CASTILLO DE QUILLAN
Castillo situado en un promontorio que domina Quillan, testigo de la arquitectura militar de los siglos y , accesible por una rampa
El castillo de Quillan, situado en un pequeño promontorio que domina la ciudad desde la orilla derecha del río Aude, fue construido entre los siglos XII y XIII por los arzobispos de Narbona. A ello le siguieron numerosos enfrentamientos con el rey de Francia. En 1229, un tratado de paz marcó el fin de la cruzada albigense y Quillan se convirtió en ciudad real. Dos siglos después, el rey de Francia la convirtió en una fortificación militar para resistir las invasiones aragonesas. Como centinela en la frontera con España, el castillo albergaba una guarnición de varios cientos de hombres. Los restos actuales atestiguan esta fortificación que, con un recinto cuadrangular de 35 metros de lado y muros abovedados, sigue siendo un testimonio de la arquitectura militar de los siglos XIV y XV. Los muros de la cortina, de 1,80 metros de grosor, están perforados con arcos y grandes vanos de cabeza redonda, y se cree que medían trece metros de altura. La entrada principal se situaba en el lado noreste y estaba protegida por un foso, actualmente rellenado, y por un puente levadizo, hoy desaparecido. Fue declarado Monumento Histórico en 1954. Todavía no ha recuperado su aspecto del siglo XIII, pero continúa la convalecencia que inició hace más de veinte años. Se han sucedido campañas de excavación, la restauración de las torres de vigilancia y las ventanas, y las medidas de seguridad. La rampa es la única vía de acceso peatonal al castillo desde la calle del castillo, la más antigua de Quillan, en la orilla derecha del Aude, que ya se mencionaba en 1713.