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Una brisa asiática sopla en la calle Baudrairie, en pleno centro de Rennes. Allí se encuentra este café japonés con un concepto innovador: un bar de matcha donde descubrir o redescubrir este té verde en polvo en todas sus formas. Conocido por sus propiedades antioxidantes, el matcha puede resultar a veces desagradable por su amargor. La variedad seleccionada aquí es una de las menos amargas. Pero, sobre todo, el equipo ha redoblado su ingenio para hacer apreciar esta especialidad japonesa, servida en bebidas con frutas, en repostería... El fondant de chocolate con ganache de matcha es una delicia. También es posible almorzar al mediodía con fórmulas que incluyen bentos o sándwiches japoneses.