La historia comienza en 1877. La familia Testigos se instala en el centro de Caen. Maestros chocolateros de generación en generación, los Testigos pasaron la antorcha en 2007 en Étienne Dolfi (famoso por sus establecimientos de confitería en la Madre de Familia). Sin embargo, la marca original se ha conservado al igual que las especialidades de la casa: el Toucan (praliné avellana con hojaldre de nougatine encurtidos de cacao), los Verdaderos normandos (en calva), las Damas de Caen (pasta de almendra a la naranja con uvas machacadas al calvados) y evidentemente los Bisous de Caen (chocolate rosa con forma de boca, mousse de chocolate blanco aromatizado también con calvados). Pues sí, estamos bien en Normandía y el alcohol faro del departamento está de moda, ¡pero asegúrense, aquí, perfume y no gira la cabeza! Y cuando la temporada invernal apunta su nariz, corre a comprar allí sus deliciosos marrones helados, por supuesto, no están dados, pero teniendo en cuenta la calidad y el corto periodo de fabricación de esta dulzura, ¡sería un sacrilegio privarse de ellos!
Triste vision que celle des chocolats "A la mère de famille" qui arrivent en carton et sont déballés et installés en vitrine directement devant les clients par une vendeuse dépourvue de sourire.
Si vous cherchez des chocolats fabriqués localement par un artisan chocolatier de qualité, passez votre chemin.