Enfrentarse a la naturaleza

Este inmenso territorio revela sus encantos a cualquiera que quiera cruzar los Urales. Se necesitan siete días de tren para cruzar este país, 500 kilómetros es un paseo en el parque y algunas regiones del norte están aisladas del mundo durante varios meses al año. Pero vale la pena. Esquiar y hacer trekking en las montañas y en los volcanes, montar en troika (trineo) en los bosques nevados, montar a caballo, montar en moto de nieve, ponerse patines de hielo para dar un paseo por el lago congelado Baikal, subir a un helicóptero sobre los volcanes o incluso simplemente meditar frente a tanta belleza: hay unas pocas posibilidades de disfrutar de un territorio que no está al alcance de la primera persona.

La caza, tras la pista de los tramperos

La caza no es un hobby en Siberia, es un arte casi sagrado. El cazador que mata un lobo no sólo tiene derecho a conservar la piel, sino que también recibe una recompensa por haber protegido bien el ganado en las cercanías. Las condiciones para venir a cazar a Rusia son bastante simplificadas: basta con tener un permiso de caza del propio país -que da derecho a obtener un permiso ruso provisional- y unirse a una sociedad de caza en el lugar (es decir, pagar la cuota de socio) para acceder a los territorios que abarca.

Por ejemplo, los alemanes, que aman la caza mayor, están felices de venir a cazar osos en Kostroma. El oso no está protegido en Rusia; sólo unas pocas especies lo están: castores, nutrias, visones salvajes. Si un día te tienta la gran aventura de la versión Dersou Ouzala, únete a los tramperos siberianos en los bosques donde pasan toda la temporada cazando y ganándose la vida con su caza. El helicóptero que los deja a principios del invierno regresa a recogerlos en la primavera. Aviso a los aficionados!

La pesca, la gran ocupación de los siberianos

Junto con la caza, la pesca es la gran ocupación de los siberianos. Tierra de excesos, Siberia ofrece la posibilidad de pescar salmónidos de más de 40 kg! Lagos, ríos... el territorio es realmente ideal para la pesca. Lo cual es un asunto muy serio, porque si en Occidente esta actividad se considera a menudo como un deporte, es a veces en Rusia, y en Siberia a fortiori, la única manera de mejorar lo ordinario.

Si eres un entusiasta, un viaje dedicado enteramente a la pesca es incluso posible. En este caso, es mejor pasar por una agencia especializada en el lugar para preparar su estancia (temporada, equipo...). Si camina en Siberia en invierno, no se sorprenda al encontrar extraños individuos que llevan en su espalda una especie de sacacorchos gigante. Este objeto se utiliza simplemente para perforar un agujero en el hielo con el fin de pasar una línea. Normalmente el pescador también lleva un taburete plegable... y un frasco de vodka. Una experiencia única.

El baño ruso (banya), una tradición ineludible

La sauna y el baño ruso (banya) son muy populares en Rusia y especialmente en Siberia, donde durante los duros inviernos se acostumbra a calentarse azotándose con ramas de abedul (conocido como venik). Sin embargo, no tienes que doblarte a la costumbre de frotar o rodar en la nieve. Puedes simplemente verter agua fría (¡valentía!) en tu cuerpo después de un baño de vapor. Los baños son preferentemente los sábados. Después, el ritual consiste en beber té de hierbas o kvas, una bebida fermentada agridulce hecha de pan de centeno, azúcar y levadura, o un bocadillo de cerveza y pescado seco. ¡Salud!