¿Por qué en Charente-Maritime?

Las buenas razones para ir en Charente-Maritime

Los tesoros de Saintonge

Castillos notables, así como abadías, fortalezas, iglesias y ciudadelas.

Espacios naturales únicos

Parc de l'estuaire, Marais aux oiseaux... se ofrecen 14 "Escapadas a la naturaleza".

Rutas a pie y en bicicleta

Descubrir los pueblos de la isla, a lo largo de los senderos costeros, en el corazón de los bosques.

Descubrir la pesca a pie

Cálcese las botas, coja la cesta y salga a descubrir las riquezas de la costa.

Actividades náuticas

Paseos en velero, cruceros en gabarra por la Charente, piragüismo e incluso stand-up paddle

Curas térmicas

Saujon, Rochefort, Jonzac: 3 balnearios con aguas famosas por sus beneficios.

Un paraíso para los gourmets

Ostras, mejillones bouchot, pescado, patatas, sal... ¡sus papilas gustativas le pedirán más!

Un archipiélago excepcional

Ré y Oléron son las más conocidas, pero Ile Madame y Aix son igual de deliciosas.

Festivales de música

En verano, podrá cantar al ritmo de las Francofolies y mecerse en el festival Freemusic.

Playas de arena fina

Desde Plage des Nonnes en Pontaillac hasta Châtelaillon-Plage, ¡admire el horizonte!

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Descubra la Charente-Maritime

Charente-Maritime es inseparable del océano que la bordea, y que ha visto nacer estaciones balnearias cuyo propio nombre es sinónimo de vacaciones. Châtelaillon-Plage, Royan... todas son famosas por su entorno virgen, su luz única y su atmósfera yodada. Inevitablemente, el archipiélago es material de ensueño. Cada una de las cuatro islas tiene su propio atractivo. Algunas se pavonean en las portadas de las revistas de moda, otras son más salvajes. Oléron, Ré, Aix y Madame... destinos con encanto que atraen a viajeros deseosos de disfrutar de lugares únicos. ¡El océano también es fuente de alimento! En vacaciones y durante todo el año, podrá darse un festín de marisco, especialmente mejillones en verano. Una vez que haya cogido fuerzas, ¡es hora de ponerse activo! Charente-Maritime es ideal para correr, montar en bicicleta y, por supuesto, practicar deportes náuticos: surf, paddle surf, windsurf... Hay para todos los gustos

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