Un crisol étnico
Durante mucho tiempo, los grupos étnicos convivieron, pero sin llegar a mezclarse. Los únicos matrimonios mixtos se daban entre rusos, ucranianos o tártaros y algunas etnias locales, pero muy raramente entre kirguises, kazajos y tayikos o uzbekos. Esta falta de mezcla explica la conservación de cada modo de vida, cultura y tradición, o vestimenta distintiva, aunque siete décadas de dominio soviético y el giro hacia la modernidad tras la independencia hayan suavizado algunas de estas diferencias.
Incluso hoy, basta pasear por un bazar, o esperar el tren en el andén de una estación, para darse cuenta de la diversidad de características físicas, y es inevitable preguntarse a qué comunidad o a qué página de la historia pertenece cada persona. Los pueblos de habla turca son mayoría, pero hay una fuerte minoría tayika de habla persa, que vive principalmente en Tayikistán y en el valle de Zeravshan, en Uzbekistán. Los tayikos se encuentran en las montañas de Nurata, al sur del lago Aidarkul, y son mayoría en Bujará y Samarcanda, ciudades históricamente persas que cayeron del lado uzbeko de la frontera como consecuencia de la división territorial de Stalin.
La mayoría uzbeka
Los uzbekos son la comunidad étnica más numerosa de Asia Central, y representan casi el 40 % de la población de las cinco repúblicas centroasiáticas. En Uzbekistán constituyen las tres cuartas partes de la población, pero representan el 2 % en Kazajistán, el 10 % en Turkmenistán, casi el 15 % en Kirguistán y no menos del 25 % en Tayikistán. En Kirguistán y Tayikistán, se concentran principalmente en el valle de Ferganá, bastión históricamente uzbeko que Stalin repartió entre las tres repúblicas al trazar las fronteras.
La segunda comunidad es la de los rusos que se quedaron tras la independencia. Representan el 5 % de la población, casi al mismo nivel que los tayikos (menos del 5 %). Para completar el cuadro, hay kazajos (alrededor del 4 %), karakalpakos (2 %), tártaros (2 %), coreanos (1 %) y ucranianos (1 %). El 5 % restante está formado por decenas de grupos o subgrupos: chechenos, bielorrusos, alemanes, armenios, etc., que emigraron o fueron desplazados a la fuerza bajo la ocupación soviética.
Aunque todas estas poblaciones obtuvieron la nacionalidad uzbeka con la independencia, el sentimiento de pertenencia étnica sigue siendo muy fuerte.
¿Quiénes son los uzbekos?
Los uzbekos son una etnia musulmana suní de habla turca que vive desde principios del siglo XVI en lo que hoy es Uzbekistán, en las zonas tayika y kirguisa del valle de Ferganá y en el norte de Afganistán, alrededor de Mazar-e Sharif.
Al igual que los turcos no son originarios de Estambul, los uzbekos no son naturales de Uzbekistán. Sus orígenes se remontan a Uzbeg Kan, uno de los líderes de la Horda de Oro. Procedentes de Kazajistán, a principios del siglo XVI expulsaron a los timúridas de lo que hoy es Uzbekistán. Su líder, Shaybani Kan, fundó allí su nuevo reino, estableciéndose al norte del Amu Daria y creando el sistema de kanatos uzbekos que duraría hasta la conquista soviética.
Tayikos, rusos, judíos...
Los tayikos son una etnia musulmana suní, persa y de habla iraní, asentada originalmente en Sogdiana. Actualmente están establecidos en Tayikistán, en el sur de Kirguistán y en el noreste de Afganistán. Constituyen la mayoría de la población de las regiones de Samarcanda y Bujará. Los tayikos fueron los primeros pueblos sedentarios de Asia Central.
Los rusos y ucranianos son todos descendientes de colonos que llegaron en el siglo XIX o emigraron tras la Segunda Guerra Mundial. Tras el terremoto de Taskent de 1966, muchos rusos ayudaron a reconstruir la ciudad y optaron por establecerse. Sin embargo, gran parte de la comunidad ha regresado a Rusia desde la independencia. La pequeña minoría alemana desciende de los alemanes del Volga, que emigraron a Asia Central durante la época colonial. La mayoría de ellos también regresó a su país de origen tras la independencia de Uzbekistán y la reunificación de las dos Alemanias.
Por último, está la numerosa comunidad judía conocida como «de Bujará». Sus orígenes siguen siendo inciertos y, según algunos historiadores, se remontan al Imperio aqueménida (VI-III a. C.). A menudo equiparados (erróneamente, al parecer) con los judíos sefardíes de Oriente, habrían sido reubicados por Tamerlán en el siglo XIV. La comunidad contaba con 100 000 miembros en 1990. Muchos de ellos optaron por emigrar a Israel o Estados Unidos en los meses posteriores a la independencia, y solo quedan unos tres mil en el país (350 de ellos en Bujará en 2023). Hay una docena de sinagogas (quedan dos en Bujará, de las treinta que había antes).
¿Qué idioma debo hablar?
El uzbeko pertenece al grupo de lenguas turcas, mayoritario en la región. De las cinco repúblicas centroasiáticas, solo los tayikos son iranohablantes. El uzbeko del valle de Ferganá se considera el más puro, y los habitantes de Corasmia, en el otro extremo del país, no siempre entienden a sus compatriotas del este. Una gran parte de la población (sobre todo los ancianos) habla ruso más o menos bien, pero siempre lo suficiente para hacerse entender. Los niños no lo hablan, salvo los que van a escuelas rusas o ruso-uzbekas. Es cuando entran en el mercado laboral que la lengua adquiere mayor importancia en la vida cotidiana. La omnipresencia de los medios de comunicación rusos facilita su aprendizaje: la televisión emite todos los canales rusos (entretenimiento, noticias, sociedad, deportes, etc.).
En cuanto a otras lenguas extranjeras, cada vez más jóvenes aprenden inglés. En los grandes centros turísticos, no tendrá problemas para encontrar contactos angloparlantes.