Guía de viaje Saint-Amand-Les-Eaux

La ciudad de Saint-Amand-les-Eaux debe su nombre al monje Amand, obispo de Maastricht. Es más conocido por su papel de obispo misionero y fundador de abadías en torno a los años 633-639. Aunque próspera, la ciudad sufrió muchos incendios y saqueos antes de ser rehabilitada por el abad Nicolás du Bois. Restauró la muralla de la ciudad y transformó la abadía en una residencia principesca. Lo único que queda de la abadía en la actualidad es la magnífica torre y el edificio del regidor. La torre de la abadía, declarada monumento histórico en 1846, alberga un hermoso museo. Además de la notable arquitectura de la torre y de la historia de la abadía, también descubrirá elementos de la producción amandina, como una excelente colección de cerámica y loza. También hay varias obras, esculturas y pinturas de los antiguos Países Bajos del Sur. Además, han sobrevivido algunos otros vestigios, como la actual oficina de turismo. La ciudad se está dinamizando gracias a los numerosos proyectos transfronterizos, sobre todo del Parque Natural Regional, pero también con su actividad termal. Varias festividades jalonan la vida de los habitantes de Amandín, sobre todo las Faîtes du Jardin (finales de mayo) o el Festival Internacional del Carillón (alrededor del 15 de agosto).