CASA DE LA GUITARRA
leer másNuevo venido sobre la escena flamenca de Sevilla, este centro cultural flamenco que tiene abierto en 2012 reúne la colección privada de guitarras de José Luis Postigo, guitarrista famoso. Con una sesentena de modelos realizados por los más grandes principales fabricantes de instrumentos de música de Andalucía y que pertenecen a grandes guitarristas del estilo o esteta informados, se presentan nosotros tres siglos de la evolución característica del instrumento, del XIXe siglo a nuestros días. ¡Cada noche en dos fuertes tiempos, un flamenco sincero y apasionado, mezclando danza, música y canto con artistas confirmados y muy bueno nivel! Atención dado que se limitó los lugares, una reserva se impone para asistir a este fuego interior que crepita que es el flamenco, esta explosión de emociones dada ritmo por palmas (golpeo de manos) y crujidos secos de los pasos sobre la escena.
VENTA EL GALLO
leer másJuan Martin, el hermano de Manolo de las Cuevas los Tarantos, tiene el ligeramente menos turístico Venta El Gallo, una cueva/cueva flamenca con restaurante, bien situada cuando uno se hunde un poco más hacia el Sacromonte. Antes del espectáculo, desde la pintoresca terraza con vista bucólica a la vegetación y la Alhambra, se puede cenar de cocina tradicional muy correcta con opciones entre algunas de las especialidades granadinas con influencias árabe-andaluzas, acompañada por el repertorio ventilado de un guitarrista solista, una buena entrada en materia… En segundo lugar, un poco quieto (¡esto participa en el ambiente!) con muchos internacionales, lugar para nosotros, en la sala, una torrilla de flamenco, con sus escenas animadas o incluso sincopiadas, sus cuadros auténticos a las mil facetas y sus protagonistas de calidad certificada, con toda complicidad. Maquillajes, trajes, danzas, cantos y música, todo está bien visto en este tablao artesanal para ofrecer emoción tanto al novato como al aficionado, ya iniciado.
TABLAO FLAMENCO ALBAYZIN
leer másFundado en 1971 con el nombre de Reina Mora, cambió de nombre cuando reabrió sus puertas en agosto de 2001 para reflejar el nombre del barrio en el que se encuentra. A diferencia de muchos otros, este tablao flamenco de calidad no está situado en una cueva, como otros, sino cerca de uno de los famosos miradores de Granada, San Cristóbal. En un entorno típico con un bonito escenario, los espectáculos, coloridos y animados, atraen a grupos de turistas y a algunas personas solas. La música, el cante y el baile están bien pulidos. Una visita obligada para disfrutar de un poco de magia.