Zonas de amortiguación comunitarias
La mayor parte del delta del Okavango está dividida en concesiones que forman zonas tampón entre la Reserva de Moremi y las zonas agrícolas situadas fuera de la valla veterinaria. La valla veterinaria, que rodea todo el delta, impide la propagación de enfermedades entre ungulados salvajes y domésticos. Estas concesiones, dispuestas alrededor de la reserva nacional, abarcan zonas muy extensas y la mayoría de las veces ofrecen una concentración de fauna salvaje similar a la de la propia reserva. Cada concesión se identifica por un número oficial - NG para Ngamiland, la gran región del noroeste del país, por ejemplo - seguido del número de concesión. La excepción son algunas explotaciones privadas que operan dentro de la reserva de Moremi. De acuerdo con las directrices del gobierno, se centran en el ecoturismo, minimizando su impacto en la naturaleza al tiempo que contribuyen a proteger el delta. Para ello, el gobierno de Botsuana las arrienda a empresas privadas por periodos de diez a quince años por término medio. En la mayoría de los casos, estas empresas trabajan en colaboración con las comunidades locales adscritas a cada concesión. Estas comunidades se benefician así del turismo, que es uno de los principales motores de su desarrollo, gracias sobre todo al impuesto sobre la inversión colectiva y a los puestos de trabajo creados con la instalación de los lodges. Mediante esta gestión participativa, el Gobierno intenta implicar a las poblaciones de los pueblos, a menudo desfavorecidas, en la conservación de su patrimonio natural.
Ecoturismo de alto nivel
En general, el ecoturismo en estas concesiones es de la máxima calidad. Por ello, los precios son caros, ¡y oscilan entre 400 y 3.000 dólares por noche y persona! Por lo general, todo está incluido en el paquete diario, excepto los traslados y actividades excepcionales como el safari aéreo. El acceso a las concesiones suele ser exclusivo, con un número muy limitado de camas por campamento y acceso sólo en taxi aéreo. Así que hay que reservar con mucha antelación, sobre todo durante la temporada alta, de junio a octubre. Los campamentos compiten en belleza. El ambiente varía: algunos son relajados, "cerca de la sabana", otros son más sofisticados. Ni que decir tiene que todos estos campamentos son muy confortables, y sus arquitectos e interioristas hacen milagros para que cada visitante se sienta a gusto. El servicio es impecable, exclusivo y atento a cada detalle. Un ejemplo que lo dice todo: en invierno, encontrará una bolsa de agua caliente envuelta en un cojín para calentar la cama, ¡que además es comodísima!
Muchas actividades
En el corazón de este entorno excepcional, que se extiende a lo largo de casi 20.000 km2 en el norte de Botsuana, la flora y la fauna son nada menos que espectaculares. A diferencia del Panhandle, que ofrece un avistamiento de fauna más limitado debido a la omnipresencia del agua, las concesiones del corazón del delta cuentan con ecosistemas terrestres muy ricos, tan diversos como la Reserva de Moremi. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las concesiones del norte están estacionalmente muy inundadas, mientras que las del sur lo están menos. Lógicamente, cuanto más cerca se esté del nacimiento del delta, más "húmedas" serán las concesiones y más se favorecerán las actividades acuáticas, como la navegación y la pesca. Por el contrario, cuanto más lejos, más "secas" son las concesiones y más se favorecen las actividades terrestres, como los safaris fotográficos y el senderismo. Se pueden dar paseos en mokoro por todo el delta cuando no hay demasiada agua. Algunos lodges también ofrecen paseos a caballo para jinetes experimentados, mientras que otros ofrecen safaris aéreos a bordo de un avión privado o un helicóptero, para admirar todo el esplendor del delta del Okavango. En la gran mayoría de estas concesiones, la normativa es mucho más flexible que en la Reserva de Moremi, lo que permite diversificar las actividades de safari. Por ejemplo, es posible salir de noche(night-drive), dar paseos(game o nature-walk) y conducir todoterreno, tres actividades estrictamente prohibidas en la reserva.
Wilderness Safaris, el glamuroso ecoturismo
Muchas empresas turísticas están muy comprometidas con la conservación del medio ambiente en Botsuana. Wilderness Safaris, la mayor agencia del país, es líder en este campo. En sus diversas concesiones, emplea a personas locales de las comunidades. Su programa educativo Children of the Wilderness cierra algunos campamentos al público en determinadas épocas del año para acoger a niños de entornos difíciles. Todo el personal recibe formación de la agencia en un campamento reservado exclusivamente a los empleados de Wilderness. Su departamento de medio ambiente trabaja conjuntamente con el departamento gubernamental de vida salvaje y parques nacionales. En la Isla del Jefe, trabajaron juntos para reintroducir rinocerontes blancos y negros que habían sido exterminados por la caza y la caza furtiva en 2001. El campamento de Mombo y Duma Tau, entre otras cosas, se alimentan totalmente de paneles solares. Esto está en consonancia con las nuevas directrices que el gobierno está tratando de aplicar, con nuevas leyes que exigen que todas las instalaciones turísticas importantes del país sean autosuficientes y se alimenten de energías renovables. Esta línea de gestión, junto con la sencilla belleza de los campamentos y la calidad de su servicio, ha permitido a esta empresa alcanzar la mayor notoriedad de la región. Estos alojamientos han sido frecuentados por celebridades como Steve Jobs, que regaló iPads a todos los miembros del personal. Esta cadena de lujo consigue minimizar su huella ecológica de forma ejemplar.