Monumentos a visitar Svealand

Inaugurado en 1926, este gran edificio de color azul y altas columnas grises con vistas a Hötorget es uno de los símbolos de Estocolmo. Aquí se entregan cada 10 de diciembre los Premios Nobel a los hombres y mujeres que más han avanzado en los campos de la física, la química, la medicina y la literatura, según los distintos comités. El Premio Nobel de la Paz se concede en Oslo de acuerdo con los deseos de Alfred Nobel. La Casa de Conciertos puede visitarse todos los días de verano siguiendo el itinerario de los Nobel, en inglés. La enorme fuente sobre la escalinata del edificio, realizada en 1936, es obra del escultor sueco Carl Milles y representa a Orfeo.

Sede de la Orquesta Filarmónica. La Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo actúa aquí durante todo el año, aunque también se puede asistir a conciertos de artistas y orquestas internacionales. La Orquesta Filarmónica de Estocolmo, compuesta por 105 músicos y dirigida por el director estadounidense Ryan Bancroft, es una de las más renombradas del mundo. Surgió en 1902 con la creación de la Orquesta de la Sociedad de Conciertos, cuyo nombre se cambió cincuenta más tarde, en 1957, por el de Orquesta Filarmónica de Estocolmo, y finalmente, por el de Real Filarmónica. Como curiosidad, el compositor Allan Pettersson fue miembro de la orquesta entre 1940 y 1953. Actualmente, la Konserthuset organiza más de cien conciertos al año.

El Ayuntamiento de Estocolmo es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Diseñado por el arquitecto Ragnar Östberg, se inauguró en 1923 tras doce años de construcción. Magníficamente situado a orillas del lago Mälaren, este edificio de un nuevo estilo arquitectónico, el Romanticismo Nacional, se convirtió inmediatamente en el símbolo de la ciudad. Ilustra casi simbólicamente la unión entre el paisaje urbano y el agua que lo rodea. En la actualidad, el ayuntamiento alberga las salas del consejo municipal, la comisión central, el comité de regidores, así como las oficinas de la administración central de la ciudad y los salones de ceremonias.

Es posible visitar el Ayuntamiento de Estocolmo en una visita guiada de 45 minutos (las entradas pueden adquirirse en el lugar). Las visitas se realizan todos los días, aunque pueden cancelarse a causa de los eventos que tengan lugar en el recinto. También es posible reservar una visita privada, que ofrece más flexibilidad a la hora de seleccionar el idioma de la visita (reserva en línea). El ayuntamiento también cuenta con una tienda de recuerdos con artículos muy bonitos. Una buena idea para un regalo de última hora.

Torre(abierta solo de mayo a septiembre). En la esquina del edificio, la torre mide 106 metros de altura y está coronada por tres coronas, el símbolo nacional y monárquico. Se accede a sus diferentes niveles por una estrecha escalera de caracol de 365 peldaños. Desde lo alto se disfruta de una vista completa e impresionante de la ciudad, lo que convierte al Ayuntamiento en una importante atracción turística. Los billetes (solo se emiten treinta cada hora) están limitados en el tiempo. Así que hay que reservarlas cuanto antes en el propio lugar.

Salón Azul (Blå Hallen). Este enorme patio protegido acoge la cena anual de los Premios Nobel. Inspirado en gran medida en el barroco italiano, con sus balcones y arcos, no hace honor a su nombre porque aquí no hay ni rastro de azul. La razón es sencilla: el arquitecto cambió de idea sobre el color de la sala varios meses después de bautizarla. Así que se ha quedado con el nombre... Aquí verá un órgano con 10000 tubos que, sin duda, debe ser el instrumento más grande de Suecia.

Sala del Consejo (Rådsalen). Los 101 miembros electos se reúnen aquí dos lunes al mes. La estructura de la techumbre es totalmente visible como referencia a los vikingos, que antiguamente celebraban sus consejos bajo los cascos de sus barcos volcados. En el techo, entre las vigas y a través de un vano pintado en trampantojo, aparece un trozo de cielo azul. Una vez más, el constructor quiso recordar las viviendas de los antepasados suecos, cuyos tejados tenían una abertura para evacuar el humo. El color rojo de las vigas, los tejidos y el cuero —común en Suecia— subraya la solemnidad de la estancia.

Ovalen. La antesala de los salones de estado se utiliza como salón para bodas civiles los sábados de 14 a 18 h. Esta sala también se conoce como la sala «francesa» debido a los tapices de la Manufactura Real de Beauvais en torno a los cuales se ha diseñada la sala.

Galería del Príncipe (Prinsens Galleri). Se trata de una sala de festejos de 47 metros de largo. Está iluminada por siete ventanales que dan al parque, al lago Mälaren y a las riberas de Estocolmo. Delante de las ventanas, este vasto panorama se refleja en frescos pintados por el príncipe Eugenio. Del techo de la Sala de las Tres Coronas (Salen Tre Kronor) cuelgan tres arañas de roble talladas y doradas. Hay que destacar, en particular, uno de los cuadros más representativos del periodo gustaviano, Estocolmo visto desde Mosebacke, de Elias Martin. Representa la ciudad vieja, que ha permanecido inalterada durante dos siglos. La Galería del Príncipe está cerrada los sábados ya que suele reservarse para ceremonias nupciales.

Salón Dorado (Gyllene Salen). Obra del maestro Einar Forseth, este salón de banquetes se terminó en solo dos años y es, sin duda, el punto culminante de la visita. El lugar es tan original como suntuoso: las paredes están totalmente cubiertas de mosaicos de oro y cristal que representan la historia de los reyes suecos (incluidas escenas del «baño de sangre» de Gamla Stan en 1520 y la ascensión de Gustavo Vasa tres años después) y, en la pared del fondo, el Este y el Oeste rinden homenaje a Estocolmo, representada como una extraña deidad conocida como la reina del lago Mälaren. En esta suntuosa sala se celebra anualmente el Baile de los Premios Nobel, retransmitido por radio y televisión.

Stadshusparken. Es un pequeño parque situado junto al ayuntamiento y a orillas del lago Mälaren. Aquí hay varias esculturas, entre ellas las de los artistas August Strindberg y Gustaf Fröding. El parque es grande y espacioso, y ofrece una vista muy agradable de toda la ciudad.

Café Ragnars Skafferi. Situado dentro del Ayuntamiento, este acogedor café debe su nombre al arquitecto del edificio, Ragnar Östberg. Puede comer aquí; proponen platos caseros elaborados con ingredientes ecológicos. El menú es fijo y cambia todos los días de la semana. Además es apto para vegetarianos. Puede encontrar más información en su página web: www.ragnarsskafferi.se.

Probablemente la presencia de este teatro en el emplazamiento de Drottingholm fue lo que decidió a los especialistas de la Unesco a inscribir este lugar en la Lista del Patrimonio Mundial. Es uno de los pocos teatros barrocos del siglo XVIII no renovados que se pueden visitar en el mundo. Su historia es pintoresca, ya que el edificio fue construido en 1766 por la reina Lovisa Ulrika y luego ampliado por Gustavo III, que trajo a artistas franceses, italianos y alemanes. Luego, el teatro se cerró repentinamente en 1792. Fue casi por casualidad que la redescubrió un historiador en busca de un cuadro (que en realidad está expuesto en una de las salas). Éste se dio cuenta del tesoro que acababa de desenterrar (el teatro había estado inactivo durante casi doscientos años), y pidió permiso para restaurarlo, que le fue concedido. Hoy en día, se presentan regularmente óperas y obras de teatro al público. El vestíbulo en sí es magnífico, sumido en la penumbra para hacer efectivos los numerosos efectos de trampantojo, según los deseos del arquitecto. Los decorados se siguen cambiando a mano con el sistema mecánico original. A continuación, la visita le llevará a las salas contiguas al vestíbulo, a las habitaciones que albergaban a los artistas en la época de Gustavo III y a la sala de recepción, donde al rey le gustaba desayunar con los actores, al son de una orquesta que tocaba desde el balcón aéreo circular... Una hermosa e impresionante visita que no deben perderse los aficionados

Residencia de verano del botánico, construida por él mismo en 1758. La casa solariega es una de las mejor conservadas de Suecia y refleja tanto su vida privada como su labor científica. Fue comprada por Carl von Linnaeus en 1758 como refugio del ambiente insalubre de Uppsala. Muchas plantas, cultivadas por el propio Linneo, crecen en este frondoso parque. Desde la colina situada sobre la granja, se puede disfrutar de la vista y soñar con el paisaje del siglo ^XVIII.

En este castillo barroco, uno de los más famosos de Suecia, se conservan en su estado original estancias de la época de su construcción. Aquí, Carl Gustaf Wrangel (1613-1676), potentado y gran derrochador, y su esposa Anna Margareta von Haugwitz (1622-1673), crearon una espléndida residencia. Procedentes de la aristocracia, buscaban comprender el mundo coleccionando arte y antigüedades, así como especímenes de la naturaleza. Los pisos contienen notables colecciones de pinturas, muebles y textiles.

Villa Waldemarsudde fue originalmente la residencia del príncipe Eugène (1865-1947), hijo del rey Óscar II. Tras marcharse a París en la década de 1880 para estudiar arte, el Príncipe fue uno de los mejores paisajistas de su época, así como un destacado coleccionista de arte, centrado principalmente en el arte sueco, nórdico y francés. Con el paso de los años, y en el transcurso de sus numerosos viajes, empezó a adquirir decenas de obras contemporáneas, que ahora se exponen en el museo para nuestro gran deleite. La visita consta de dos partes.

La galería. Gran parte de la colección personal de Eugène. Aquí encontrarás un revoltijo de creaciones paisajísticas del Príncipe, así como numerosos lienzos de artistas suecos, entre los que destacan Anders Zorn(La Frileuse, Sur le port d'Alger) y Carl Larsson(Karin et Biito).

La casa solariega. Construida entre 1903 y 1905, en la actualidad se puede visitar casi en su totalidad. Las habitaciones siguen amuebladas como en la época de Eugène y decoradas con obras de artistas como André Lothe y Anders Zorn. Desde la sala de las flores se puede disfrutar de una magnífica vista Las otras dos plantas están dedicadas a exposiciones temporales de artistas antiguos y contemporáneos. Además, el parque de esculturas florido que rodea el museo ofrece una magnífica vista del canal que une Estocolmo con el mar. Una visita obligada en sí misma.

Rodeado por las tranquilas aguas del lago Mälaren y situado no lejos de la reserva natural de Parc aux biches, el castillo de Gripsholm cautiva a los visitantes por su pintoresca ubicación. Esta joya arquitectónica, construida en el siglo ^XIV durante el reinado de Gustavo Vasa, ofrece una fascinante visión de la historia sueca. Los entusiastas del arte y la historia quedarán encantados con la gran cantidad de exposiciones, que ponen de relieve la evolución del castillo a lo largo de los siglos. No hay que perderse: el dormitorio del duque Karl y el teatro de Gustavo III.

Originalmente, el pabellón era más pequeño y estaba construido en madera. Hoy, el edificio es de piedra y puede visitarse en su totalidad. Terminado en 1769, sufrió una profunda restauración a finales ^del siglo XX para hacerlo accesible al público. Este curioso edificio se encuentra al este de los Jardines de Drottningholm. Es único en su género. A finales del ^siglo XVIII, el comercio con China, a través sobre todo de la Compañía de las Indias Orientales, permitió a los monarcas suecos descubrir la belleza de la porcelana y la seda y degustar el té de este lejano imperio, que convirtieron en un jardín del Edén. Inspirándose en las observaciones de los viajeros, y en particular en los bocetos del arquitecto William Chambers, los pintores y escultores suecos crearon "chinoiseries" que combinaban influencias asiáticas y los símbolos, a menudo distorsionados, de la China imperial con ornamentos típicamente europeos y suecos.

El Salón Verde o Salón de Placer. Decorada con representaciones de la naturaleza y escenas de personajes chinos relajándose, cubierta con una pintura verde pálido, esta habitación con vistas a los jardines era, con las ventanas abiertas, un lugar donde la gente se entregaba a los placeres de la vida: la lectura, la música y el consumo de té.

Los salones amarillo y rojo. Amuebladas y diseñadas por William Chambers, estas dos habitaciones son casi gemelas. Contienen signos de caligrafía china que no significan... ¡nada!

Esta es la casa del famoso escritor que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1909 y creció en Värmland. Aquí podrá descubrir las habitaciones que se han conservado intactas y la biblioteca donde se escribieron muchos de los relatos cortos de la autora, en un entorno encantador. Un guía te contará la historia de esta mujer a través de un recorrido por las instalaciones. El jardín también merece una visita. Hay una cafetería donde se puede tomar un tentempié y una taza de té. Un lugar muy interesante.

Se trata de un antiguo puente de piedra que cruza el Östra Klarälven. Construido en el siglo ^XVIII, destaca por su estilo, consistente en una sucesión de doce arcos de piedra que cruzan el río. Anteriormente había puentes de madera en el lugar, pero no soportaban las crecidas primaverales. La construcción duró cuatro años, pero no se inauguró hasta 1797, después de 32 años. Con 168 metros de longitud, une los distritos de Haga y Norstrand y es el más largo de su clase en Suecia.

La vista más bonita de la ciudad. Desde lo alto de los 54 m de este castillo de agua, estribado por bandas blancas y azul cielo, domina toda la región, desde las montañas hasta el lago. Por supuesto, descubrimos el castillo y el centro de la ciudad desde un ángulo muy diferente. Es imprescindible si pasas por aquí. Una cafetería en la cima del castillo de agua propone para 95 Sek un plato, una bebida, una ensalada y un café y ofrece unas vistas excepcionales.

El castillo de Örebro fue originalmente una torre de vigilancia en el siglo XIII y una casa solariega en el siglo XV, pero no fue hasta finales del siglo XIX cuando adoptó su forma definitiva. El edificio, con sus cuatro torres redondeadas, está construido sobre Svartån, el río negro. Hoy en día el edificio está ocupado por el gobernador local, pero se puede visitar la torre noreste, donde hay una exposición permanente informativa, de forma gratuita. Se accede caminando por las murallas a la derecha después del pequeño puente. El resto del edificio sólo está abierto a visitas guiadas para grupos.

Esta magnífica biblioteca contiene innumerables tesoros de valor incalculable, algunos de los cuales se exponen en el pequeño museo de la entrada: un mapa de Ciudad de México dibujado a mano por Alonzo de Santa Cruz en 1555, partituras de Mozart y manuscritos medievales bellamente iluminados, entre ellos el Codex Argenteus, o Biblia de Plata, que data del siglo ^VI , cuya fabulosa historia puede ser contada por un guía en francés. Las reservas pueden hacerse en la oficina de turismo.

No se lo pierda si está en Falun. Cada año, más de 60.000 visitantes acuden a ver la casa de los populares artistas Carl y Karin Larrson. Aquí se puede admirar la hermosa decoración interior y muchas de las obras del artista. La casa, Lilla Hyttnäs, ha pertenecido a la familia Larsson durante generaciones y ahora la gestiona la asociación familiar, que se esfuerza por mantener viva la obra de Carl y Karin.

Se encuentra en el casco antiguo, justo antes del puente que lleva a Riddarholmen. El Riddarhuset, o palacio de la Nobleza, fue construido entre 1641 y 1674 en estilo barroco alemán por el arquitecto francés Simon de La Vallée, y más tarde por el alemán Justus Vingboons. El edificio, de color albaricoque, con columnas blancas y ventanas ornamentadas, sigue perteneciendo a la nobleza sueca. Está custodiado por la gran estatua del rey Gustavo Vasa, de más de cinco metros de altura.

Drottningatan 85 fue el último hogar del autor más famoso de Suecia. Se trasladó allí en 1908. También alquiló una habitación en la séptima planta del mismo edificio, donde instaló su biblioteca, que contenía unos 6800 volúmenes. En la Torre Azul, llamada así por el color de su escalera, escribió su última obra de teatro, The High Road, en 1909. 1910 y 1911 fueron los años de la «querella Strindberg», una disputa por los cerca de quinientos artículos políticos en los que tomó partido por la clase obrera. Y fue aquí, en su sesenta cumpleaños, donde recibió el primer homenaje masivo de las clases trabajadoras. Más tarde, cuando quedó claro que no recibiría el Premio Nobel, se organizó una colecta que recaudó 45000 coronas y constituyó una especie de anti-Premio Nobel del pueblo. El dinero le fue entregado el día de su 63 cumpleaños, y la noche del 22 de enero de 1912, los trabajadores de Estocolmo formaron una marcha de antorchas desde Odenplan hasta Tegnérslunden a la que asistieron 20000 personas. Strindberg se asomó a su balcón, se levantó el sombrero de copa y dio las gracias. Murió unos meses después, el 14 de mayo. 60000 personas le acompañaron a su última morada. El apartamento de Strindberg se ha reconstruido a partir de relatos de testigos presenciales y fotografías de la época. Por razones de conservación, para visitarlo hay que ponerse zapatillas para proteger el suelo de parqué original.

El castillo fue mandado construir por Gustav Vasa en 1549 y ahora es la residencia del gobernador y la sede de la administración regional. Merece la pena visitar el Rikssalen, o Salón de Estado, donde la reina Cristina renunció a la corona. También fue aquí donde Erik XIV, en un ataque de locura, mandó ejecutar a varios nobles influyentes en 1567 (la historia recuerda este suceso como el "asesinato de Sture"). El castillo también alberga varios museos, entre ellos el Museo de Bellas Artes de Uppsala (Uppsala konstmuseum).