Las mejores casas rurales Azores

Situada a la entrada del pequeño puerto de Maia, se trata de una mansión rehabilitada. El edificio original, la ermita de San Sebastián, data de 1687 (todavía en buen estado). La entrada fue construida en 1742 y la casa, completamente renovada y ampliada, fue terminada en 1850. Solar de Lalém significa «mansión sobre el pueblo». Cuenta con diez habitaciones, de las cuales seis están en la casa principal (una suite) y cuatro en un anexo. Ambiente muy agradable (piscina, jardín). Una cálida atención. Curiosidades o actividades deportivas cercanas. Es imprescindible reservar. Muy buena calidad.

Una opción maravillosa, rodeada de verdor y árboles frutales, con vistas al mar y a São Jorge. Aunque se encuentra en la punta de la isla, se accede fácilmente. Un trocito de paraíso perteneciente a una pareja franco-belga, Anne-Lise y Jeremy, que están presentes las 24 horas del día. Las cinco habitaciones están decoradas con buen gusto, en tonos marinos: azul, blanco y madera que invitan a dejarse llevar por el lejano sonido de las olas. También cuenta con una piscina privada. Posibilidad de comer en la casa (con reserva): sus papilas se lo agradecerán. Un escenario diferente donde disfrutar de la calma.

Una quinta muy bien cuidada, con piscina y vistas inmediatas de los prados, el océano, Pico y Faial. Situada a la entrada de la parroquia de Rosais, ofrece varias posibilidades de alojamiento. El establecimiento dispone de dos habitaciones dobles, un T1, dos T2, un T3 y un T4. Con una decoración simple, la quinta es muy confortable y ofrece un entorno encantador, a tres kilómetros de Velas. Los exteriores están agradablemente acondicionados con una gran terraza que invita al descanso. Un soplo de aire fresco en el campo. Hablan portugués, inglés y francés.

Un magnífico molino en piedra basáltica con un techo rojo. El edificio ha sido rehabilitado como alojamiento de turismo rural; todo un éxito: un apartamento T2, tres apartamentos T1, con una capacidad total de diez camas, y una hermosa vista al mar. En el interior, una sencilla y refinada decoración de madera y piedra. Un lugar donde sentirse cómodo; no querrá marcharse. Recepción particularmente atenta. La experiencia de dormir en un molino quedará sin duda grabada en la memoria de cualquier viajero.

Tres casas rurales con unas vistas magníficas al mar. Casa do Castanheiro, Casa do Alto y Casa do Ginjal ofrece todas las comodidades necesarias y están rodeadas de un bonito jardín. El lugar respira la paz y casi no se quiere marcharse.

Bonitas casas con vistas al mar y unas vistas magníficas de 180º sobre el paisaje verde de los alrededores y el Pico da Vara. El mobiliario se compone de piezas antiguas restauradas cuidadosamente. Se ve un toque personal en la decoración, la arquitectura, la forma en que se ha acondicionado el espacio para crear habitaciones cómodas y acogedoras. Todas las casas tienen cocinas equipadas y cuartos de baño impecables, y las habitaciones disfrutan de vistas al mar. También hay un pequeño jardín y una zona de barbacoa a su disposición.