Un país de mayoría católica
Como en el resto de Latinoamérica, los colonos españoles dejaron profundas huellas de su paso por Cuba, sobre todo en lo que a creencias religiosas se refiere. Basta visitar La Habana y su impresionante hilera de iglesias para convencerse del peso histórico del catolicismo. Aunque Cuba es ahora un país laico, la religión católica impregna gran parte del comportamiento social -los cubanos son, en general, muy fervientes creyentes- y sigue siendo la religión dominante, aunque el número de católicos practicantes disminuye. Poco acorde con la doctrina marxista-leninista que preside la revolución cubana, su práctica fue reprimida durante mucho tiempo, hasta 1991, cuando el IV Congreso del Partido Comunista autorizó a los creyentes a afiliarse al partido. Unos años antes, en 1988, Fidel Castro, que fue estudiante jesuita en su juventud, aprobó incluso la importación de 30.000 biblias en español y aumentó el cupo de religiosos extranjeros autorizados a visitar la isla.
Aunque la inmensa mayoría de los cubanos profesa el catolicismo, varias decenas de miles de protestantes de todas las confesiones se suman a la población religiosa de la isla. Se calcula que la comunidad judía ronda el millar de personas, que acuden principalmente a la sinagoga del barrio del Vedado, en La Habana. Desde 2015, la capital cubana también alberga una mezquita: la Mezquita Abdallah, situada en Habana Vieja. Aunque la frecuentan sobre todo los expatriados musulmanes que viven en La Habana, también acude una minoría de cubanos convertidos al islam.
Pero no hay duda de que cuando se trata de espiritualidad, es a la santería a lo que más recurren los cubanos. Esta religión sincrética nació en la isla de la alianza forzada del culto católico y los cultos animistas africanos, y está estrechamente relacionada con el candomblé brasileño y el vudú haitiano.
El Papa Francisco y Cuba
Del 19 al 22 de septiembre de 2015, el Papa Francisco realizó su primera visita oficial de tres días a Cuba. Si bien era el tercer Papa que pisaba suelo cubano (Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012) en 17 años, era el primero que lo hacía en un contexto de optimismo sobre la apertura de la isla, tras haberse acordado el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos unos meses antes, el 17 de diciembre de 2014. La acogida del pueblo cubano fue memorable: júbilo popular a la par del fervor religioso cubano, sin duda multiplicado por el hecho de que el Papa Francisco es de origen argentino, ¡igual que el Che Guevara! El Papa celebró tres grandes misas: la primera en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana; la segunda en la Loma del Cruz de Holguín, ahora coronada por una enorme cruz cristiana en conmemoración del acontecimiento; y la tercera en la basílica de la Virgen del Cobre, patrona de Cuba, no lejos de Santiago de Cuba.
Paralelamente a estas celebraciones religiosas, el Papa Francisco se entrevistó con Raúl Castro, quien había visitado al Papa en Roma unos meses antes. Inmediatamente después de su visita a Cuba, el santo varón se dirigió a Estados Unidos, donde se reunió con el entonces presidente Barack Obama. Seis meses después, en marzo de 2016, Obama realizó una visita oficial a La Habana. Un momento histórico, dado que la anterior visita de un presidente estadounidense se remonta a... ¡1928! ¿Un milagro? Un gran paso adelante en el mejor de los casos... El verdadero milagro habría sido el levantamiento del embargo estadounidense sobre Cuba. En 2025, el embargo sigue en vigor.
Merece la pena mencionar aquí otra reunión histórica que tuvo lugar en Cuba. Casi mil años después del gran cisma entre cristianos orientales y occidentales, que se remonta a 1054, ¡los jefes de las dos Iglesias se reunieron por primera vez en Cuba! Fue en una sala del aeropuerto José Martí de La Habana, el 12 de febrero de 2016, donde el papa Francisco -que acababa de aterrizar en La Habana para su segunda visita oficial a la isla- y el patriarca Kirill (Cirilo), líder espiritual de la Iglesia ortodoxa, mantuvieron una reunión de dos horas. Aunque el camino hacia la reconciliación aún es largo, este momento histórico marca el inicio de un deshielo en las relaciones entre ortodoxos y católicos.
La santería
Emparentada con el vudú haitiano, pero también con el candomblé y la macumba brasileños, la santería es un sistema religioso afrocubano nacido de un sincretismo entre el culto yoruba y el catolicismo. Los esclavos africanos deportados a la isla hace varios siglos llevaron consigo sus creencias: el culto yoruba (Nigeria, Camerún y Dahomey). Evangelizados a la fuerza y prohibidos de practicar su culto, estos esclavos, aquí como en Haití y Brasil, se las arreglaron para honrar a sus dioses camuflándolos detrás de imágenes católicas, la única religión oficial de la época. Poco a poco, la santería se convirtió en una práctica religiosa muy codificada y compartida por la inmensa mayoría de los cubanos. Veámoslo más de cerca.
La práctica de la santería implica ceremonias de iniciación durante las cuales se realizan oraciones, rituales y sacrificios de animales. Cuando los cubanos hablan de estas ceremonias, quieren decir " hacer el santo". El objetivo de una ceremonia de santería es establecer un vínculo entre el mundo de los mortales y el de los espíritus, o más exactamente los santos y divinidades conocidos como orishas. Y esta comunicación, este punto de encuentro entre los dos mundos, se consigue a través del trance, posibilitado por el hipnótico sonido de los tambores(toque de santo) y los embriagadores cánticos de los participantes. El cuerpo del elegido, como un vehículo, es poseído por el espíritu de un orisha. El elegido lucha, con la mirada perdida en la vaguedad, y actúa bajo la influencia delorisha que habita en él. Proceso complejo y difícil, la iniciación puede tener lugar en caso de enfermedad o problema grave para salvar a una persona. Una iniciación también puede organizarse a petición del futuro iniciado, que desea profundizar sus conocimientos y su pertenencia a la religión, o incluso convertirse en sacerdote o participar activamente en el culto. Por ejemplo, los colores policromos o monocromos de las pulseras o collares que cuelgan de las muñecas o el cuello de los cubanos pueden indicar la devoción a uno de los orishas.
Cada deidad de la santería está asociada a un color específico. El blanco representa a Obbata la, símbolo de la sabiduría y la pureza. El azul marino designa a Yémaya, la Virgen de Regla, patrona de la Bahía de La Habana, diosa del mar y la navegación y patrona de los viajes. El rojo y el negro están dedicados a Eleggua, señor de los caminos, que abre y cierra las puertas de la vida. El rojo y el blanco son los colores de Changó, el santo asociado a la virilidad, el rayo y el poder. El amarillo representa a Ochún o Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba y diosa del amor, la belleza, la voluptuosidad y el agua... El panteón yoruba incluye multitud deorishas, cada uno invocado en una situación particular. Por ejemplo, Ochosi, el dios de la caza, acude en ayuda de quienes tienen problemas legales... Aunque los orishas tienen características humanas, hay uno que sólo posee atributos divinos: Olofin, el dios supremo. Olofin es esencialmente inaccesible y está totalmente separado del mundo humano.
Breve léxico de la santería
Abakua. Se trata de organizaciones secretas originarias de Calabar (región correspondiente al sur de la actual Nigeria) y que se desarrollaron con fuerza entre la población negra de Cuba a partir de la década de 1830. Fue en el seno de estas sociedades abakua donde se forjaron las costumbres y rituales de la santería, rituales que han influido profundamente en la cultura cubana. En las celebraciones rituales abakuá se utilizan instrumentos muy específicos. Los principales tambores son el bonkó enchemiyá, el bincomé, el obí-apá y el kuchi-yeremá. Otros instrumentos de percusión son el itón, el erikundi y el ekué. La campana se conoce como ekón.
Abebe. Este abanico de fibras vegetales, a menudo decorado con cascabeles, se agita para invocar alorisha con el que está asociado.
Agogo. Campana litúrgica utilizada para invocar a los orishas durante una ceremonia. Dependiendo delorisha, al igual que ocurre con eladebe, elagogo es diferente.
Altar. Es el famoso altar que se utiliza para rendir homenaje a los orishas. Se encuentra en muchos hogares cubanos. Alrededor delaltar suele haber soperas con objetos característicos de las deidades. Los cubanos no son tacaños con sus ofrendas: dejan aquí muchos regalos (dulces, bebidas, cigarrillos, etc.) para atraer la protección de los orishas.
Babalao. Babalao significa "padre del secreto" y se refiere a un sacerdote de la santería. El culto de Babalao está dedicado al dios Ifá, cuyo dominio es la adivinación.
Batá. Los tambores "Batá" (que significa "tambor" en lengua yoruba) son los tambores sagrados de la santería. Por ello, son los tambores más importantes para los afrocubanos. Existen tres tipos diferentes: Okónkolo, u Omelé, que es el más pequeño; Itótele, de tamaño intermedio; e Iyá, el mayor de los tres y el que lleva la batuta. Formados por dos membranas, estos tres tambores se tocan por ambos lados, con las manos desnudas.
Bembe. La palabra designa las danzas afrocubanas dedicadas a los orishas y, más generalmente, las fiestas ceremoniales que acompañan a estas danzas.
Cabildos. Estas sociedades de ayuda mutua, que existen desde elsiglo XVII, reúnen a los negros de Cuba. Sus funciones son sociales, culturales y religiosas. Los cabildos son los garantes del mantenimiento de las tradiciones africanas en Cuba y están en el origen de las comparsas, grupos de bailarines y cantantes que animan las calles durante los carnavales. Algunos cabildos se han convertido en verdaderas sociedades secretas parecidas a la masonería negra, como la hermandad Abakua, que sigue siendo poderosa hoy en día.
Caracoles. Estas conchas, conocidas como cauri en África, se utilizan en los rituales de adivinación practicados en la santería.
Comparsa. Grupo de bailarines y bailarinas, a veces vinculados a un barrio o pueblo, que desfilan en carnaval con una coreografía y vestuario comunes, y generalmente dirigidos por un líder que desfila con ellos.
Palo Monte. Culto similar a la santería, originario del Congo, con numerosos rituales de brujería.
 
                                             
                                             
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                        