Es uno de los lugares imprescindibles de Lavaur. La gran terraza está siempre repleta, sobre todo los sábados, día de mercado, donde el aperitivo se convierte en un momento agradable. A la hora de la comida, los clientes acostumbran a probar el menú del día, una cocina sencilla pero una relación calidad-precio imbatible. A la carta, charla con chalote o roquefort, por ejemplo, y ensaladas muy diversas. Lo que se quiere sobre todo es la diversidad de las personas que se encuentran allí. Un verdadero crisol: ya sea los obreros, los empresarios, las mamás con sus cochecitos, los jóvenes e incluso los notables de la región… Una novedad: menús vegetarianos y adelgazados. Para los jóvenes, todos los sábados nocturnos (excepto verano), el lugar se transforma en sala de conciertos y acoge grupos de rock de la región.
Attention cependant à ne pas s'en mêler les pinceaux au niveau du service, il y a eu quelques petites erreurs vite rectifiées.
On ne repart pas avec la faim!!
Pour 17€ vous avez le menu qui comprend :
-Entré (2 choix possibles)
-Plats (3 choix possibles)
-Dessert "fait maison" (5 choix possibles)
-café ou thé
+ un petit pichet de vin blanc/rouge ou rosé.
Ils sont généreux en accompagnement de plats et le tout servi avec de bonnes sauces.
Je vous recommande donc ce petit bar-restaurant qui conviendra très bien à des familles comme à des routiers, du fait de sa vitesse de service variable selon les clients.