Qué ver y hacer Menorca

El Bastió de sa Font, situado cerca del Ayuntamiento y de la Plaça des Born, es uno de los pocos vestigios que quedan del recinto fortificado construido en el siglo ^XVII para sustituir a la muralla medieval, gravemente dañada durante el saqueo turco de 1558. Tras servir como ampliación del Museo Municipal de Ciutadella, este recinto, propiedad del ayuntamiento, cumple ahora las funciones de conservación e investigación del museo. En particular, alberga un espacio dedicado a los investigadores.

Este imponente baluarte es uno de los pocos restos de la muralla ^{del siglo XVII} que rodeaba la ciudad de Cuitadella. Aunque sus orígenes se remontan al siglo ^XIV, después de que la ciudad pasara a formar parte de la Corona catalano-aragonesa, la muralla fue reconstruida en gran parte tras las invasiones turcas de 1558, aunque siguiendo la línea original. Dominando el puerto, el baluarte ofrece a los visitantes una vista inmejorable de sus aguas centelleantes. El ayuntamiento ocupa ahora el interior de estas antiguas murallas.

Los restos de So na Caçana tienden a considerarse como los de un conjunto de santuarios religiosos (una taula y dos talayots) vinculados a varios poblados talayóticos circundantes. Sin embargo, hay indicios de que el yacimiento pudo ser un poblado en sí mismo: algunas viviendas, dos círculos de piedras y una necrópolis con numerosos hipogeos funerarios. El yacimiento estuvo ocupado hasta la época romana, como demuestran los hallazgos arqueológicos en algunos de sus monumentos.

Con una superficie de 42.420 m², el antiguo poblado talayótico de Son Catlar, situado en la carretera entre Ciutadella y Son Saura, estuvo ocupado hasta la época romana (123 a.C.) y contiene talaiots circulares (las construcciones más antiguas del yacimiento) y una muralla ciclópea de casi 900 metros de longitud. La muralla ciclópea es la única muralla prehistórica conservada en su totalidad en la que se distingue el sistema constructivo talayótico y el de las posteriores torres cuadradas adosadas.

Talatí de Dalt es uno de los poblados prehistóricos más notables de la isla. Alberga varios monumentos: un talaiot de planta elíptica y perfil troncocónico, un recinto de taula, una zona de viviendas y varias cuevas excavadas. También presenta una configuración especial, con una columna y su capitel apoyados en el lateral de la T central, probablemente porque se habían caído por accidente. Durante las excavaciones se encontraron aquí varios objetos rituales, entre ellos restos óseos de corderos y cabras y ánforas para vino.

En lo más profundo de los acantilados de Cales Coves, que forman dos calas, hay unas noventa cuevas excavadas en la roca: se trata de la necrópolis talayótica más importante de Menorca. Mientras que las cuevas más antiguas se remontan a la Edad del Bronce, las más recientes datan de la Edad del Hierro, cuando los ritos funerarios se combinaron con la cremación. Los objetos encontrados aquí se conservan actualmente en el Museo de Menorca. Durante la época romana, el yacimiento fue lugar de peregrinaciones religiosas.

En el corazón de la iglesia homónima del casco antiguo de Alaior, la capilla de Gràcia, construida en el siglo ^XVI, fue objeto de una restauración completa en 1734 debido a su estado de deterioro especialmente avanzado. Durante la Guerra Civil fue utilizada como enfermería. En la actualidad, la capilla de Gràcia, que sigue siendo una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, ha perdido su función religiosa y se utiliza como sede de exposiciones de arte contemporáneo. Se recomienda visitarla tanto por su arte como por su arquitectura.

Tras un largo proceso de rehabilitación, el convento de Sant Diego (1629) se transformó en un nuevo espacio cultural en 2023. El centro está formado por la iglesia de Sant Diego y el claustro: el Pati de Sa Lluna. Además de acoger actividades culturales, aquí se celebran dos exposiciones permanentes: una sobre la etnología de Menorca y otra sobre la evolución de la industria del calzado de la isla. También hay un espacio dedicado a la cocina menorquina (demostraciones) y a la gastronomía. Un lugar sensacional que merece la pena visitar