Cuando los hippies hacían películas

Aunque los primeros en colonizar las playas de la isla a principios de los años sesenta fueron los beatniks, este movimiento bastante marginal fue rápidamente sustituido por cohortes de hippies, desertores pacifistas y otros ciudadanos estadounidenses que huían de un país cuyos valores ya no compartían. En sus maletas, estos turistas de nuevo cuño trajeron una nueva forma de relajación, así como nuevas drogas como el cannabis y la heroína. En este contexto efervescente, el suizo Barbet Schroeder rodó su primera película, More sur l'île. Estrenada en 1969, era una película franco-alemana-española que se convertiría en un referente del movimiento hippie. La historia gira en torno al encuentro de dos jóvenes ociosos en una década que ya no les conviene. Stefan, recién licenciado en Berlín, decide hacer autostop hasta París. Allí conoce a Estelle, una expatriada americana. Juntos parten en busca de sol y respuestas en la isla de Ibiza. Su romance degenera cuando Estelle introduce a Stefan en la heroína, sustancia a la que ambos se vuelven adictos. Arrullado por las melodías de Pink Floyd, que proporcionan una banda sonora memorable a la película, More filma la isla de Ibiza y la diversidad de sus paisajes. Se puede ver un molino de viento muy parecido al de Sa Punta des Molí, que se puede visitar en Sant Antoni. Y aunque la ciudad ha cambiado mucho desde que se rodó la película, el islote de Es Vedrá sigue igual, preservado por su condición de reserva natural. La casa de la madre del cineasta, en la que rodó el resto de la película, sigue en pie. Como prueba de ello, Schroeder volverá a sus raíces para rodar Amnesia en 2015, un complejo trabajo sobre la llegada de los primeros DJ a la isla y la imposible reconciliación de las dos Alemanias tras la caída del Muro de Berlín. Los acantilados de Calo d'Hort, los mercadillos típicos de la isla y Cap Nonó son algunos de los nuevos paisajes que el cineasta ha añadido a su paleta. Un mensaje de amor de un cineasta a su isla, donde ha pasado buena parte de su vida.

Ibiza en el cine español

Julio Medem se aventuró en las Islas Baleares por segunda vez con Chaotique Ana en 2007. En 2001, puso su cámara en Formentera para Lucía y el sexo, una película que le valió el aplauso de la crítica, así como un Goya -el equivalente al Oscar español- por la interpretación de la actriz protagonista, Paz Vega. En Caótica Ana, el director profundiza en la psique de su personaje. Un thriller intrigante que gustará a los seguidores del estilo del director. La isla, por supuesto, contribuye a la extraña atmósfera, con sus influencias hippies y sus tranquilos paisajes.
Otras producciones cinematográficas de éxito variable se han instalado en la isla desde principios de la década de 2000. Entre ellas destaca Aislados, de David Marqués, una comedia negra protagonizada por dos jóvenes que recrean el mundo tomando una copa en una casa rural del pequeño pueblo de Santa Agnès de Corona, mientras que el cortometraje Los Crímenes del Día de Todos los Santos repasa los terribles asesinatos en serie cometidos en los años cincuenta y sesenta, cuyo culpable no fue capturado hasta 1974. Una película ibérica ambientada principalmente en los bosques de Sant Miquel de Balansat, donde se encontraron los cadáveres, y en los alrededores de la localidad de Sant Joan de Labritja.
En 2020, la serie de Netflix White Lines acampará en la Isla Blanca. Creada por el responsable del éxito mundial de La Casa de Papel, la serie cuenta la historia de Zoe Walker (interpretada por Laura Haddock), una mujer que intenta resolver la muerte de su hermano, un DJ desaparecido en Ibiza hace casi veinte años. Rodada principalmente en la vecina isla de Mallorca por razones logísticas, el ojo atento reconocerá sin embargo muchos de los escenarios ibicencos de la serie, empezando por el puerto deportivo de Ibiza donde Zoe es recibida a su llegada. El lugar favorito de Axel, revelado en flashbacks, no es otro que la Torre d'en Rovira, el lugar perfecto para contemplar la puesta de sol ibicenca. Y por supuesto, Dalt Vila, el casco antiguo de Ibiza, es uno de los escenarios principales de esta investigación, que no tendrá segunda temporada en Netflix por falta de audiencia. En 2023 se estrenará otra película española rodada en Ibiza: La Corriente (título internacional: Ibiza Blue), que cuenta la historia de tres cuarentones que se conocen en la isla en el verano de 2020 y buscan superar sus tragedias personales. Por último, está la película Disco, Ibiza, Locomía, estrenada en septiembre de 2024 en Netflix, que narra el éxito de una excéntrica banda de rock (Locomía) en la Ibiza de los años 80.

Estrella internacional del cine de Ibiza

Tanto en el cine como en la vida real, Ibiza y su ambiente siguen fascinando hoy a guionistas y cineastas. La prueba está en la película Ibiza, de Arnaud Lemort, estrenada en 2019 y protagonizada por Christian Clavier, o la película homónima estrenada un año antes en Netflix, esta vez dirigida por Alex Richanbach y protagonizada por Gillian Jacobs, una de las estrellas de la serie Community. Dos cines, dos ambientes, pero sobre todo dos comedias que se complacen maliciosamente en enfrentarnos a la imagen del turista loco más o menos pesado en la isla de Ibiza. También nos llevan a algunos de los paisajes más emblemáticos de la isla, como Dalt Vila, por supuesto, pero también el paseo marítimo de Santa Eulària des Riu, un lugar ideal para pasear al caer la noche. Por último, pero no por ello menos importante, la película de Orson Welles Verdades y mentiras, rodada en parte en la localidad ibicenca del falsificador Elmyr de Hory, es otra notable aparición en pantalla. La más memorable es, sin duda, la película de Blake Edwards En busca de la Pantera Rosa (1982). Y, por supuesto, la filmografía ibicenca no estaría completa sin Ibiza Undead, una película -bastante mala, se ha dicho- que narra las tribulaciones de un grupo de jóvenes que se disponen a pasar las vacaciones de su vida en Ibiza, sin saber que un apocalipsis zombi se cierne sobre sus cabezas.

¿Dónde ver películas en Ibiza?

Entre discotecas, playas y hoteles, los cinéfilos encontrarán lo que buscan en los Multicines de Eivissa, el Cineregio de Sant Antoni o, como colofón, al pie de las palmeras frente a las pantallas al aire libre de Cinema Paradiso. Así podrá disfrutar del aire fresco y tonificante de Ibiza durante todo el verano, mientras persigue su pasión por el cine con un cóctel en la mano.