Artesanía tradicional
Si busca artesanía sudamericana, Buenos Aires no es la ciudad que debe incluir en su itinerario. Aunque abundan los mercados al aire libre, donde a menudo se exponen y venden hermosas antigüedades, la artesanía se produce principalmente en el interior del país. La Pampa, el Noroeste y la Patagonia ofrecen auténtica artesanía, y encontrará numerosos objetos folclóricos, coloridas prendas y esculturas. Fuera de la capital, en la Feria de Mataderos (un mercado gaucho en el suroeste de la ciudad) o en San Antonio de Areco, por ejemplo, podrá hacerse con el atuendo gaucho perfecto: boleadoras (una especie de lazo), cuchillos, objetos de orfebrería, elaborados mates, prendas de vestir(bombachas de campo, cinturones, boinas, etc.). La pieza imperdible es sin duda un cuchillo gaucho, con mango de caparazón de armadillo, del pueblo de San Antonio de Areco. Y la tierra de los gauchos es famosa por su cuero, uno de los mejores del mundo: barato y de la mejor calidad, el cuero argentino se elabora con un saber hacer único. Chaquetas, cinturones, bolsos, zapatos... el cuero tiene muchas formas y tamaños, pero cuidado con las imitaciones. Busque etiquetas que confirmen el tipo de material utilizado, compruebe los forros y, sobre todo, use el olfato: ¡el olor del cuero auténtico es fácilmente identificable! Para encontrar las mejores gangas, aléjese de la capital. Si se dirige a Salta, por ejemplo, encontrará una oferta mucho más amplia y precios más baratos. La artesanía es más colorida y similar a la de los países andinos. En el noroeste del país, una de las artesanías más populares es el cactus seco o salero, que se encuentra en las quebradas. Un colgante de Purmamarca es muy típico de los pueblos andinos: puede colocarse en el brazo de un sillón o colgarse de una pared ¡para decorar toda una habitación! También en la región, en Salinas Grandes, a 4.000 m de altitud, los escultores tallan magníficas pequeñas esculturas en forma de cactus o llamas a partir de bloques de sal: ¡un recuerdo único que no abulta demasiado! En la Aripuca de Puerto Iguazú, al noreste del país, podrá optar por las joyas de madera fabricadas por los amerindios guaraníes. Por último, el emblemático poncho se encuentra en casi todas partes, pero cuidado: ¡cada región tiene su propio poncho! En Salta, el poncho es rojo oscuro y está decorado con flecos, mientras que en la provincia de Santa Cruz es más parecido a una túnica, que cubre parte de las piernas y todos los brazos. Ponchos, ruanas y otros chamantos combinan folclore y moda, y se pueden encontrar de lana de llama, alpaca o incluso vicuña, desde los más kitsch a los más refinados, con diferentes estampados, cortes y materiales. También puedes dejarte tentar por bufandas bordadas o zapatos multicolores de marcado estilo étnico. Herencias culturales y piezas únicas, a menudo se trata de objetos que cuentan historias y que le harán comprender aún mejor la esencia de Argentina, y hoy en día, ¿qué mejor manera de apoyar la economía local? Evite los productos manufacturados "Made in China " y decántese por los mercados de los pequeños pueblos y las tiendecitas de artesanía.
Buenos Aires, destino de compras
Al igual que el fútbol, el shopping también puede ser un auténtico deporte nacional: en agosto de 2005, la ciudad de Buenos Aires fue proclamada primera Ciudad UNESCO del Diseño, una novedad impulsada por la reconocida energía y capacidad de innovación de la ciudad en este sector contemporáneo. Con este gesto tan simbólico, la UNESCO reconoce una de las industrias del diseño más sólidas y productivas del continente sudamericano, especialmente palpable en los campos de la moda y el diseño. El barrio de Palermo, rebosante de actividad y a la vanguardia de la moda, es una elección natural como caldo de cultivo en este campo. Hay muchas boutiques dedicadas a ello, entre las que se cuentan pequeños diseñadores de accesorios de moda, inspirados decoradores de interiores, elegantes boutiques de ropa... Algunas de las boutiques más selectas de la capital están especializadas en artículos de cuero de lujo. Los amantes de las compras pueden elegir entre modernos centros comerciales, tiendas al aire libre o ferias más tradicionales. Para ir de compras a la americana, diríjase a los gigantes de la capital: puede detenerse en las 174 tiendas del Abasto, antiguos salones Art Déco reconvertidos en centro comercial, o pasar por las Galerías Pacífico, declaradas monumento histórico por su arquitectura y sus frescos artísticos creados en el marco de un proyecto colectivo. En el Recoleta Mall, uno de los centros comerciales más grandes de la capital, inaugurado en 2011, también encontrará numerosas tiendas de moda. Si prefiere las boutiques de moda, diríjase a las calles de Palermo Soho (Avenida Córdoba o Avenida Santa Fe), donde encontrará tiendas con productos únicos y originales. Si prefiere la autenticidad y las compras improvisadas, dé un paseo por el Mercado de las Pulgas, donde podrá hacerse con un sinfín de pequeños tesoros, o acérquese a la Feria del Mercado de las Luces, donde encontrará una gran variedad de antigüedades. Buenos Aires también es sinónimo de nostalgia por un glorioso pasado tanguero. En San Telmo, los melómanos encontrarán fácilmente un vinilo o un CD de Carlos Gardel, la gran figura del tango argentino. O decantarse por un disco de Narcotango o Tanghetto, grupos de electro-tango en la misma línea que Gotan Project. Los amantes de la literatura querrán hacerse con un cómic de Quino, el mundialmente conocido creador de Mafalda, la niña anticonformista que sigue siendo un símbolo de la lucha contra la injusticia y la desigualdad. San Telmo también es famoso por su feria, donde encontrarás todo tipo de antigüedades y artesanías, como estos pequeños paneles de madera pintados en el arte del fileteado porteño (una técnica incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2015). Y, por supuesto, los aficionados al fútbol podrán hacerse con una camiseta de Boca Juniors, River Plate o la Albiceleste. Tú eliges el jugador y el número que llevas, pero como buen puertorriqueño, siempre te recomendaremos el número 10 de Maradona en la espalda En el barrio de La Boca, en Buenos Aires, no te faltará donde elegir.
Sabores gourmet
Es imposible no dejarse tentar por los sabores de Argentina Aunque su gastronomía suele resumirse en parrillas, pizzas y empanadas, el país reserva otras sorpresas para el paladar. Así que, ¿por qué no meter algunas cosas en las maletas para continuar la aventura culinaria de vuelta a casa? Aunque no es para todos los paladares, el mate ha conquistado a un gran número de viajeros, que cambian la infusión por una calabaza y una bombilla. Símbolo de convivencia, el mate se disfruta y se comparte mejor con los demás. El mate se encuentra en todas partes, incluso en los supermercados: es tan bueno como en cualquier otro sitio, e igual de sabroso. Los carnívoros también pueden aprovisionarse para seguir disfrutando de la ternura de la carne argentina al volver a casa. Eso sí, con una condición: asegúrese de comprar la carne envasada al vacío y de respetar la cadena de frío. Si le gustan las cosas bellas de la vida, como el vino, no puede escapar a las grandes cosechas argentinas. En un país donde la buena carne es imprescindible, no es difícil encontrar el vino adecuado para acompañarla: los vinos más solicitados, con sus sabores más característicos, son los elaborados exclusivamente (o casi exclusivamente) a partir de una sola variedad de uva, conocidos como varietales. Los tintos más comunes son Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah. Les siguen Merlot, Pinot Noir, Sangiovese y Barbera. El malbec es la variedad de uva específica y emblemática de Argentina, y algunos buenos ejemplos son el malbec de Cavas Weinart, el malbec de Viniterra, el malbec rutini de Bodega La Rural y el malbec de Fabre Montmayou. El Cabernet Sauvignon de 1993 de Finca Catena Zapata está considerado uno de los mejores vinos de Argentina, y uno de los más caros. Más económicos son Finca Flichman Cabernet Sauvignon, también de Finca Catena Zapata, Reserva Privada de Navarro Correas, Fabre Montmayou Cabernet Sauvignon, Cavas Weinart Cabernet Sauvignon y Michel Torino Cabernet Sauvignon. Los amantes del vino blanco pueden hacerse con una botella de torrontés de Cafayate, e incluso hay una pequeña tienda en la ciudad que vende helados elaborados con este sabor, mientras que los aficionados al vino tinto pueden probar un Malbec de la región de Mendoza. En cuanto a dulces, no olvide traer dulce de leche. Esta especialidad culinaria, una especie de dulce de leche, difícilmente acumule polvo en la alacena y combina tan bien con panqueques como con tostadas. El ineludible chocolate de Bariloche, el mejor del país, es tan tentador como los alfajores, pasteles que a menudo sirven de postre. Por último, en la Patagonia, varias charcuterías preparan packs especiales fáciles de meter en la maleta: un trío de patés de trucha, jabalí y venado, especias australes (¡el merkén no puede faltar en su cocina!), miel, mermeladas de Calafate, té de escaramujo... ¡para disfrutar sin moderación!