ESCALERA MONUMENTAL

Al pie de los peldaños de color claro, comprenderá muy rápidamente que el nombre es acertado: monumental, esta escalera lo es sin duda. Se despliega rotunda, magistral, con sus 374 escalones de doble tramo. Terminada en 1863, une la ciudad histórica con la nueva, que tenía 35 metros de desnivel, lo que significaba que la subida era ineludible. Declarada monumento histórico y renovada en 2008, es sin duda una de las realizaciones arquitectónicas más bellas de Auch, con tres descansillos sucesivos donde le esperan agradables encuentros. En el primero, ya podrá ver los tejados bajo sus ojos y una magnífica estatua del más ilustre de los gascones, el famoso D'Artagnan, nacido Charles de Batz de Castelmore. Altivo, con capa y espada, es obra de Michelet. Durante el ascenso, no deje de mirar hacia la derecha, ya que la cadena de los Pirineos nunca se oculta del todo. Se extiende tras la línea de las colinas mientras que a la izquierda se distinguen, entre la vegetación, la ciudad, sus calles, la catedral y la torre de Armagnac. Una fuente encastrada en el muro le espera mucho más arriba y, ante ella, el intrigante Observatorio del tiempo, de Jaume Plensa, tapiza el suelo. El texto bíblico del diluvio está ahí grabado, mientras lo traduce, aproveche para recuperar el aliento, ya que sin duda, se quedará sin él en la cima. Las vistas son indescriptibles; desde allí puede imaginarse sin esfuerzo lo que era la ciudad en la época de los romanos y, con tan sólo este instante de magia, habrá merecido la pena todo el esfuerzo que ha hecho para subir la escalera.