En bretón, Quimper se llama Kemper y significa confluencia. El nombre de la ciudad es muy apropiado, ya que se encuentra en la confluencia de dos ríos, el Steir y el Odet, a los que se une el Jet. Es una ciudad muy bonita, con un notable patrimonio histórico, turístico y culinario. Pasee tranquilamente por el centro de la ciudad y no olvide visitar los lugares más emblemáticos: la catedral de Saint-Corentin, las casas de los siglos XVI y XVII cerca de las murallas y los muelles de la Ode, el barrio de Locmaria... Desde la ciudad medieval hasta las pasarelas del siglo XIX, no sabrá por dónde tirar debido al rico patrimonio arquitectónico que aquí se encuentra.
¿Cuándo ir Quimper?
¿Cuándo ir a Quimper? Dependiendo del clima, los acontecimientos y los deseos de los trotamundos, resuena esta pertinente pregunta. He aquí nuestros ingeniosos consejos para cada época del año en Quimper:
En enero y febrero, Quimper se envuelve en una relajante atmósfera invernal. Podrá explorar la ciudad en toda su tranquilidad, lejos del bullicio del turismo.
Marzo en Quimper anuncia la llegada de la primavera, y el espectáculo natural es encantador.
Enabril y mayo, podrá disfrutar del suave clima primaveral. Las terrazas de los cafés se llenan y las calles históricas invitan al paseo.
Junio en Quimper es el amanecer del verano, con días más largos y luminosos, ideales para pasear junto a los ríos o por el casco antiguo.
Julio y agosto representan en Quimper la temporada alta. Es la época en la que la ciudad está en plena efervescencia con el Festival de Cornouaille . Se trata de un acontecimiento ineludible que celebra la cultura bretona en todo su esplendor Las calles se engalanan de color y música. Captan la esencia misma de Bretaña.
Septiembre es un magnífico mes de transición, cuando el verano da paso al otoño. La estampa es pintoresca.
Octubre enQuimper es tranquilo y colorido, un buen momento para disfrutar de la belleza de la ciudad.
Noviembre y diciembre en Quimper están marcados por los preparativos de las fiestas de fin de año. Los mercados navideños y las iluminaciones añaden un ambiente mágico a la ciudad.
Para una estancia cultural y festiva, opte por el verano con el Festival de Cornouaille. Para una experiencia más tranquila e íntima, opte por la primavera o el otoño. Quimper, con sus callejuelas cargadas de historia, sus paisajes naturales y su riqueza cultural, es una de las visitas obligadas de Bretaña