CIRCUITO GALORROMANO

Périgueux está llena de restos de la época galorromana. Son numerosos, pero discretos, incluso cuesta identificarlos. El equipo del museo Vesuna y su conservadora tuvieron la idea de proponer un paseo de un kilómetro siguiendo una línea roja pintada en las aceras. Es un circuito circular, por lo que se puede abordar desde cualquier punto. Se puede ir a la torre de Vésone, este antiguo templo, a los restos de la muralla que construyeron los habitantes —quitando las piedras de los templos—, para protegerse de las invasiones de los bárbaros durante los primeros disturbios en la sucesión de los emperadores de Roma a partir del siglo III. Llegaremos hasta la iglesia de la ciudad y continuaremos hasta el Jardin des Arènes y sus vomitorios en ruinas. El anfiteatro tenía capacidad para 18000 espectadores, lo que lo convertía en uno de los más grandes de la Galia Aquitana. Llegaremos a la puerta normanda, que era una de las tres entradas al recinto y que fue levantada con elementos de construcción galorromanos. A su lado encontramos los muros del castillo de Barrière, donde se ve claramente el entrelazado de los bloques de piedra apilados sin cuidado y sobre los que se levantaron posteriormente edificios más modernos. Las vías del tren esquivan cuidadosamente las murallas y crean un cinturón metálico que revela estas hermosas fachadas recientemente restauradas. Unos pocos pasos más le separan del parque de Vésone y su torre homónima. Ahora se puede acceder al centro gracias a una pasarela instalada recientemente. El museo de Vesuna dispone de información adicional.