AU COIN DE L'EAU
Encantadora pizzería en el corazón del pueblo de Sainte-Anne, que ofrece deliciosas y ...leer más
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En Martinica, la gente se levanta temprano y se acuesta pronto. Por ello, en los restaurantes se almuerza a partir de las 11.30 horas. Después de las 14:00, olvídate de comer... Para cenar, no es raro ver restaurantes que abren sus puertas a partir de las 18.30, y algunos no sirven después de las 21.30. Pero lo más habitual es que el servicio empiece a las 19.00 y termine alrededor de las 22.00 (22.30-11.00 los fines de semana). Los domingos, muchos restaurantes ofrecen un brunch o almuerzo bufé y cierran por la noche.
Los precios suelen ser un poco más altos que en la Francia continental. En cuanto al pago, se aceptan tarjetas de crédito en todas partes, así como American Express. El dinero en efectivo es bienvenido, lo que no ocurre con los cheques, especialmente los extendidos a nombre de una dirección metropolitana, que apenas se aceptan en ningún sitio.
Como en toda Francia, el servicio está incluido pero la propina es apreciada. En cuanto al IVA, se reduce al 8,5%, pero esta tasa se compensa en gran medida por los impuestos locales, como el impuesto al muelle.
En Martinica, nos tomamos el tiempo de vivir... ¡y de servir! Evite ir a un restaurante si tiene prisa. A veces, la espera puede ser larga, ¡pero eso forma parte de las vacaciones!
Y las vacaciones son también sinónimo de nuevas especialidades culinarias que probar: seguro que ya ha oído hablar de las accras de bacalao, esos buñuelos de pescado frito crujientes por fuera y que se deshacen en la boca por dentro? Para acompañarlos, el entrante frío más famoso es el féroce d'avocat, que combina aguacate triturado, harina de mandioca y bacalao desmigado, todo ello condimentado con un toque de guindilla. Otro plato local es el pollo, cocinado en colombo (un guiso picante cocinado a fuego lento con verduras) o boucané (marinado y ahumado). Sin olvidar la morcilla criolla Y de postre, el Blanc-manger coco: ligero y refrescante, se elabora con leche de coco, vainilla y agar-agar.
Los niños son recibidos como reyes en cualquier lugar de Martinica. Sillas para bebés y cambiadores suelen estar disponibles.
La prohibición de fumar en lugares abiertos al público es obviamente válida en Martinica.