¿Le apetece un café de verdad? En el Café 1802 (año de creación de la primera máquina de café), le atenderá un barista (Fred) Conoce el café a la perfección y sabe cómo prepararlo, decorarlo (¡el latte art es increíble!) y servirlo a la temperatura justa. El espresso suele imponerse a todos los demás sabores, pero aquí aprendemos que se puede disfrutar del café tan suave como una infusión, haciéndolo aromático y sin amargor (el secreto de la Chemex) o fuerte y frío (gracias al método de extracción por goteo en frío que dura de 7 a 8 horas). Se han seleccionado una decena de cafés de pequeños productores de Guatemala a Etiopía, pasando por Burundi y Colombia, ¡y Renaud los tuesta in situ cada semana! Para comer, se puede disfrutar de una galleta, un pan de avellana y plátano o una rebanada de pan tostado. Es un lugar tranquilo y ligeramente retro, perfecto para trabajar o tomarse un descanso con los amigos.