Parques Nacionales
La situación biogeográfica del país le da una gran variedad de ecosistemas: semidesiertos, bosques, praderas alpinas, tundra, humedales. La región del Cáucaso Sur alberga puntos calientes de biodiversidad. El país tiene 3 zapovedniks (reservas naturales integrales), 27 zakazniks o áreas protegidas y 4 parques nacionales.
Parque Nacional de Dilidjan: situado en el norte del país, alberga notables ecosistemas forestales (hayas, robles, tejos, tilos, etc.) y lagos de montaña. Hay una variada avifauna, incluido el urogallo del Cáucaso, y muchos mamíferos. La diversidad floral también es alta, incluyendo especies raras y en peligro de extinción.
Parque Nacional Sevan : protege la región del Lago Sevan en el este del país. El segundo lago navegable del mundo por su altitud, a 1.900 metros, clasificado como RAMSAR (notable humedal), es también el hábitat de muchas especies vegetales y animales. Sus bellos paisajes han seducido a generaciones de artistas, incluyendo al escritor Maxime Gorki, quien evoca "un pedazo de cielo que habría caído a la tierra entre las montañas". También alberga un centro de investigación.
Parque Nacional del Lago Arpi: situado en el noroeste del país, en una zona montañosa, protege los ecosistemas del río Akhurian, el Lago Arpi y el Lago Ardenis. La biodiversidad es notable, con más de 600 especies de plantas, así como una importante avifauna, ictiofauna y herpetofauna.
Parque Nacional de Arewik : situado en el sur del territorio, tiene como objetivo preservar el bioma del río Meghri. Alberga varios ecosistemas (bosques, estepas, praderas, semidesierto) asociados a especies notables y amenazadas, como mamíferos (pantera persa, oso pardo, hiena manchada), invertebrados y una gran diversidad de plantas.
El desastre ecológico del Lago Sevan
La explotación del lago Sevan es el resultado de la agricultura de regadío y de una estrategia energética encaminada a independizarse de los combustibles fósiles importados. Es uno de los recursos más valiosos de Armenia, si no el que más: el mayor embalse de agua dulce del país, una reserva de pesca, pero también un lugar de vacaciones. El riego intensivo y la construcción de centrales hidroeléctricas han provocado la desecación parcial del lago. El "mar interior" también sufre la contaminación causada por el vertido de aguas residuales, sobre todo domésticas (hoteles, restaurantes) y agrícolas. También se han observado fenómenos de eutrofización y la aparición de algas verdes debido a la presencia de cianobacterias. La escasez de energía durante las fases del conflicto provocó el cierre de varias plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que hizo que se vertieran aguas sin tratar directamente al lago. La contaminación conlleva riesgos para la salud, pero también una pérdida de biodiversidad (reducción de la población de truchas "ischkhan"). Se han previsto medidas para elevar el nivel del lago, como la captación de agua del río Arpa mediante un túnel de desviación. Esta estructura, dañada por un terremoto, nunca se puso en servicio.
La lucha contra la mina de cobre de Teghout
La explotación de los minerales es indicativa de conflictos de intereses y del dominio de la oligarquía del país y de los inversores extranjeros. Ante esta situación, los habitantes y activistas se comprometen tenazmente a preservar el medio ambiente y la salud de la población. Su lucha se ha visto recompensada por el abandono del proyecto de la mina de cobre de Teghout en el norte del país. El proyecto era una empresa conjunta entre una empresa minera armenia, un banco ruso, un organismo danés de crédito a la exportación y un fondo de pensiones danés. En 2013, un grupo de ciudadanos denunció los efectos del proyecto en el medio ambiente y la salud en un informe fundamentado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Dinamarca y al organismo de crédito (destrucción de los entornos naturales, deforestación, contaminación de los ríos que hace que las tierras agrícolas no sean aptas para el cultivo, expropiación). La presa construida para retener los residuos de la mina no está diseñada para soportar terremotos y amenaza a la ciudad de Chnog. Finalmente, después de las campañas mediáticas, las empresas danesas se retiraron del proyecto y la mina fue cerrada.
Otro proyecto controvertido: la mina de oro Amulsar
La montaña de Almusar, en el sudeste del país, tiene depósitos de oro, pero también un recurso más precioso. El sitio contiene las principales reservas de agua dulce del país, incluido el embalse de Ketchut, que está directamente conectado con el Lago Sevan. Lydian, una compañía registrada en Jersey, quiere explotar el oro de la montaña. En 2012, el proyecto comenzó a despertar la ira de los habitantes, que se turnaban para bloquear el acceso a la montaña. Su voluntad: evitar un proyecto con consecuencias ambientales y sociales subestimadas (destrucción del balneario de Jermuk, emanaciones tóxicas, expropiaciones, amenaza a los recursos de agua potable del país). Los informes vienen a apoyar las demandas de los ciudadanos. El caso está en curso.
Retos ecológicos actuales
El país sigue dependiendo en gran medida de Rusia (importación de gas natural). Los bloqueos a los que ha tenido que hacer frente han provocado la deforestación (leña) y la continuidad del funcionamiento de la central nuclear de Metsamor. Construida en 1969, se considera una de las centrales más arriesgadas del mundo, debido a su obsolescencia y al riesgo de terremotos. Está previsto que se cierre en 2026, a la espera de la introducción de energías renovables y la renovación de los edificios. La cuestión del saneamiento del agua sigue siendo una de las principales preocupaciones del país, así como la lucha contra el despilfarro de este recurso. La gestión de los residuos también es una preocupación. Sin embargo, cabe destacar la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso a partir del 1 de enero de 2022, que irá acompañada de campañas de sensibilización para fomentar el uso de alternativas. En el ámbito agrícola, el primer vino ecológico del país está a la venta desde 2019.
