Los mejores bares y cafés Omán

Esta famosa marca de macarrones está ahora presente en Al Mouj y ya está prevista la apertura de un segundo Ladurée en Mall of Oman. A los omaníes les encanta la repostería francesa y nuestro prestigioso macarrón nacional no es una excepción. El local es muy chic, muy francés... ¡e inevitablemente muy caro! Puede elegir entre una agradable terraza frente al puerto deportivo o la acogedora comodidad de una sala con aire acondicionado donde podrá charlar al fresco mientras disfruta de un dulce, un club sandwich o una ensalada. Por la mañana, una amplia selección de desayunos.

En el corazón del casco antiguo, este café es una visita obligada con su puerta azul enmarcada por ramos de flores fucsias Con su decoración femenina, es un salón de té donde relajarse, saciar la sed y charlar. Por curiosidad, probaremos la "bebida de autor", el Niz Drink: una bebida superfresca a base de limón, azafrán y agua de rosas, ¡deliciosa! En el interior, hay unas encantadoras habitaciones con aire acondicionado repartidas en 2 plantas pero, si el tiempo lo permite, recomendamos la azotea, que es realmente agradable porque está rodeada de casas antiguas y palmeras.

Café, té, zumo, unos pinchos, y aquí tienes. Dentro, jugamos a los dados, fumamos shisha, bebemos una menta con limón. Pero la verdadera ventaja está en el exterior, en una de las pocas terrazas de la capital que nos abre los ojos a la arena y al mar abierto. Muy popular entre los omaníes, este café tiene una ubicación de ensueño, entre el paseo peatonal y el mar, en el lado bueno, cuando los hoteles están debajo de la Croisette. Abierto día y noche, este es su otro activo, el lugar es un secreto de viajero ya demasiado conocido, entenderás por qué.

Menos impresionante que el atrio del hotel Ritz Al Bustan, pero más céntrico y también muy oriental, el vestíbulo del hotel Grand Hyatt es un lugar chic, tranquilo y afelpado donde, en el exótico ballet de hombres con dishdashas, se puede venir a tomar un high tea inglés con scones y delicias saladas. Principalmente frecuentado por omaníes, el lugar, todo dorado, colgado de vidrieras y arabescos, tiene un verdadero poder de desorientación y uno se siente invitado en una gran residencia árabe. También hay un menú de aperitivos para los que tienen un apetito dulce o salado.

Situado en medio de la parte restaurada de las murallas y justo al lado de una de las puertas principales de la antigua Nizwa, este pequeño café es una maravilla. A un lado de la callejuela está el mostrador donde se puede pedir y llevarse una bebida o un helado; al otro, un salón donde relajarse y, sobre todo, una terraza al aire libre en la azotea con una vista excepcional de las murallas, las palmeras y las montañas de Hajar a lo lejos. Un lugar ideal para la contemplación Dirigido por gente joven, Anat es una acertada unión entre la Nizwa de hoy y la de antaño.