BOULANGERIE COQUELICOT
El emblema es el emblema de esta bonita boutique porque es una flor que crece en los campos de trigo no tratados… Los panaderos que trabajan en el horno han optado por la autenticidad y la calidad. La varita Picolla es una varita de tradición modelada en mano, torpedeada y rebosante. La reina no está relegada a la que se aprecian todos. La harina la hace más crujiente en la boca. En la carta de los panes al levain natural, hay panecillos de color rotatorio, manzanas-cranberas o cáscara de naranja y para los pequeños huecos de la tarde, una baguettina de chocolate o de cabra. Sylvie "la patrona" propone una amplia selección de galletas de antaño: madeleinas naturas o de chocolate, financieras natures o de chocolate o frutas de temporada, galletas de canela, arenados con canela, pasteles bretones, panecillos, panfletos, cuartos. Para los pequeños y también los grandes, Coquelicot propone una variedad de dulces acidulados, a la antigua: violeta, limón, naranja, sin olvidar los rududous, los malabares, los carambar de antaño. Las tartas varían según las estaciones y son deliciosas. También puedes comer tartinas, pasteles salados, quiches, sopas, ensaladas, hamburguesas, tortillas, pizzas y crepes. El brunch está compuesto por huevos orgánicos, el pan de la hamburguesa es casa y la carne picada proviene de la carnicería Gaudin de la rue des Abbesses, los yogures se prestan por la quesería Beillevaire, la ensalada de frutas frescas y la compota son caseros.