Cómo llegar y contactar
Cocina oriental sana, casera y abundante a precios muy razonables en una bonita dirección de Marsella.
Situado en pleno barrio de Belsunce, Sur Le Pouce es un restaurante con corazón. Aquí podrá disfrutar de una cocina oriental sana y abundante a precios muy razonables Todo es casero: cuscús (sémola media divina), tajines, bricks, sopas tradicionales Chorba y Harira, ensaladas tunecinas y repostería marroquí (cuernos de gacela y otros dulces con miel y almendras). En un ambiente cálido y familiar, es probable que comparta su mesa con otros comensales -sobre todo a mediodía, cuando el restaurante está abarrotado-, dada la indudable calidad de sus platos típicos y el ambiente acogedor. Se trata de una dirección fiel, que debería recordar si aún no la ha visitado, y que volverá a usted en cuanto tenga antojo de cuscús (cordero, pollo, verduras, albóndigas, pastel de pastor, mechoui o mero -sólo los viernes-, etc.), brick (queso, ternera, gambas o carne picada) o tagine (tunecino, aceitunas o pollo). El arroz con cordero y la ensalada méchouia (tomates, cebollas, atún y pimientos asados) son los platos favoritos. El servicio es rápido e impecable. No venden alcohol, pero disponen de sacacorchos, ¡ya que puede traer su propia botella! La cocina es humilde y generosa, al igual que el equipo, que siempre le recibe con una sonrisa, durante todo el año y todos los días de la semana Una dirección acogedora, auténtica y, sobre todo, entrañable...
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
Opiniones de los miembros sobre SUR LE POUCE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Petit resto tunisien qui ne paye pas de mine de l’extérieur, mais une fois la porte franchie… bam ! Un aller-retour express pour Tunis sans passer par l’aéroport.
On a pris des couscous généreux, parfumés, et servis avec le sourire comme à la maison. Mention spéciale pour la sauce qui mériterait une médaille olympique (catégorie nage libre de légumes).
Et alors le thé à la menthe… une caresse sucrée qui te murmure des poèmes en arabe dans l’estomac.
Ambiance familiale, chaleureuse, avec un petit air de Dar et de vacances. On y retourne dès qu’on a une envie de soleil (ou de semoule) !