LE SAINT-SALVY
En un bonito patio adoquinado, detrás del claustro de la iglesia Saint-Salvy, se esconde un establecimiento tranquilo alejado del ruido de la ciudad. Guy, una figura albiguesa, tiene tres pasiones: el rugby, los viajes y los restaurantes. Aquí eligió esta última para servirnos de especialidades locales: grasa doble al albiguesa, castrado Toulouse, tripillo a la antigua o musla de pato confitado… Para los amantes de una cocina más ligera, la carta también propone ensaladas-comidas o parrilladas de carne a la plancha. Al final de las comidas, se da a conocer otra especialidad local: la guitouna, una manzana al horno servida con helado de vainilla, caramelo caliente y un paquete de frambuesa. Los grandes clásicos del postre también están presentes: crepes, helados, fundados y mousse de chocolate.