SAIGON PALACE
Tan discreto en la calle de la República que un cartel en la estrecha acera debe anunciarlo, este Saigon Palace está más abierto de lo que se sospecha. Es que la antesala (un estanque y un falso puente suspendido) aleja del bullicio de la calle la bonita sala de relax. Por favor, entrad, no duden, tengan el seguro de comer asiática, tranquilamente y para nada caro. La cocina de Vietnam, china, tailandesa a elegir en varias fórmulas te servirá de la cocinera misma (la madre), mientras que su jovencita ha tomado el pedido previamente. Ensalada con brotes de soja, nems, bo bum (plato completo), banh cuôn (crepes vietnamitas con arroz), caceres a la citronella, cacerola a los frutos de mar, carne de vacuno saté con placa eléctrica, todo es sabroso. Aún muy confidencial, este restaurante, a dos pasos de la arena, gana a ser conocido. Litchee sobre el pastel, una música jazz rock-psicópata durante la cena.