MERESSE
Aquí el macaron es de temporada y se encuentra en una veintena de perfumes: frambuesa/hibisco, limón, arándano/violeta, pistacho, rosa/litchi y, por supuesto, lo inevitable caramelo mantequilla salado. En versión salada, el foie gras/trufa, el salmón ahumado/anlanz/huevos de trucha, gambas especiadas/anís/confitado de limón, cabra/larr/tapenade… Inevitablemente con una tarjeta como ésta, te apetece probar todo. El jefe, Frédéric Meresse, ha revolucionado el macé. Se toma en el pulgar, al probar, sin manera. Pero también elegante. En alternativa a la habitación montada de un matrimonio, para una recepción o un cumpleaños puedes pedir pirámides a tus colores,¡es la ganancia la que cambia el sabor no el color! Los macarrones están elaborados artesanalmente con productos frescos, en el laboratorio casero de Marsella. También puedes poner el macaron en caja (¡en el escrito, incluso!). Así pues, la mayor preocupación seguirá siendo, como habrán comprendido, la elección: marmelada de naranja con pimienta de Séchan, arándano-violeta, melón-anís… ¿La constante? Croante, fundado y fuerte. Normal, los frutos son de países y el chocolate de Valrhôna… Sus macarrones azucarados se conservan cuatro días, los salados dos días. Refrigerados unos días más. Pero, en general, son saboreados antes de que se plantee el problema de su conservación. En el radio: además de los macarrones "clásicos", los mini-macarrones, los chuletas de cuadrado, la chupa, el corazón y otros entremeses.