Mercados y salones de mercado Sète

Votado como el tercer mercado cubierto más bello de Occitanie, es embajador de la reputación de la gastronomía de Sétoise. El antiguo edificio, de los años 70, ha sido sustituido por un bello edificio diseñado por el arquitecto François Fontès. Abierto todas las mañanas, acoge a 75 entusiastas comerciantes. Podrá descubrir, degustar y disfrutar de las especialidades locales mientras charla con productores orgullosos de compartir sus tesoros con usted. Carniceros, panaderos, queseros, pescaderos, horticultores, vinateros, restauradores... todo está a su disposición.

Los miércoles es día de mercado en la isla Singulière. Puede venir a pie, en bicicleta o en barco-bus para llenar su cesta de productos frescos, comprar flores o encontrar un nuevo atuendo. A lo largo de las calles Alsace-Lorraine y Gambetta, hay un mercado de alimentación para abastecerse de frutas y verduras. En la plaza Léon Blum, frente al ayuntamiento, podrá pasear entre los puestos de plantas y flores. En la rue Savonnerie y en el Quai d'Alger, encontrará ropa, joyas y objetos. Todo un programa

Ir al mercado es un pequeño programa en sí mismo. Para comprar productos frescos el fin de semana, puede contar con el mercado de los viernes que se celebra en la zona de la estación. Bajo los árboles de la avenida Victor Hugo, que dan sombra en la época estival, podrá escoger frutas y verduras frescas. También puede aprovechar para hacer algunas compras, ya que varios puestos ofrecen artículos textiles. Se irá con una cesta llena de productos frescos y ropa nueva para alegrar su guardarropa.

Los jueves, es en el lado de la Corniche donde podrá llenar su cesta de productos frescos. A lo largo del año, una veintena de productores y artesanos locales se instalan en la plaza Édouard Herriot para ofrecer sus bellos productos con los colores de la tierra. Los puestos están dedicados a la agricultura ecológica, sobre todo frutas y verduras de temporada, pero también aves de corral, huevos... Un mercado para consumir localmente, hacer compras fuera del centro histórico y, por qué no, continuar con un paseo por la playa.