PAREDES DE ROCAMADOUR
Rocamadour es una ciudad medieval conocida en todo el mundo por su belleza y su ubicación, aferrada a los acantilados de los Alpes
Rocamadour es una ciudad medieval conocida en todo el mundo por su belleza y su extraordinaria ubicación en lo alto de un acantilado: las casas, capillas y otros edificios parecen estar apilados unos sobre otros. La historia de la ciudad es tan impresionante como su trazado, con su castillo y sus murallas como protagonistas. Del fuerte del siglo XIV que se erigió para proteger la ciudad, aún quedan vestigios que muestran su grandeza. Rocamadour es un importante lugar de peregrinación espiritual desde hace más de mil años: se dice que allí se produjeron milagros, por lo que era imprescindible proteger el santuario. Las murallas que sobresalen del castillo de Rocamadour, en lo alto del pueblo, impedían el acceso a la ciudad desde lo alto del acantilado. Entre el cielo y la tierra, la vista desde las murallas ofrece desde hace siglos un panorama único del lugar, del valle del Alzou y del cañón: atención, seguro que le impresionará. Al caminar por las murallas, se puede sentir la historia e imaginar las escenas que tuvieron lugar allí. En julio y agosto, se ofrecen visitas nocturnas guiadas a los santuarios para hacer el viaje más emotivo. No sería de extrañar que apareciera un caballero con armadura sobre su corcel La bajada a la ciudad se hace en ascensor o por el Vía Crucis, que también merece la pena visitar: a pesar de su nombre, cuando se toma para bajar, es muy agradable de recorrer.