Pape François lors de sa visite à La Havane en 2015 © Kako Escalona - Shutterstock.Com.jpg
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Un país de mayoría católica

Al igual que en el resto de América Latina, los colonos españoles dejaron profundas huellas de su paso por Cuba, especialmente en lo que respecta a las creencias religiosas. Sólo hay que pasear por La Habana y su impresionante ristra de iglesias para convencerse del peso histórico del catolicismo. Aunque Cuba es ahora un país laico, la religión católica impregna gran parte del comportamiento social - los cubanos son, en general, muy fervientes creyentes - y sigue siendo la religión dominante, aunque el número de católicos practicantes está disminuyendo. Poco acorde con la doctrina marxista-leninista que preside la revolución cubana, su práctica fue reprimida durante mucho tiempo, hasta que en 1991 el IV Congreso del Partido Comunista autorizó a los creyentes a afiliarse al partido. Unos años antes, en 1988, Fidel Castro, que fue estudiante jesuita en su juventud, incluso aprobó la importación de 30.000 biblias en español y aumentó el cupo de religiosos extranjeros autorizados a visitar la isla.

Si bien la gran mayoría de los cubanos se inclina por el catolicismo, varias decenas de miles de protestantes, de todas las tendencias, refuerzan la población religiosa de la isla. En cuanto a la comunidad judía, se calcula que hay unas mil personas, que acuden principalmente a la sinagoga del barrio del Vedado de La Habana. Desde 2015, la capital cubana también alberga una mezquita: la Mezquita Abdallah, situada en La Habana Vieja. Aunque lo frecuentan principalmente los expatriados musulmanes que viven en La Habana, también lo visita una minoría de cubanos convertidos al Islam

Pero no cabe duda de que cuando se trata de espiritualidad, es la santería a la que los cubanos acuden con mayor facilidad. Esta religión sincrética nació en la isla de la alianza forzada del culto católico y los cultos animistas africanos, y tiene parientes cercanos en el candomblé brasileño y el vudú haitiano.

El Papa Francisco y Cuba

Del 19 al 22 de septiembre de 2015, el Papa Francisco visitó por primera vez Cuba, en una visita oficial de tres días. Aunque era el tercer Papa que pisaba suelo cubano (Juan Pablo II en 1998 y Benedicto XVI en 2012) en 17 años, era el primero que lo hacía en un contexto optimista de apertura de la isla, al haberse hecho efectivo el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos unos meses antes, el 17 de diciembre de 2014. La acogida del pueblo cubano fue memorable: un júbilo popular a la altura del fervor religioso de Cuba, sin duda multiplicado por el hecho de que el Papa Francisco es de origen argentino, ¡como el Che Guevara! El Papa celebró tres grandes misas: la primera en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana; la segunda en la Loma del Cruz, en Holguín, ahora coronada por una enorme cruz cristiana en conmemoración del acontecimiento; la tercera en la Basílica de la Virgen del Cobre, patrona de Cuba, no lejos de Santiago de Cuba.

Paralelamente a estas celebraciones religiosas, el Papa Francisco se reunió con Raúl Castro, que había visitado al Papa en Roma unos meses antes. Inmediatamente después de su visita a Cuba, el santón se dirigió a Estados Unidos, donde se reunió con el entonces presidente Barack Obama. Este último realizaría una visita oficial a La Habana en marzo de 2016, seis meses después. Un momento histórico si se tiene en cuenta que la anterior visita de un presidente estadounidense se remonta a... ¡1928! ¿Un milagro? Un buen avance como mucho... El verdadero milagro habría sido el levantamiento del embargo estadounidense a Cuba. En 2022, el embargo sigue vigente. ¿Hará Joe Biden historia?

Cabe destacar otra reunión histórica que tuvo lugar en Cuba. Poco menos de un milenio después del gran cisma entre los cristianos de Oriente y Occidente, que se remonta a 1054, los jefes de las dos iglesias se reunieron por primera vez en Cuba Fue en una sala del aeropuerto José Martí de La Habana donde, el 12 de febrero de 2016, el papa Francisco -que acababa de aterrizar en La Habana para su segunda visita oficial a la isla- y el patriarca Kirill (Cirilo), líder espiritual de los ortodoxos, mantuvieron una reunión de dos horas. Aunque el camino de la reconciliación aún es largo, este momento histórico marca el inicio de un deshielo en las relaciones entre ortodoxos y católicos.

La santería

Emparentada con el vudú haitiano, pero también con el candomblé y la macumba brasileña, la santería es un sistema religioso afrocubano resultante del sincretismo entre el culto yoruba y el catolicismo. Los esclavos africanos que fueron deportados a la isla hace varios siglos trajeron consigo sus creencias: el culto yoruba (Nigeria, Camerún y Dahomey). Evangelizados a la fuerza y con la prohibición de practicar su culto, estos últimos, aquí como en Haití o Brasil, se las arreglaron para honrar a sus dioses camuflándolos detrás de imágenes católicas, la única religión oficial de la época. Poco a poco, la santería se desarrolló profundamente, hasta convertirse en una práctica religiosa completa y muy codificada, pero sobre todo compartida por la gran mayoría de los cubanos. Veamos con más detalle de qué se trata.

Lapráctica de la santería implica ceremonias de iniciación durante las cuales se realizan oraciones, rituales y sacrificios de animales. Cuando los cubanos hablan de estas ceremonias, quieren decir " hacer el santo". El objetivo de una ceremonia de santería es establecer una relación entre el mundo de los mortales y el de los espíritus, o más exactamente los santos, las deidades, llamados orishas. Y esta comunicación, este punto de encuentro de los dos mundos, se produce a través del trance, posibilitado por el sonido hipnótico de los tambores(toque de santo) y los cantos embriagadores de los participantes. El cuerpo del elegido, como un vehículo, es entonces poseído por el espíritu de un orisha. El elegido lucha, su mirada se pierde en la vaguedad y actúa bajo la influencia delorisha que lo habita. Un proceso complejo y difícil, la iniciación puede tener lugar en caso de enfermedad o de un problema grave para salvar a una persona. También se puede organizar una iniciación a petición del futuro iniciado que desee profundizar en su conocimiento y pertenencia a la religión, o incluso convertirse en sacerdote o tomar parte activa en el culto. Por ejemplo, los colores policromos o monocromos de las pulseras o collares que cuelgan de las muñecas o el cuello de los cubanos pueden indicar la devoción a uno de los orishas.

Cada deidad de la santería está asociada a un color específico. El blanco representa a Obbata la, símbolo de sabiduría y pureza. El azul marino designa a Yémaya, la virgen de Regla, patrona de la bahía de La Habana, diosa del mar y de la navegación, pero también patrona de los viajes. El rojo y el negro están dedicados a Eleggua, señor de los caminos, que abre y cierra las puertas de la vida. El rojo y el blanco son los colores de Changó, el santo asociado a la virilidad, el rayo y el poder. El amarillo representa a Ochún o la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba y diosa del amor, la belleza, la voluptuosidad y el agua... El panteón yoruba incluye una multitud deorishas, y cada uno es invocado en una situación particular. Por ejemplo, Ochosi, el dios de la caza, ayuda a los que tienen problemas con la justicia... Mientras que los orishas tienen características humanas, hay uno que sólo tiene atributos divinos: Olofin, el dios supremo. Olofin es en esencia inaccesible y está totalmente separado del mundo humano.

Breve léxico de la santería

Abakua. Se trata de organizaciones secretas originarias de Calabar (región correspondiente al sur de la actual Nigeria) y que se desarrollaron con fuerza entre la población negra de Cuba a partir de la década de 1830. Es en el seno de estas sociedades abakuá donde se forjaron las costumbres y rituales de la santería, rituales que han calado profundamente en la cultura cubana. Durante las celebraciones rituales de Abakua se utilizan instrumentos específicos. Los principales tambores son el bonkó enchemiyá, el bincomé, el obí-apá y el kuchi-yeremá. También se utilizan otros instrumentos de percusión, como el itón, el erikundi y el ekué. La campana se llama ekón.

Abebe. Este abanico de fibras vegetales, a menudo decorado y adornado con cascabeles, se agita para invocar alorisha con el que está asociado.

Agogo. Campana litúrgica utilizada para invocar a los orishas durante una ceremonia. Dependiendo delorisha, en cuanto aladebe, elagogo es diferente.

Altar. Este es el famoso altar utilizado para rendir homenaje a los orishas. Se encuentra en muchos hogares cubanos. Alrededor delaltar se disponen generalmente soperas que contienen elementos característicos de las deidades. Los cubanos no son tacaños con sus ofrendas: dejan muchos regalos (dulces, bebidas, cigarrillos, etc.) para atraer la protección de los orishas.

Babalao. La palabra significa "padre del secreto" y designa a un sacerdote de la santería. El culto del babalao está dedicado al dios Ifá, cuyo dominio es la adivinación

Batá. Los tambores "batá" (que significa "tambor" en lengua yoruba) son los tambores sagrados de la santería. Por ello, son los tambores más importantes para los afrocubanos. Hay tres tipos diferentes: Okónkolo, u Omelé, que es el más pequeño; Itótele, de tamaño intermedio; e Iyá, el mayor de los tres y el que lidera. Fabricados con dos membranas, estos tres tambores se tocan por ambos lados, con las manos desnudas.

Bembe. La palabra se refiere al conjunto de danzas afrocubanas dedicadas a los orishas, pero también, de forma más general, a la fiesta ceremonial que acompaña a estos bailes.

Cabildos. Estas sociedades de ayuda mutua, que existen desde el siglo XVII, agrupan a los negros de Cuba. Sus funciones son sociales, culturales y religiosas. Los cabildos son los garantes del mantenimiento de las tradiciones africanas en Cuba y están en el origen de las comparsas, esos grupos de bailarines y cantantes que animan las calles durante los carnavales. Algunos cabildos se convirtieron en verdaderas sociedades secretas similares a una masonería negra, como la hermandad Abakua, que sigue siendo poderosa en la actualidad.

Caracoles. Estas conchas, llamadas cowries en África, se utilizan en los rituales de adivinación que se practican en la santería.

Comparsa. Grupo de bailarines, a veces vinculados a un barrio o ciudad, que desfilan en un carnaval con una coreografía y unos disfraces comunes, y que suelen estar dirigidos por un líder que desfila con ellos

Palo Monte. Culto cercano a la santería, originario del Congo, con muchos rituales de brujería.