CHRISTOPHE CHEVALIER
Christophe Chevalier, su caballero servidor, saqueando su arma secreta, uno de los mejores panes de Besançon… En los cereales, en el trigo, en golosos, en centeno, en palillos tradicionales y en otras propuestas, todas marcadas por el sello del maestro, un trozo cuadrado en lugar de un trodo redondo. No se trata de una voluntad de distanciarse, sino simplemente de una idea ingeniosa… Imagínense, los domingos por la mañana, que sueñan con divinas tartinas de pan artesanal, aún caliente, con corteza crujiente y crujiente, con la mie tierna, suculenta, que podría poner a plato, cortar hasta el final y moverse sin que el café o el chocolate salten o la mermelada no¡tirar en el edredón! Los desayunos se sirven en las camas sabrosas y en los almuerzos o cenas, donde el pan ya no es un acompañamiento, pero¡sí! ¿Prefieres bollería, bollería y chocolates? También se encuentra; todo es casero y divinamente bueno, cruasanes a la mantequilla, a tirarse, chocolate que funde perfectamente en la lengua y te lleva al palacio… Además, la recepción es sonriente y el servicio atento, en cualquier momento del día.