Fortificaciones y murallas para visitar Macedonia

Brillantemente iluminada por la noche, esta fortaleza (Скопско Кале/Skopsko Kale, Kalaja e Shkupit) merece la pena sobre todo por las vistas que ofrece: domina el Vardar en el punto más alto del centro de la ciudad, a 268 m sobre el nivel del mar. Desgraciadamente, su mantenimiento es deficiente. Sin embargo, es el lugar habitado más antiguo de la ciudad, con hallazgos que se remontan al ^IV milenio antes de Cristo. Las fortificaciones fueron creadas por los bizantinos en el siglo ^VI a partir de materiales procedentes del asentamiento romano de Scupi, destruido por un terremoto. Sin embargo, su estructura actual data de los otomanos. Se conservan una puerta y un tramo de muralla bizantina en el lado este y, sobre todo, una muralla de 121 m de largo y torres defensivas restauradas frente al centro de la ciudad. Es posible pasear por la muralla durante el día. En el interior se pueden ver vestigios de un edificio bizantino, una mezquita otomana y una iglesia medieval serbia. Fue en esta última donde el rey serbio Dušan fue coronado emperador "de los serbios y los griegos" el 16 de abril de 1346, convirtiéndose brevemente en el gobernante más poderoso de Europa. La fortaleza también cuenta con un museo bajo una estructura de cristal. Pero lleva varios años cerrado. Por último, a lo largo de la muralla sur se alza el monumento Fuerza, Gloria y Victoria, creado en 1953 por el escultor Jordan Grabulovski, a quien se debe el Makedonium de Kruševo. Representa a una mujer blandiendo una corona de laurel a 5 m de altura con un soldado y un niño pequeño a sus pies.

Esta fortaleza (Самуилова Тврдина/Samuilova Tvrdina) ofrece magníficas vistas del casco antiguo y el lago. Pero no se deje impresionar por las murallas almenadas de hasta 16 m de altura, las tres puertas fortificadas y las dieciocho torres defensivas: aquí casi todo es nuevo. Esta antigua fortaleza fue completamente reconstruida en 2002-2003 en un estilo pseudomilenarista para recrear artificialmente la que fue capital del Imperio búlgaro durante el reinado del zar (emperador) Samuel ^I entre 997 y 1014. En el contexto de la nueva narrativa nacional, se hizo todo lo posible por apoyar la tesis oficial de que Samuel era "macedonio"... aunque la identidad macedonia eslava no surgió hasta finales del siglo ^XIX. En el lugar, los carteles explican que en el siglo ^IV a.C. Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, estableció aquí una primera fortaleza. Sin embargo, no se ha llevado a cabo ninguna investigación internacional que avale esta teoría. Sin embargo, se admite la existencia de fortificaciones en torno al año 200 a.C., que fueron reforzadas por romanos y bizantinos y que repelieron una incursión del rey ostrogodo Teodorico el Grande en el año 478 d.C. En el doble recinto no destacan los restos romanos, bizantinos, serbios, albaneses u otomanos. Sólo es visible el antiguo palacio del gobernador albanés Xheladin Beu Ohri (principios del siglo ^XIX ). Pero el cuartel y la mezquita de los soldados otomanos permanecen en ruinas.

Esta fortaleza (Китино Кале/Kitino Kale) se alza sobre una colina aislada a unos veinte metros por encima de Kičevo. Fue erigida por el príncipe serbio Marko Mrnjavčević en el siglo ^XIV y ocupada por los otomanos hasta 1860. Solo quedan los restos de una torre y una muralla. Desde 1963, la fortaleza alberga un gran complejo conmemorativo diseñado por Jordan Grabulovski, responsable también del Makedonium de Kruševo. En la parte superior, un osario semicircular contiene los cuerpos de los partisanos que liberaron la ciudad en dos ocasiones, en 1943 y 1945.

Esta torre de piedra de 15 m de altura (Маркови Кули/Markovi Kuli) se erigió en torno a los siglos ^XII-XIII. Restaurada recientemente con sus almenas, formaba parte de la fortaleza de Kožle, de la que quedan restos. Los orígenes de la fortaleza se remontan a la Alta Edad Media, cuando protegía el paso entre las provincias bizantinas de Macedonia (sur) y Mesia (norte). El lugar está descuidado, lleno de basura, y el acceso se realiza a través de espinos y por un barranco. Pero las vistas sobre el desfiladero de Badar son encantadoras.

Esta fortaleza en ruinas (Тврдина Исар/Tvrdina Isar) ofrece un hermoso panorama. Situada en la cima de una meseta, a 360 m sobre el nivel del mar, domina la ciudad al oeste, pero también la confluencia de los ríos Bregalnica y Otinja al sur, desde una altura de 100 m. El lugar estuvo ocupado permanentemente por mineros desde el siglo ^III a.C.. Explotaban un yacimiento de hierro en el lugar. La meseta se equipó entonces con una muralla que defendía una superficie de 7 ha. Más tarde, en la Edad Media, cuando el yacimiento se agotó, sólo se utilizó una parte de la meseta. Los imperios búlgaro y bizantino se sucedieron aquí y construyeron poderosas murallas, en algunos lugares de más de 1,50 m de ancho. Éstas se conservan en parte, así como los restos de una torre del homenaje. También se han descubierto dos necrópolis, una antigua y otra medieval, así como una basílica y una cisterna. El lugar fue ocupado de nuevo por los serbios en el siglo ^XIV y abandonado por los otomanos en el siglo ^XVII. El camino hacia el yacimiento se detiene en la necrópolis partisana de la II Guerra Mundial, que data de 1974. Está marcada por hermosos bloques de piedra tallados por el diseñador serbio Bogdan Bogdanović (1922-2010). A continuación hay que subir una larga serie de escalones para llegar a la cima. Los más valientes pueden hacer toda la subida a pie: un sendero comienza en el pueblo y pasa junto a la hermosa Iglesia del Arcángel Miguel, construida en 1332. Sin embargo, la iglesia perdió sus frescos cuando se transformó en mezquita.