CHOCOLAT DE NEUVILLE
Se encuentra entre las marcas más finas y deliciosas de nuestros centros urbanos. La marca de chocolates franceses, nacida en el norte, junto a Cambrai, en 1884, ha sabido a lo largo de los años hacer evolucionar su imagen y sus especialidades. Se habla de colecciones, de ecligencias, de emociones y de tentación… es mucho más clasificada y más en el aire del tiempo. Corinne y Patrick (chocolatier de oficio) proponen unos cuarenta chocolates diferentes: pralinados, ganaches o caramelos, los langostinos van de 250 g (versión tímida) a 1 kg (versión «Lo asumo»). Entre los imprescindibles: mendigos, florentinos, chardos, sarmientos de Médoc (menta o naranja), calizas de Aix o cojines de Lyon (curaçao, pasta de almendras y ganso). También podrás dejarte tentar por los tubos "pequeños" o por los helados artesanales en los días más cálidos. En septiembre, no te pierdas las colecciones para los niños que también podrán disfrutar de guimvos y otros chuletas de chocolate. Y en diciembre por los marrones helados y las trufas. Es sencillo que se funda en cada temporada.