Francia es un auténtico tesoro arquitectónico, y sus catedrales son sus joyas más deslumbrantes. Desde la majestuosa catedral gótica de Chartres hasta las obras maestras renacentistas del Sur, cada edificio cuenta una historia única, marcada por siglos de historia, fe y arte. ¿Le apasiona la arquitectura, el arte sacro o simplemente busca la belleza? En este artículo le proponemos un recorrido por las 21 catedrales más bellas de Francia, testimonio del ingenio de sus célebres constructores y de la devoción a Dios de las generaciones pasadas.
1. Catedral de Notre-Dame de París: emblema de Francia
Desde el incendio, ha recuperado todo su esplendor gracias al esfuerzo de cientos de artesanos. Nada más entrar en la catedral de Notre-Dame de París, le embarga la emoción de redescubrir la perspectiva única de esta obra maestra del gótico y de admirar un monumento totalmente restaurado según las reglas del oficio. La iglesia ha recuperado tanto su función original como su deslumbrante belleza. Pinturas, esculturas, carpintería, capillas, vidrieras, lugares de culto e incluso el gran órgano han sido sublimados por la nueva blancura de la piedra, acercando el edificio a su aspecto original. Numerosos paneles informativos acompañan la visita, incluyendo detalles de las excavaciones arqueológicas realizadas durante las obras, que revelaron, entre otras cosas, restos humanos que podrían ser los de Joachim du Bellay. En el exterior, la aguja, reconstruida exactamente igual que antes, vuelve a elevarse orgullosa hacia el cielo parisino. Una visita obligada en cualquier viaje a París
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2. La catedral de Notre-Dame de Chartres, uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su influencia se extiende mucho más allá de las fronteras francesas, lo que la convierte en una visita obligada en Chartres. La catedral de Chartres es uno de los mejores ejemplos de arquitectura gótica de Francia. Sus esculturas de increíble belleza, el mayor grupo escultórico de este periodo, se encuentran en un estado de conservación excepcional. Las luminosas vidrieras azules, por las que Chartres es famosa, forman uno de los conjuntos más completos del periodo medieval, un verdadero tesoro de luz y espiritualidad. Por último, la cripta impresiona por sus dimensiones monumentales. Llamada así en honor del obispo Fulberto, responsable de la reconstrucción de la catedral de Chartres tras el incendio de 1020, es actualmente la tercera cripta más grande del mundo.
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3. Catedral de Notre-Dame de Amiens, la más grande de Francia
No puede visitar Amiens sin ver la catedral de Notre-Dame d'Amiens, uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Es también la catedral más grande de Francia y el edificio gótico más magnífico de la Edad Media. Se quedará boquiabierto dos veces: la primera, al contemplar la imponente fachada adornada con tres portales monumentales. Después, la impresionante verticalidad de su luminoso interior. Aquí, la piedra deja paso al cristal, y el efecto es impresionante. En el interior, no se pierda las dos figuras yacentes de bronce del siglo XIII, el laberinto en el suelo que servía de recorrido iniciático, las 110 butacas de madera tallada y un soberbio altorrelieve que representa la vida de San Juan Bautista. La nave abovedada tiene 43 metros de altura y un volumen interior de unos 200.000 m³, el doble que Notre-Dame de París. En su interior cabrían tres iglesias de tamaño medio
Vale la pena saberlo: Cada año, de mediados de julio a mediados de septiembre y de nuevo en diciembre, al anochecer, la fachada de la catedral de Amiens se ilumina para ofrecer un impresionante espectáculo gratuito que recrea la historia de Notre-Dame y de la ciudad de Amiens. Este espectáculo de renombre internacional es una cita ineludible durante su estancia en Amiens
4. Catedral de Notre-Dame de Reims, lugar oficial de la coronación de los reyes de Francia
La catedral de Notre-Dame de Reims es una obra maestra de la arquitectura gótica y una visita obligada para cualquiera que visite la ciudad. También alberga un museo dedicado a la historia galo-romana de Reims y a la arqueología de la región. A partir del siglo XI, con la coronación de Enrique I, la catedral se convirtió en el lugar oficial de coronación de los reyes de Francia. Fue aquí donde Clodoveo fue bautizado, marcando simbólicamente el inicio de esta tradición. Con excepción de siete reyes, la mayoría de los soberanos capetos han sido coronados aquí. ¿Por qué Reims? La elección se explica por la presencia de la preciosa Santa Ampolla, conservada en la catedral. Esta pequeña ampolla contenía el óleo sagrado utilizado en el bautismo de Clodoveo y, más tarde, en las coronaciones. Rota durante la Revolución, no desapareció del todo: se salvaron algunos fragmentos que ahora se exponen en un relicario que podrá ver duranteun fin de semana en Reims.
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5. Catedral de Notre-Dame-de-l'Assomption de Ruán, la más alta de Francia
La catedral de Notre-Dame-de-l'Assomption de Ruán es una obra maestra de la arquitectura gótica, con su fachada finamente esculpida que se asemeja a un encaje de piedra: ¡absolutamente magnífica! Tiene fama de ser la iglesia más alta de Francia, con una aguja de hierro fundido de 151 metros. El interior alberga numerosos tesoros, como las tumbas de los duques de Normandía: Ricardo Corazón de León, cuyo corazón descansa aquí, y Matilde la Emperatriz, la famosa "Dama Blanca" de Mortemer. La cripta, que en su día albergó reliquias de la Virgen María, aún puede visitarse. Las vidrieras, procedentes en particular del prestigioso taller de Barbe, recorren la historia de la vidriería desde el siglo XII hasta nuestros días. Inmortalizada por Claude Monet en su célebre serie de 30 lienzos, pintados desde la Oficina de Finanzas situada justo enfrente, la catedral es hoy una visita obligada en Ruán
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6. La catedral de Saint-Pierre de Beauvais y su coro gótico, el más alto del mundo
La catedral de Beauvais es famosa por su coro gótico, el más alto del mundo. Su vertiginosa verticalidad es tanto más sorprendente cuanto que el resto del edificio nunca se terminó, lo que acentúa aún más el efecto de altura. En el siglo XIII, en plena prosperidad de Beauvais, el obispo conde Milon de Nanteuil lanzó un ambicioso proyecto: construir la iglesia más grande y alta del reino. Las obras comenzaron en 1225, y el coro y el brazo este del crucero se terminaron en 1272. La Revolución Francesa privó a la catedral de muchas de sus estatuas y de parte de su rica decoración interior. Sin embargo, conserva unas magníficas vidrieras, algunas pinturas yun reloj astronómico excepcional. Con 52 esferas y 68 autómatas, representa el Juicio Final en un fascinante ballet mecánico.
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7. La basílica-catedral de Saint-Denis, lugar de enterramiento de los reyes y reinas de Francia
Símbolo mayor de la arquitectura gótica, la basílica de Saint-Denis es famosa sobre todo por ser el lugar de enterramiento de los reyes y reinas de Francia. Su historia se construyó en torno a la tumba de San Denis, martirizado hacia el año 250 d.C. Del siglo V al XIII, varios estilos arquitectónicos se sucedieron en este emblemático lugar. Además de su cripta carolingia, la basílica alberga una impresionante colección de tumbas reales, testimonio esculpido de la monarquía francesa. En cuanto a las vidrieras, las visibles hoy en día son fieles reproducciones, ya que las originales fueron resguardadas debido a su gran fragilidad. Una gran idea para pasar el día, ¡a menos de 1 hora en transporte público de París!
8. Catedral Sainte-Croix de Orleans, una de las catedrales más bonitas que visitar en Francia
La catedral Sainte-Croix de Orleans ofrece una experiencia única: subir a lo alto de sus torres y disfrutar de una soberbia vista panorámica de la ciudad y del cercano Loira. Originalmente románica y luego reconstruida en estilo gótico entre 1599 y 1829, está dedicada a la Santa Cruz y conserva restos que datan del siglo IV. Una capilla rinde homenaje a Juana de Arco, mientras que su impresionante órgano procede de la abadía de Saint-Benoît-sur-Loire. En la torre norte, sus cinco campanas, la más pesada de las cuales pesa 6 toneladas, marcan la vida de la catedral. Antes de marcharse, tómese su tiempo paraadmirar su magnífica fachada, inmortalizada por el pintor Maurice Utrillo.
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9. La catedral de Saint-Etienne en Metz y su característico tono ocre
Apodada con razón la "Linterna de Dios", esta catedral ilumina literalmente la ciudad Obra maestra del gótico de impresionantes dimensiones, su característico tono ocre procede de la famosa piedra de Jaumont , extraída en la zona. Es el resultado de la fusión de dos iglesias, la colegiata de Notre-Dame-la-Ronde y la catedral, ambas construidas hacia 1220. A lo largo de los años, el edificio ha sufrido varias modificaciones (portales, cabecera, torre Mutte), pero su característica más destacada es su excepcional superficie acristalada, la mayor de todas las catedrales de Francia y una de las mayores de Europa, con casi 6.500 m². También podrá contemplar otros tesoros como el trono episcopal, la caja del órgano "nido de golondrina" y una pila bautismal de pórfido. La catedral también acoge numerosos conciertos, misas de San Huberto y exposiciones, que dan vida a este lugar único. Una auténtica joya que no debe perderse en su visita a Metz
10. La catedral de Notre-Dame de Estrasburgo, una de las más bellas de Francia
Obra maestra de la arquitectura medieval, la catedral de Estrasburgo combina los estilos románico y gótico, especialmente en su ábside y nave góticos. Construida en el emplazamiento de una basílica renana de 1015, destruida por un incendio, Notre-Dame se edificó a lo largo de tres siglos, entre 1176 y 1439. Su aguja de arenisca rosa alcanza los 142 metros de altura. No se pierda el magnífico rosetón, las vidrieras de la nave, el pilar de los ángeles, la caja del órgano adornada con figuras fascinantes y el reloj astronómico de 1547. La plataforma, accesible tras subir 332 escalones, ofrece una vista impresionante desde una altura de 66 metros. Y durante los equinoccios de primavera e invierno, el famoso rayo verde es una visita obligada en Estrasburgo.
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11. La catedral Saint-Pierre d'Angoulême, una auténtica obra maestra del arte románico
La catedral Saint-Pierre de An gulema, situada sobre un peñasco rocoso, se erige como un faro que vigila la ciudad, lo que la convierte en uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Su edificio románico es de una gran belleza, y su fachada, verdadera obra maestra del arte románico, merece especial atención. Las cuatro hileras de placas talladas son fascinantes de observar, con la hilera más alta dominada por un imponente Cristo en gloria rodeado por los jinetes del Apocalipsis. En el interior, no se pierda el tesoro de la catedral, diseñado por Jean-Michel Othoniel y que alberga casi 150 objetos litúrgicos.
12. Catedral de Saint-Etienne en Bourges, una de las mayores catedrales góticas de Francia
La catedral de Saint-Etienne de Bourges, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las mayores catedrales góticas de Francia. Una de sus características más notables son sus cinco portales, cada uno de diferente tamaño y decorado con esculturas que representan escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento. No se pierda el meridiano de cobre del canónigo Goumet, con sus tres ojales en las ventanas, que permiten que penetren los rayos del sol al mediodía, así como las vidrieras que datan de los siglos XII al XVII, entre las que destacan la ventana "Grand Housteau" donada por el duque Jean de Berry y la Anunciación de la capilla de Jacques Cœur. La torre norte, apodada la "Torre de la Mantequilla", se eleva a 65 metros de altura, y hay visitas guiadas para admirar las vistas.
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13. Catedral de Notre-Dame de Laon en Aisne y su interior ricamente decorado
Es una de las visitas obligadas de la región de Aisne y una de las catedrales más bellas que visitar en Francia: la catedral de Notre-Dame de Laon, auténtica joya de la arquitectura gótica primitiva, cuenta con cinco torres historiadas y un interior ricamente decorado. El aspecto luminoso de la catedral se debe en parte a la piedra caliza blanca típica de la región, así como a los numerosos ventanales que adornan la nave. La imponente vista desde la parte alta de la ciudad le impresionará desde el primer momento. Para descubrir a fondo los secretos de este magnífico edificio, puede alquilar una audioguía en la oficina de turismo, cerca de la catedral.
14. Catedral Sainte-Marie-Majeure de Marsella, una de las más bellas de Francia
Construida en 381, la antigua Major es una de las iglesias más antiguas de Marsella y uno de los monumentos imprescindibles de la ciudad. En el siglo XIX, se eliminaron sus dos tramos y se unió a la catedral de Sainte-Marie Majeure, consagrada en 1893. Su estilo románico-bizantino evoca la historia de Marsella como puerto comercial volcado hacia Oriente. Es la mayor catedral francesa construida desde la Edad Media. El interior está ricamente decorado, con representaciones de los cuatro Evangelistas de Botinelly, Cristo y Santa Verónica de Carli, un copón de ónice, altares de Cantini y la tumba de Mazenod, situada en la capilla.
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15. Catedral Notre-Dame de l'Assomption de Clermont-Ferrand, obra maestra del gótico construida en piedra volcánica
Con sus vidrieras medievales y contemporáneas, la catedral de Notre-Dame-de-l'Ass omption se divisa desde lejos con sus dos agujas neogóticas que se elevan a 96 metros de altura. Esta obra maestra del gótico fue uno de los primeros edificios construidos en piedra volcánica. Comenzó a construirse en el siglo XIII, pero se necesitaron nada menos que siete siglos para completar esta obra maestra. El resultado final es sencillamente impresionante Con sus dos agujas neogóticas y sus vidrieras medievales, esta catedral es una auténtica maravilla para descubrir y contemplar. Visita obligada en el corazón de la ciudad de Clermont, deslumbra a los transeúntes, algunos de los cuales no dudan en empujar sus puertas para abrirlas. El interior, al igual que el exterior, deja sin palabras... No le decepcionará
16. Catedral de Notre-Dame de l'Annonciation de Le Puy-en-Velay y su famosa Virgen Negra
Situada en el corazón de Le Puy-en-Velay, la catedral de Notre-Dame du Puy es un lugar de paz y contemplación, incluso para los no creyentes. Sus rasgos distintivos incluyen una mezcla de influencias orientales, españolas e italianas. Antes de llegar a la catedral, hay que subir 134 escalones, la escalera del vientre, que conduce directamente al altar. Se llama así porque lleva al visitante hasta el centro de la catedral. En el interior, verá la famosa Virgen Negra y la Pierre des Fièvres , una mesa volcánica que, según se dice, fue testigo de apariciones de la Virgen María en tiempos galo-romanos. La leyenda cuenta que esta piedra tiene poderes curativos. Hoy en día, los peregrinos se tumban en ella para dejar atrás sus sufrimientos. La catedral es también una etapa histórica de la vía Podensis, una de las cuatro grandes rutas hacia Santiago de Compostela.
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17. Catedral Sainte-Cécile d'Albi, la mayor catedral de ladrillo del mundo
Esta nave de ladrillo es realmente imponente por su tamaño y presencia Pero ya verá, el efecto es aún más impactante una vez que se accede a su interior. Obra maestra del gótico meridional, esta majestuosa catedral es la mayor catedral de ladrillo del mundo. Con su imponente silueta de ladrillo rosa y su inmenso campanario de 78 metros, a menudo se la compara con un castillo fortificado. Entre sus tesoros destaca el fresco del Juicio Final, que data de la Edad Media. También es la única catedral europea cuyos muros y bóvedas están totalmente pintados, cubriendo casi 18.500 m². El retablo gótico flamígero está adornado con una estatuaria policromada excepcional, ejemplo único de la escultura francesa del siglo XV. Una visita obligada durante su estancia en Albi
Merece la pena conocerla: Sainte Cécile, patrona de la música, no podía ser honrada sin un órgano monumental Data del siglo XVIII y a veces es posible asistir a un recital durante su visita.
18. La catedral Saint-Corentin de Quimper, una auténtica obra maestra del arte gótico
Auténtica obra maestra del arte gótico, la catedral de Saint-Corentin es un monumento emblemático de Quimper y una de las catedrales más bellas que visitar en Francia. Iniciada en 1239, esta magnífica catedral tardó casi seis siglos en construirse y está profundamente arraigada en la historia de la ciudad y sus habitantes. Una característica arquitectónica intrigante es la falta de alineación entre el coro y la nave. Podría tratarse de una orientación simbólica que evoca la posición de Cristo en la cruz, o podría ser una decisión de construir la iglesia descentrada para asegurar unos cimientos más estables. El misterio permanece. No olvide visitar las capillas de la nave norte, donde podrá contemplar las soberbias y enigmáticas pinturas del artista Yann d'Argent.
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19. La catedral de Saint-Étienne de Sens, prototipo de los grandes edificios góticos franceses
La catedral de Saint-Étienne es una de las primeras iglesias góticas de la cristiandad, junto con la basílica de Saint-Denis. Comenzó a construirse en 1130 y, aunque la fachada se terminó a finales del siglo XII, el campanario no se terminó hasta cuatro siglos más tarde. El uso de bóvedas de crucería, un concepto innovador en la época, hizo de esta catedral el prototipo de las grandes construcciones góticas, influyendo en muchos edificios religiosos. El coro de la iglesia abacial de Saint-Germain-des-Prés en París, por ejemplo, se inspiró mucho en el de Sens. No se pierda la magnífica nave, el crucero del siglo XV, las vidrieras de los siglos XII al XVII y las capillas que albergan el altar de Saint-Louis y la tumba del Delfín, hijo de Luis XV. Otra visita obligada es el espectáculo de luz y sonido "Lumières de Sens", que se celebra todos los fines de semana de verano en la fachada de la catedral.
Merece la pena conocerla: ¿Sabía que esta espléndida catedral, visita obligada en Borgoña-Franco Condado, fue uno de los primeros edificios clasificados como Monumento Histórico, en 1840, por el Inspector de Monumentos Históricos y escritor Prosper Mérimée?
20. Catedral de San Pedro y San Pablo de Nantes, una de las catedrales más bonitas que visitar en Francia
Es una de las visitas obligadas en Nantes: joya de la arquitectura gótica flamígera, la catedral de N antes se alza majestuosa sobre el perfil de la ciudad, mostrando la delicadeza de sus detalles arquitectónicos. La primera piedra se colocó en 1434, pero la construcción no finalizó hasta 1891. La catedral es la última morada de Francisco II y Margarita de Foix, padres de Ana de Bretaña, cuya tumba de mármol negro, blanco y rosa es testigo de la historia de la región. En el interior, no se pierda el magnífico tríptico de 3,5 m² de Alain Thomas sobre el tema de la Natividad. Reconocido en Francia y a escala internacional como pionero de la pintura contemporánea "naïve-primitive", se trata de su mayor obra original. Una visita obligada durante un fin de semana en Nantes, por ejemplo
Vale la pena saberlo: En 2020, un devastador incendio destruyó el gran órgano, la platea y el techo de cristal. Actualmente cerrada por obras de renovación, sigue siendo imponente por fuera. Las obras finalizarán en 2028 y la reapertura parcial está prevista para septiembre de 2025.
21. La catedral Saint-André de Burdeos, una de las más bellas que visitar en Francia
En la plaza Pey Berland se alza majestuosa la catedral de Saint-André, cuya arquitectura gótica del siglo XI es uno de los monumentos más imponentes de la ciudad. Su historia, marcada por su construcción, un devastador incendio en el siglo XVIII y su restauración un siglo después, es tan rica como fascinante. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una etapa imprescindible en la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela, junto a otros dos edificios bordeleses: la Basílica de Saint-Michel y la Basílica de Saint-Seurin.
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22. La catedral de Saint-Julien de Le Mans y sus vidrieras medievales, entre las más bellas del mundo
Lacatedral de Saint-Julien se alza orgullosa en el corazón de la ciudad, llevando el nombre del evangelizador de la región, San Julián, desde el siglo IX. En su interior, una vidriera lo representa, mientras que sus reliquias descansan en el santuario. Este monumento es un auténtico tesoro, ya que alberga algunas de las vidrieras medievales más magníficas del mundo, incluida la Ascensión. Y no se pierda la obra maestra de la pintura gótica occidental: el Concierto de los 47 ángeles músicos, pintado en las bóvedas de la capilla en el siglo XIV. Una visita obligada en Le Mans y una de las catedrales más bellas de Francia.
