MUSEO MILITAR DE PÉRIGORD

Desde el exterior, el museo le parecerá un poco pequeño, escondido en su callejón. Se trata, de hecho, de tres casas de distintas épocas, un laberinto de habitaciones y pasillos en tres niveles en los que es agradable perderse. Su riqueza es excepcional, nada menos que uno de los más bellos museos de Francia en su especialidad después de Saint-Cyr, los Inválidos y la Legión Extranjera. Más de 20.000 objetos recorren la historia militar de Francia y de la región en varias plantas: reconocerá los trajes de los soldados franceses, pero también los alemanes, las cazoletas que han visto las trincheras y, por supuesto, las armas, los proyectiles, los cañones, las insignias. Más conmovedor aún, podrá observar los botiquines de los capellanes o las enfermeras, los lienzos pintados, los dibujos, otros tantos testimonios. Tesoros. Es un lugar de memoria que hay que recomendar a las nuevas generaciones. La Primera Guerra Mundial, las guerras coloniales, la Resistencia y la Deportación se evocan ampliamente. Una vitrina rinde homenaje a los^5º Dragones,^5º y 9º Chasseurs, tres regimientos de ejército y caballería blindados que estuvieron de guarnición en la localidad hasta 1994. Una biblioteca está llena de todo tipo de obras sobre la guerra. Recientemente se ha creado una tienda con productos relacionados con los temas del museo: figuras militares de cartón para montar, figuras de plástico, juegos, documentos y revistas del museo Le Briscard, etc. El museo está dirigido por voluntarios apasionados. En temporada baja, el horario de apertura puede variar.