Los mejores festivales Altos Pirineos

Cuando los chavales tienen su propia fiesta, ¡es una auténtica pasada! Imagínese un auténtico pueblo de montaña que se convierte en una aldea dedicada a los juegos, con, a la vuelta de cada callejuela, actividades y puestos a cada cual más alocado que el anterior. Desde el parque termal al centro de la ciudad, hay diversión por todas partes. Los más pequeños no abandonan la veintena de enormes estructuras hinchables con aerodeslizador, búnker o incluso toboganes, todos ellos pintados por profesionales, con caritas rebosantes de felicidad. Hay un parque de juegos de habilidad y juegos de madera, y los más golosos encuentran lo que buscan en los puestecillos de dulces esparcidos por los caminos. Los espectáculos teatrales reúnen a todo este joven público que escucha silenciosamente los cuentos llenos de magia antes de jugar con los payasos. Pequeños conciertos, paseos en carruaje, globos mágicos, juegos de habilidad, concursos de pesca, presentaciones de modelismo, tiro con arco, laser game, trampolín y karaoke marcan el ritmo de este día único que continua por la noche con un baile de espuma. Un festival encantador pensado para disfrutar en familia.

En las montañas del Val d'Azun, la asociación En Cadence organiza cada año este festival de música y danza tradicional. Lugareños y amantes de la cultura occitana se reúnen con motivo de este acontecimiento, para asistir a diversos cursos y talleres de música y danza, pero sobre todo para bailar Durante varios días, cantará, bailará y disfrutará de exhibiciones de fabricación de violines e instrumentos, un paseo de cuentacuentos, demostraciones de bolos y un mercado de productores locales. ¡Una inmersión total en la cultura local!

En el Jardin des Tilleuls de Lourdes, la ciudad cobra vida durante varios días de fiesta. Tendrá la oportunidad de disfrutar de un fin de semana festivo, con un amplio abanico de actos que incluyen conciertos, tardes lúdicas y actividades para niños, bailes tradicionales... Todo ello dirigido a un amplio público. En torno a esta cálida fiesta intergeneracional, se instalarán "casetas" en el jardín, con puestos de comida y refrescos a cargo de comerciantes locales. Sin duda, será una ocasión de convivencia

Cada temporada, se invita a los peregrinos a meditar sobre un tema concreto. La temporada también estará jalonada por la Peregrinación Nacional Francesa, en torno al 15 de agosto, así como por las de la Orden de Malta y del Rosario, y por encuentros nacionales de fieles de todo el mundo. Para más información, consulte el calendario y el programa que se publican cada año, y no olvide la procesión de las antorchas que tiene lugar cada noche durante todo el periodo.

¿Creía que las bandas eran cosa de las Landas y el País Vasco? Hace tiempo que los Altos Pirineos adoptaron la tradición y ya tienen su propio festival Pierrefitte-Nestalas resuena al son de los bombos y tambores y de los instrumentos de metal que tocan 300 músicos ante los ojos de más de 8.000 espectadores. Passe-rue, bodegas y desfiles forman un hilo conductor alegre y ruidoso, mientras que en todas partes es tiempo para la diversión: tira y afloja, el gran Paquito, bailes y puestos de comida... Es un acontecimiento colorido y emocionante que le dejará maravillosos recuerdos

En las montañas de los Altos Pirineos, no lejos de Saint-Lary-Soulan, se celebra el día de Saint-Michel en Guchan, durante una jornada repleta de actos festivos y de convivencia en el Espacio Pastoral: bodega, mercado de artesanos y productores locales, elaboración de zumo de manzana y tarta asada, venta de garaje, actos gratuitos para los niños, concurso de ovejas, rally de coches de época, comidas, bailes... La jornada termina tradicionalmente con un gran concierto bajo la carpa, ¡como en 2023 con la presencia del Colectivo Métissé!

En agosto, la pequeña ciudad de Trie sur Baïse se convierte en un verdadero hocico paradisiaco. Para los ignorantes o, en cualquier caso, para los que no conocen el argot local, la Pourcailhade es simplemente la Fiesta del Cerdo y la organiza cada año desde hace casi treinta la Hermandad del Cerdo.

Y no es que no sea interesante, ya que el animal es el centro de la economía local. Esta fiesta no es como las demás, es una de esas que hay que vivir. Como punto álgido del día, no puede perderse el campeonato de Francia de imitación del grito del cerdo. En stand-by durante varias ediciones, es todo un placer asistir al concurso más alocado de todos. Abierto a todos, es sin embargo una verdadera disciplina donde algunos muestran su imaginación para valorar sus habilidades. No le vamos a mentir, es un momento para reírse, ¡es inevitable no hacerlo ante tales actividades! Otro momento álgido, muy apreciado por los más jóvenes, es la carrera de cochinillos. Y aquí de nuevo ¡se apuesta por el buen humor! Espectáculos durante todo el día, juegos y dulces transforman el pueblo: es una de las fiestas más bonitas del departamento.

Un patrocinador prestigioso, deportistas de alto nivel, artistas consagrados, una novillada y fuegos artificiales: ¡había que esbozar una ciudad como Maubourguet para reunir a los ases del boceto y de la zancadilla! Es una de las fiestas más agradables del verano, organizada en torno al tema del encuentro entre arte y deporte. Durante tres días, los representantes de estos dos mundos comparten y mezclan sus pasiones. Exposiciones, talleres, encuentros deportivos: del campo de juego al caballete, camisetas y caballetes se mezclan en un festival de colores. Los espectáculos callejeros animan la ciudad y, en la plaza de toros, los recortadores profesionales atraen a los aficionados. Se instalan tiovivos y el baile invita a todas las generaciones a la pista. El plato fuerte de estas fiestas es, sin duda, la Nuit des regards (Noche de las miradas) durante la cual los artistas se instalan en el centro de la ciudad, en los paseos Larbanès, para crear en directo una obra ante el público. El ambiente que reina justifica por sí solo la visita: orquesta, comidas, espectáculos, bandas… Las obras se subastarán el último día de las fiestas. El sábado, a medianoche, los jóvenes se disfrazan para un desfile antológico que demuestra que aquí la fiesta es un arte… ¡de vivir!

Conocida comúnmente como el "feu de la St Jean", esta fiesta se celebra a finales de junio y a ella son fieles los cerca de 25 pueblos de la región de Barousse. Los brandons son troncos de árbol preparados con la misma técnica desde hace décadas. Se trata de un acontecimiento intergeneracional, principalmente masculino, que se prepara con semanas de antelación según un ritual preciso. A veces decorados con flores, los árboles son bendecidos antes de ser quemados, y las llamas duran hasta que caen. El público tiene la oportunidad de participar en los bailes y cantos de esta magnífica fiesta