Restaurantes cocina del mundo Turquía

Un establecimiento sin pretensiones en el corazón del tradicional barrio de Balat, que debe su popularidad a su acogedor ambiente. Los köfte son deliciosos y se cocinan con verduras de temporada. La carta también incluye varias carnes a la parrilla, ensaladas, especiales del día y sabrosos meze, además de algunos postres tradicionales turcos. Las porciones son generosas y el personal es amable. Y todo ello con unas excelentes vistas del Cuerno de Oro desde la terraza en verano. Un lugar perfecto para comer en el corazón de Balat.

Un pequeño y encantador establecimiento en un callejón tranquilo sobre la torre de Gálata. El local destaca por sus desayunos y su amplia selección de mermeladas caseras. Después de desayunar aquí, olvídese del almuerzo, porque ya no tendrá más apetito. Los almuerzos y las cenas están al mismo nivel. La carta varía en función de la inspiración del chef y de los productos de temporada que se encuentren en el mercado. Es un buen lugar para disfrutar de un momento de relajación. Acceso a wifi. Y por la noche se puede venir a tomar una copa.

La elegancia de esta taberna griega solo se puede comparar con la finura de su cocina. Aquí se viene a comer pescado, que se compra por piezas. Se elige aún crudo, ultra fresco, y también se decide la forma de cocinarlo. Luego se sirve con unas hojas de rúcula (roka) y con limón. Se puede acompañar con un surtido de meze, ¡delicioso! Además, tendrá una espléndida vista del Bósforo. Otro establecimiento en Yeşilköy con vistas al mar de Mármara. En pocos meses, este restaurante se ha convertido en uno de los mejores de Estambul.

En este lokanta, Mehmet le recibirá con una sonrisa para que pruebe su rica comida casera. Mezze, cazuela de pescado y chuletas de cordero a la parrilla: todo fresco y delicioso. Los vegetarianos también pueden disfrutar de las deliciosas flores de calabacín y las empanadas de verduras fritas. Las sarmas (hojas de parra rellenas de arroz) están de muerte, así como la moussaka, las brochetas... Es difícil elegir. Absolutamente todo lo que sirven en este pequeño restaurante está delicioso. Es barato, generoso y los propietarios son muy amables. ¡Venga!

El restaurante Körfez es el más antiguo de Bodrum: lleva abierto desde 1927. Tiene una hermosa terraza con vistas al mar. A Ali, el propietario, le encanta contar la historia de Bodrum. Aquí el marisco es el protagonista: gambas, cigalas, calamares fritos, pulpo... No sabrá qué elegir. Las recetas se han transmitido de generación en generación, los platos de pescado están deliciosos y el servicio es de primera. Un bar con música tradicional, situado en una calle perpendicular a la calle Cumhuriyet, que ofrece un ambiente local y un buen rakı.

Este gran restaurante se encuentra en una antigua escuela y goza de un entorno inolvidable. La carta ofrece diferentes platos: pollo, cordero, pavo, köfte... Usted elige. Lejos de lo que podría sugerir la belleza del establecimiento, los precios son muy razonables y la cocina es tradicional y buena. No puede perderse la especialidad: las chuletas de cordero. También ofrecen desayunos, tabla de quesos, platos de aperitivo con varios mezzes y opciones vegetarianas.

En una casa tradicional de Esmirna que data de 1888, de ahí su nombre, este restaurante ofrece una amplia gama de especialidades turcas, españolas y judías, pero también un menú internacional con hamburguesas. El interior es acogedor y está decorado siguiendo el estilo modernista y el jardín es muy bonito. El restaurante es también un bar y un pub y a veces toca una banda en directo, está muy bien. Otras noches, el ambiente es de música tecno. El establecimiento está situado en el animado barrio de Alsançak. Los fines de semana está muy concurrido.

No existen las casualidades, y el Yeni Lokanta no es uno de los restaurantes más populares de Estambul por una casualidad. ¿Su receta? El jefe y chef, Civan Er, ha viajado por todo el mundo para impregnarse de todas las culturas y hacer de ellas una mezcla única. ¡Y lo ha conseguido! El servicio es impecable y el personal agradable. Entre los platos esenciales: sucuk (salchicha picante) con nueces, o los mantı (raviolis) rellenos de berenjenas secas. Los precios son mucho más altos que la media de Estambul, especialmente la carta de vinos.

Si no supiera lo que le espera dentro, pasaría de largo sin dudarlo. Pero algunas pistas no engañan: la sala y las pocas mesas de la acera suelen estar siempre llenas de estambulíes que vienen a saborear una cocina casera, copiosa, sabrosa y barata. El menú cambia cada día, solo hay que elegir entre los platos preparados por la cocina abierta. Por unas cuantas liras, tiene sopa, un trozo de musaka, un salteado de ternera o pollo... En definitiva, una pequeña y agradable cantina de barrio.

El Yalı Kıyı Balik sigue conservando su autenticidad y se encuentra en el paseo marítimo. Su maravillosa terraza da a los yates y al atardecer se vuelve mágica. El restaurante ofrece especialidades deliciosas como las flores de calabacín rellenas y magníficos pescados que se venden al peso. Puede elegir entre los pescados que hayan traído ese día, expuestos sobre un lecho de hielo a la entrada del restaurante. Los camareros podrán aconsejarle. Las copas de vino son generosas.

Lo que diferencia a Çirali de otras cadenas es que aquí la carne se asa al carbón, lo que potencia el sabor del döner. Elegirá qué carne quiere al peso. Si tiene hambre, el kebap iskender, con sus largas lonchas de carne, le alegrará el día, y si tiene mucha, mucha hambre, opte por el plato completo con verduras y arroz. El pan lavash, el pan tradicional turco, está delicioso y es perfecto para acompañar un dürüm de cordero. El beyti kebab está exquisito. Servicio eficiente y amable.

En una estrecha callejuela del centro de Bodrum, este restaurante sin florituras ofrece las que algunos consideran las mejores pizzas de la región. Podrá saborearlas en una coqueta terraza a la sombra de los árboles. También sirven pasta, entrantes, risotto y todos los clásicos de la cocina italiana. Deje sitio para el delicioso tiramisú. Las raciones son generosas, y los precios, razonables. Obviamente, el lugar suele estar abarrotado en verano. Dispone de una buena carta de vinos para acompañar la cena. Servicio rápido y eficaz. Es necesario reservar.

El Uzun Ev es uno de los pocos restaurantes que no pertenece a un hotel. Gestionado por el amable Osman, ofrece una carta bastante variada. Pescado, marisco y carne, mezze, sopas, börek... Las propuestas deleitarán y saciarán todos los apetitos. La especialidad es la lubina (de piscifactoría) al estilo de Aristóteles (fricasé al horno). Si no desea comer, también puede tomar una copa. Hay bebidas alcohólicas en la carta. Las mesas y sillas azules alineadas frente al mar Egeo permiten disfrutar de un descanso al son del chapoteo del agua.

Nizam Pide cuenta con tres restaurantes de la misma cadena en Estambul: en Galatasaray, Taksim y Harbiye. Es el lugar ideal para disfrutar de muy buenas pides (las famosas pizzas turcas) a cualquier hora del día y de la noche. El personal es muy amable y podrá aconsejarle sobre una amplia selección de platos basados en ingredientes locales y siempre frescos (pides, parrillas, kebabs...). Para los postres, pruebe sus famosos «rice puddings». Todo lo que ofrece la carta de Nizam Pide también se puede pedir para llevar.

Tras su gran éxito en el Cuerno de Oro, la cadena inauguró esta segunda taberna en el moderno barrio de Moda. Es muy apreciada sobre todo por su zona ajardinada. El ambiente es un tanto diferente al otro local, pero sin dejar de ser amistoso, mientras que el menú y el deleite de las papilas gustativas son idénticos. Gran variedad de meze y pescados (no hay carne), que se sirven en bandejas. Entre las especialidades, destacar la ensalada mediterránea y, de postre, el suculento tahin-pekmez, una crema de sésamo, canela y pistachos triturados hecha al horno.

Es una buena ocasión para recordarlo: a los turcos les encanta el arroz. La clientela suele ser la gente del barrio, pero también otros que vienen de lejos para saborear el arroz de este restaurante, porque además de sabroso, los precios son inmejorables. Se sirve con kuru fasulye (alubias blancas), nohut (garbanzos), tavuk (pollo) o ensalada. Y los que no quieran arroz, pueden pedir boulghour. Todo está en exposición. No sirven alcohol. Los lugareños generalmente beben ayran (yogur batido salado). Con unas pocas mesas dentro, mucha gente pide para llevar.

La pequeña isla de Heybeliada es como una bocanada de aire fresco, lejos de la gran metrópolis de Estambul y sus 16 millones de habitantes. Se puede dar un paseo en calesa tirada por caballos frente al mar, pero si le preocupa el bienestar de los animales, puede alquilar una bicicleta. En verano, muchos estambulíes y turistas se reúnen en la isla para hacer un pícnic, aunque también es posible alquilar una barbacoa. Las carnicerías y pequeñas tiendas de comestibles del centro de la isla le proporcionarán un auténtico festín para disfrutar sobre la hierba.

Es uno de los mejores sitios de Pamukkale para comer, cenar o tomar una copa debido al precioso paisaje que lo rodea y a su pequeña terraza llena de sombra. El Kayas Restaurant sirve especialidades turcas, parrilladas y platos vegetarianos. La bienvenida es amable y la música, agradable. El bar está bien surtido de alcohol y puede pedir su cóctel favorito. También puede probar un excelente narguile. Su ambiente internacional es muy popular entre los viajeros de todo el mundo.

Este encantador restaurante, situado en la terraza del hotel del mismo nombre, ofrece unas espléndidas vistas de la bahía de Bodrum y su castillo, pero las vistas no son lo único que podrá disfrutar. La comida que se sirve aquí está deliciosa. El secreto de este establecimiento es un equipo entusiasta, productos frescos, locales y de temporada, y el liderazgo de un chef creativo. El pescado y el marisco de los pescadores locales son los protagonistas. Además, dispone de una buena carta de vinos, algunos de los cuales (HG Organics) son elaborados por el propietario.

A un paso de los muelles se encuentra el restaurante Balikçi Kahraman, más conocido como el «maestro del pescado». Los muros del establecimiento están llenos de artículos de prensa. En cuanto a la carta... ¡no hay! Si no habla turco, será complicado, pero se va a reír un buen rato. De todas formas, no se preocupe, la casa es bastante honesta y los camareros son muy serviciales, seguro que podrán aconsejarle, aunque les lleve su tiempo. Mejor evitar el fin de semana. La cuenta sube un poco (casi el doble) si se decide por el rodaballo, pero es que está tan rico...

La Old Greek House es una bonita casa griega de madera tallada y piedra, con pinturas tanto en el interior como en el exterior. El restaurante es muy famoso entre los lugareños por su deliciosa cocina tradicional. Es una pena que los precios hayan subido con la fama, pero sigue siendo asequible: el menú es abundante y cuesta alrededor de 110 TL. También cuenta con una pensión con trece habitaciones. Si no quiere quedarse a comer ni a dormir, puede visitar la casa por unas pocas liras; merece la pena.