a las costumbres keniatas.
Eventos comprometidos con el cine a lo largo del año
Fundado en 2011 en Nairobi, el Slum Film Festival celebra la ficción y los documentales rodados en los barrios marginales. Este certamen internacional muestra la expresión y creatividad de los cineastas de los barrios marginales y lleva el cine a zonas que no suelen tener acceso a él.
Para el público más joven, el Lola Kenya Screen Festival exhibe desde 2005 películas infantiles y/o realizadas por niños y adolescentes. ¡Aquí es donde se descubren los talentos del cine keniano del mañana! El programa incluye cortometrajes y producciones africanas, seleccionados por los propios jóvenes y galardonados con un premio del público.