GLACIER MÉTAYER
El Glacero Meyer es un salón de catas inesperado y delicioso. Es único por su decoración con sus paredes de guijarros, exposiciones de artistas, mesas redondas rodeadas de pequeños sillones. Pero también por su concepto a la italiana, ya que aquí no es ni un bar ni un salón de té, sino un lugar donde puedes elegir en el mostrador entre un florilegio de perfumes, en todas las formas, clásicas, con entrenés helados, verrinas, macarrones helados, recortes… cuarenta y ocho perfumes marcan las especialidades preparadas in situ. A veces los sorbetes tienen el acento, como el de la rumano (la pesca de Jurançon) o de la cereza negra al pimiento de Espelette. Stéphane Meyer, formado en el norte por los campeones del mundo Philippe Gottrand y Hervé Dartois, hace descubrir un producto nuevo cada quince días, en forma a veces de mezclas insólitas como estos sabores aperitivos: sorbetes a la cerveza, al juranón, al mojito, a Ricard… e incluso al denier Navarro. En verano, 24 sorbetes, 24 helados y helados aligerados salen de su taller, visible desde el salón de degustación. Una magnífica terraza en los Pirineos forma parte de los atractivos del lugar.
La terrasse est très agréable et ombragée. Une pause bien agréable en famille ou entre amis.