ET PATE ET VOUS
Un viaje al corazón de Italia. Como su nombre indica, comencemos con los pasta: sean frescas (gnocchis, tagliatelles, rigatonis, fulis) o secas, artesanales, de una calidad inigualada y sobre todo inhalable en el supermercado, como demuestran las marcas con nombres exóticos: Cipriani, Colunbro, Temporal (con tinta de calamar, cohetes, tomate, champiñones). Las salsas frescas caseras los acompañarán ideal: pesto, boloñesa, napolitana, gorgonzola. Para realizar una auténtica comida italiana, se echa de menos los tomates secos, las aceitunas con almendras, y otras alcachofas con aceite que ponen en boca y alegría. La pizarra nos invita a probar sugerencias como la bruschetta o el increíble salsello (una fina escalera de ternera rodada con jamón y una hoja de salva acompañada de salsa en Marsala) o un risotto. También se pueden pedir bandejas de charcutería o queso. Vinos de aguja (lambrusco, asti) o no (chianti 1999) y digestivos tan dulces como sus nombres (limoncello, ametto, etc.). ¡Asegúrense!