EL MENHIR DE LA MALEVOLENCIA
¿Quieres ser Obélix? Así que no dude en dar un paseo por Malves-en-Minervois. Un poco más lejos del pueblo, a unos 500 m al oeste, se encuentra uno de los pocos yacimientos megalíticos del Languedoc. En la curva de los campos de amapolas, la verás elevarse majestuosa, solitaria e impasible con el paso del tiempo. A lo largo de los siglos, dispuesto como por arte de magia, este menhir tiene no menos de 5 m de altura, 4 m bajo tierra, para 1,5 m de ancho, su peso es de alrededor de 15 t, en la arenisca gris de la región. Fue restaurado en 1964 y clasificado como monumento histórico en 1921. Se puede llegar caminando 5 minutos después de su estacionamiento. La primera mención del menhir se encuentra en un informe de 1818. En la región, el menhir se llama "pierre fichée" o peyro ficado. Se dice que a pesar de muchos intentos de averiguar la longitud de la parte enterrada, nadie ha podido llegar a su fin. También se dice que hace ciento cincuenta años, la piedra era más pequeña y que crecía año tras año, la leyenda habla de una virtud sobrenatural que la hace cada vez más alta. Otra leyenda cuenta que en el siglo VIII, el menhir impidió que un ejército sarraceno tomara la ciudad de Trèbes. En efecto, cuando acababa de conquistar Narbona y se dirigía hacia Carcassonne, el ejército hizo un desvío y se encontró frente al menhir. Vio una señal divina que le impedía continuar su viaje y regresó.