Los más bellos edificios religiosos Svealand

Riddarholmskyrkan (iglesia de los Caballeros) es la única iglesia medieval que se conserva en Estocolmo. Alberga las tumbas de los reyes de Suecia. Aquí están enterrados Gustavo II Adolfo, Carlos XII, Carlos XIV Juan, Gustavo V y sus esposas. También se exponen las armas de los caballeros de la Real Orden del Serafín, que cubren parte de las paredes del edificio. La iglesia, originalmente un monasterio franciscano, fue construida en 1280. Su campanario domina la isla de Riddarholmen.

Bastante bien conservadas, las ruinas de estas dos iglesias construidas en el siglo XII dominan el lago. Son la memoria de Sigtuna y se encuentran entre los primeros edificios de piedra edificados en la región del lago Mälaren. Por todas las estaciones, bajo la nieve o bajo el sol primaveral, las piedras gruesas y las bóvedas tienen un encanto típico y recuerdan el fervor de entonces de los pueblos nórdicos, recién cristianzados, a honrar a Dios.

La fachada, en forma de cruz griega, recuerda a los templos antiguos. Inaugurada en 1906, la iglesia tiene un interior tranquilo y espacioso. La cúpula, decorada con un fresco que representa la transfiguración de Cristo, proporciona un vasto haz de luz. Los cuatro evangelistas están representados en la intersección de los transeptos. El altar, el mayor altar barroco de Suecia, se creó originalmente para la catedral de Upsalla, aunque finalmente se instaló aquí tras una larga estancia en el Museo Nórdico de Skansen.

Es la iglesia más grande de Escandinavia. De estilo gótico, con un interior renovado tras el incendio que la destruyó en 1702, es una curiosa mezcla de arquitectura medieval, Art Nouveau (la mayoría de los frescos se hicieron a principios del siglo ^XX ) y barroco, con el púlpito más grande del país. Detrás del altar yace el rey Gustavo Vasa con dos de sus esposas, en una majestuosa capilla azul. También hay una capilla dedicada a Santa Brígida.

Construida en el emplazamiento del antiguo convento de Santa Clara, fundado en 1280, la iglesia actual data de los siglos XVIII y XIX. Este hermoso edificio de ladrillo rojo, situado en pleno centro moderno, está adornado con el campanario más impresionante (y sin duda el más alto) de la ciudad. Recientemente renovado, lanza su aguja de cobre hacia el cielo y contiene el carillón más grande de Estocolmo. La fachada sur está cubierta de hiedra, lo que le da un toque poético.

Iglesia construida entre 1768 y 1774, renovada varias veces hasta 1997. Merece una breve parada por su interior neoclásico con ornamentos rococó, el fresco de su cúpula y el monumento a Descartes, una escultura del artista Johan Tobias Sergel dedicada al filósofo francés fallecido en Estocolmo tras su estancia en la Corte sueca durante el reinado de la reina Cristina. En el cementerio que rodea el edificio yace el asesinado primer ministro Olof Palme.

Una gran iglesia que domina la plaza y en la que se celebran conciertos gratuitos en invierno. Originalmente se llamaba Örebro kyrka porque era el único edificio religioso de la ciudad perteneciente a la Iglesia sueca. Se empezó a construir a finales del siglo ^XIII y se terminó a ^{mediados del XIV}. Como dato curioso, fue aquí donde se tomó la decisión de nombrar príncipe del reino al mariscal del Imperio francés Jean-Baptiste Bernadotte en 1810.

Esta catedral de forma atípica (el edificio es relativamente bajo, pero la cúspide del campanario es enorme) fue construida en el siglo XIII y alberga en su museo una colección de objetos de plata que se remontan a esa época. La iglesia actual fue construida originalmente como una basílica románica de tres pisos en el siglo XIII y consagrada el 16 de agosto de 1271. Desde entonces, la catedral ha sufrido muchas ampliaciones. También alberga la tumba de mármol del rey Erik XIV.

Construida sobre un afloramiento rocoso llamado Brunkebergsåsen, la iglesia de San Juan se edificó en solo seis años y se terminó en 1890. El interior, de puro estilo neogótico, es digno de ver. El órgano y las vidrieras son magníficos, y los colores marrones y anaranjados que adornan los pilares y los arcos son lo suficientemente originales como para sorprender al visitante. El parque que rodea la iglesia es muy bonito y los habitantes de Estocolmo toman el sol aquí en verano.